
Aunque no lo son todo en una relación, las relaciones sexuales juegan un rol muy importante en los noviazgos o en el matrimonio, a tal grado de que la falta de esta actividad puede desencadenar en descontento, molestia o hasta en la separación.
Otra razón que pudiera causar cierto malestar es la monotonía o la rutina en la intimidad, por esto compartimos algunos beneficios que tú y tu pareja podrían comenzar a percibir si se salen de la cama y llevan lo suyo a otro rinconcito de su habitación, como la ducha.
Sabemos que en la ducha existen algunos riesgos y limitaciones, pero no hay nada como probar nuevas cosas para revivir la llama de la pasión con nuestra pareja. También tenemos algunos tips que estamos seguras te serán de muchísima utilidad para flechar a tu pareja bajo el calor del vapor y de la pasión.
Te ayudará a salir de la rutina.

Tener relaciones con nuestra pareja en la ducha nos ayudará a hacer a un lado la monotonía y la rutina en la que podemos caer por solo hacer el amor en la cama y en las mismas posturas de siempre. Quizá un cambio de escenario sea lo único que necesitas para volver a disfrutar de la compañía de tu pareja y reavivar la llama de la pasión. No se pierde nada con intentarlo.
No hay como bañar a nuestra pareja.

El bañar a nuestra pareja nos permitirá recorrerlo de los pies a la cabeza y que él haga lo mismo con nosotras, lo que podría detonar en que queramos algo más que un simple baño, pues el contacto de su cuerpo con el nuestro, así como con la esponja y el jabón harán de ese momento el escenario perfecto para dejarse llevar y lograr lo que ambos tantos deseaban.
Es el mejor lugar para dejarse llevar por el momento.

Otro beneficio que la ducha en pareja trae a nuestra relación es que el ver tan cerca a nuestro ser amado y sentir su piel al natural todo se torne en un ambiente de mayor confianza. Ese ambiente, quizá, no se logre siempre en la cama, donde habrá ocasiones en las que solo pensemos en dormir o en ver una película y no en tener momentos de pasión.
También es un muy buen sitio para hacer posturas nuevas.

Sabemos perfectamente que la ducha no es precisamente en lugar más cómodo, ni tampoco el más seguro por lo resbaloso que se puede tornar el piso, pero de lo que sí somos conscientes es que es un lugar que nos lleva a hacer volar la imaginación y a ingeniárnosla con los recursos que se tienen para hacer de ese instante de pareja algo inolvidable.
Pueden explorarse el uno al otro.

El tomar un baño en pareja puede ser el pretexto perfecto para explorar de arriba a abajo a nuestro amado y quizá en una de esas descubramos su zona de mayor placer y él la nuestra. Eso nos ayudará a tener un encuentro como el que hace mucho no teníamos.
Contribuye a reducir el estrés.

Además de los beneficios que puede traer a nuestra relación, el sexo en la ducha también puede contribuir a reducir el estrés, pues no hay un momento más relajante en la casa que cuando se toma un baño y qué mejor si lo hacemos en compañía de nuestra pareja.
Pueden darse un masaje para relajarse.

En los juegos previos al coito, tú y tu pareja se pueden dar un masaje para relajarse y dejar todo lo que cargaban sobre sus hombros afuera de la ducha. Pueden incorporar algunas cremas, pomadas, lociones o lo que ustedes consideren para añadirle algo de valor al masaje y a su encuentro bajo el agua.
Es el espacio ideal para tener un nuevo comienzo.

Hay que recordar que a lo largo de la historia hemos considerado o visto al agua como un elemento purificador o renovador, por lo que no hay mejor lugar para que tú y tu pareja se renueven, y dejen en el pasado sus problemas o malentendidos, que en la ducha.
Contribuye a tener una mejor comunicación y entendimiento.

El que la ducha o la bañera sean espacios sumamente reducidos para dos personas los convierte en los sitios ideales para poner a prueba la comunicación en pareja, ver qué tan coordinados están y qué tan buen trabajo en equipo hacen. No es lo mismo hacer de las suyas en la cama, que lo que sobra es espacio, que hacerlo en la ducha y sin grandes comodidades.