Adolescentes felices y seguros
Cuando los niños llegan a la adolescencia, empiezan a ser mucho más independientes. Pero esto no significa que ya no necesiten a sus padres. Aunque no participemos tanto en sus actividades cotidianas, podemos seguir comprometidos animándoles, reforzando su confianza, siendo sus confidentes y ayudándoles a cuidar su salud.
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