Dice el dicho popular que: "más vale prevenir que lamentar" así que independientemente al motivo por el cuál una familia decide mudarse a otro país y más allá de lo entusiasmados o motivados que se encuentren al buscar nuevos horizontes, eso no bastará para encontrar equilibrio inmediato por lo que es recomendable prepararse mental y emocionalmente en la medida de lo posible.
Esto ayudará muchísimo a enfrentar los procesos de adaptación que conlleva esta decisión, lo importante es que todo lo que ocurre en los cambios drásticos de la vida no les tome por sorpresa y así eviten colapsar en una crisis por estrés de adaptación al cambio. Te paso algunos consejos que pueden serte de gran ayuda con tus hijos sobretodo si estás a punto de irte a vivir al extranjero.
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El miedo a lo desconocido es natural, somos seres humanos y más allá de elegir el hecho de ocultarlo, es importante que afronten el hecho de que todos; grandotes y chiquitos, pueden sentir temor ante lo nuevo, lo importante es que como familia se ayudarán entre todos y esto es lo que dará paz y calma a tus pequeños.
Una mudanza a otro país representa despedidas, cierre de ciclos y duelos, así que aunque parezca una aventura, a veces tendrá sus grises y sus negros. Te sugiero tomar estas recomendaciones para que puedan ir lo más preparados posible como familia en este cambio.
Evita ocultarles que se mudarán.
En el afán de no preocuparlos, de evitarles el estrés y de evitarles cualquier dolor emocional, los padres y madres a veces pecamos de cautelosos con la peor de las acciones que es no tomarlos en cuenta creyendo justamente que ocultar información es tomarlos en cuenta. Y aunque suene contradictorio y paradójico, se podría creer que se les hace un bien al postergar la noticia con la intención de suavizar el impacto y al avisarles con muy poco tiempo de anticipación, pueden tener un duelo dificil e impactante por ser tan sorpresivo. Así que en cuanto sepas que se mudan, deben hablar todos en familia.
Dales la oportunidad de expresar su frustración.
Puede que con todo y los miedos o la incertidumbre, papá y tu tengan planes muy bien trazados en la cabeza, pero tus hijos no, por lo que ambos deben ser empáticos y ponerse en sus zapatos. Sean preescolares, escolares o adolescentes, tendrán sus reacciones ante la noticia y lo más probable es que te llenen de preguntas incómodas o de rebeliones ante la decisión por lo que es importante que los escuches con atención. En el caso de los niños pequeños, es más probable que manifiesten su desacuerdo o temor con conductas disruptivas y no con palabras, a diferencia de los escolares o adolescentes que quizá si te lo expresan clara y directamente.
Es importante que se despidan de su vida anterior.
Puedes proponerles que hagan una reunión de despedida con sus amigos, que hagan cartas o pequeños regalos elaborados por ellos mismos, incluso hacer una pijamada en casa con la intención de decir adiós y darle las gracias a cada amigo o primo del que deseen despedirse de una forma especial. El que tus hijos cierren su ciclo es algo muy importante para que puedan comenzar uno nuevo con el pie derecho, es importante tomarlos en cuenta. Además, es una despedida solo en presencia porque ellos pueden tener contacto por medio de las redes cuando así lo deseen, de esta forma sabrán que la puerta de su vida social de su país tomará otra forma y que será un hasta luego en vez de un hasta siempre.
Ayudalos a crear un panorama mental seguro.
No se trata de mentirles en cuanto a que al principio puede resultar difícil la adaptación para todos, tampoco se trata de crear un panorama lleno de optimismo o de puro pesimismo sino de ser realistas. Lo importante es que coloquen el foco en aquello que sí quieren que pase, como el hecho de conocer gente nueva, tener nuevas metas en un lugar diferente, conocer lugares distintos y vivir nuevas experiencias que los saquen de la rutina conocida. Si ellos ven entusiasmo en lo que está por venir, aunque exista el miedo, tendrán una expectativa sana del cambio.
Si es posible, visiten el país meses antes.
Si tienen la posibilidad de hacer un sondeo previo sobre el lugar en el que están planeando vivir, pueden hacer una pequeña visita junto con tus hijos, con la intención de que tengan una aproximación progresiva al nuevo país de residencia y también puedan sentir cierto entusiasmo por un nuevo reto. Es importante un acercamiento con la intención de tener la claridad de cómo es el lugar a donde se mudarán, cómo son las personas con las que posiblemente convivirán y cómo es el ambiente que se percibe para que tengan mayor certeza y así eviten crear ideas erróneas o miedos innecesarios. Si no se puede una visita presencial, al menos háganlo de manera virtual, es lo bueno de la tecnología.
Practiquen mucho el idioma del país donde vivirán.
El familiarizarse con el idioma es sumamente importante, sobretodo porque así se sentirán con mayor confianza y aunque el dominio de éste dependerá mucho de la práctica diaria que se solo se dará cuando se encuentren en el país de su futuro destino, pueden sentir seguridad si llevan las bases necesarias para poder comunicarse desde los mensajes indispensables. Es por ello que todos como familia pueden escucharlo a través de películas, series, audios o incluso tomar un curso como una forma de prepararse con antelación para tener una adecuada comunicación y el temor para enfrentar este reto disminuya.
Hagan contacto en linea para conocer el colegio al que asistirán.
También es sumamente importante que tus hijos conozcan las imagenes o el recorrido virtual de su nuevo colegio. Incluso si tienen oportunidad, pueden tener algunas entrevistas con compañeros o maestros para que vayan desarrollando un sentido de seguridad ante su nueva vida escolar. Pregunta al colegio si pueden tener una sesión de preguntas y respuestas que ayude a tus pequeños a resolver las posibles dudas que tengan y que les permitan tener certeza sobre lo que podría inquietarles.
Que tus hijos elijan lo que se quieren llevar.
Cuando la mudanza es a otro país o a otro continente, casi siempre se renueva todo por completo en el nuevo hogar. Sin embargo, es importante que trasladen algunas cosas que les recuerden su espacio anterior como una forma de darle continuidad a su vida a través de un mueble especial para ellos, de algunos juguetes o de cosas que les ayudarán como objeto transicional en el desprendimiento del hogar original. Te sugiero que los dejes elegir y si son muchos los objetos que quieren trasladar, pídeles que elijan tres, los que más le recuerden a su antiguo hogar.
Al llegar al nuevo hogar, implementen rutinas.
Esto también tienela intención de ir creando un espacio conocido y seguro, ya que las rutinas pueden ayudarlos a todos a darle un sentido al día y a enfrentar el reto de la adaptación de una mejor forma. Una estructura de horarios, de tiempos y de actividades e ideal porque genera confianza y sobretodo orientación en medio de la desorientación. Es recomendable que intenten elaborar ese horario de rutinas como un acuerdo entre todos, con la intención de fomentar la comunicación ya que, en ese mismo momento, puedes aprovechar para preguntar a tus hijos cómo se van sintiendo con la mudanza.
Prioriza la decoración de sus dormitorios.
Es muy necesario que comiencen por el espacio de tus hijos, es importante amortiguar el impacto del cambio y que sientan su espacio personal como algo familiar, que les produzca la sensación de calidez al sentir que la decoración de su habitación es parecida a la anterior. A pesar de que geográficamente están en un lugar distinto, la familiaridad del acomodo de sus espacios puede ayudarles mucho a sobrellevar la transición y a sentir que estan en un lugar conocido. Después, con el paso del tiempo, ellos irán decidiendo darle una nueva forma y estilo y esto será cuando hayan logrado el ciclo completo de la adaptación.
Ten paciencia ante sus cambios de estado de ánimo.
Tu sabes que no todo será miel sobre hojuelas y aunque los cambios siempre son para bien y para crecer en todos los sentidos, es probable que tus hijos e incluso tu como mamá, tengan alteraciones en el estado de ánimo, finalmente lo que están viviendo es un duelo que los llevará a vivir diferentes momentos emocionales, muchas veces te sentirás enfadada y ellos también, muchas veces pueden decirte que se quieren regresar y culparte a ti o a papá de lo que están viviendo emocionalmente. Es natural, compréndelos y compréndete, es un proceso transitorio, no será para siempre.
No deben perder el contacto de sus raíces.
Establezcan un tiempo de llamadas a la familia de origen, procura que forme parte de la rutina de alguna tarde o del fin de semana como un horario establecido. En el nuevo hogar y país, es preferible que hablen su propio idioma a pesar de que estén aprendiendo o dominando otro. Esto es para que mantengan su identidad y no sufran ningún tipo de crisis que los desoriente en cuanto a quienes son y de donde provienen. No abandonen la comida típica de tu país de origen, cocinen platillos típicos de vez en cuando y tengan contacto con las cosas que les recuerden sus raíces, puede ser la música o incluso un rincón especial de casa que tenga la decoración de el hogar de donde provienen.
Fomenta que tengan nuevas amistades.
Sucede un fenómeno emocional muy interesante en los niños e incluso también puede sucederles a los adultos cuando se mudan a otro país y es la negativa a crear nuevos círculos sociales de pertenencia por una sensación de deslealtad hacia el núcleo de amigos que dejaron en su país de origen. Todo esto es parte del duelo, es un tema de apegos en donde podrían sentir de forma inconsciente que, si crean o pertenecen a un nuevo núcleo, están traicionando al anterior. Hazles saber que pueden hacerlo, que pueden conocer gente nueva y divertirse con ellos, que eso es algo que les agradaría mucho a sus antiguos amigos, sobretodo el verlos felices en un nuevo momento de su vida social.
Que conozcan un poco de la cultura y tradiciones de su nueva residencia.
Comienza preguntando a los vecinos sobre las festividades de la localidad donde ahora habitas, cuales son sus costumbres e incluso lo que acostumbran a celebrar. Déjate orientar y trata de incluirte en la medida de lo posible, siempre y cuando se sientan cómodos con ello. La interacción puede ser de menos a mas para que sea al ritmo del cambio de todos y también para que sean aceptados en el nuevo núcleo de vecinos en el que se estarán integrando. Se amigable y busca la conexión para que tus hijos también lo logren.
Protege y preserva sus recuerdos.
Puedes crear junto con ellos un álbum fotográfico impreso o digital, de recuerdos de su país de origen, puede contener fotos con la familia, con sus amigos de colegio, con sus amigos de casa, en fin, lo importante es que cuando se sientan desorientados, vean ese álbum como algo que los ancle a encontrar un sentido y pueda ser una herramienta que, aunque aparente nostalgia, los ayude a elevar su estado de ánimo. Además, todo es parte de su libro de vida y eso es algo que siempre debemos cuidar para ellos, sus recuerdos y memorias.
Karina Suárez Fernández es psicóloga clínica, psicoterapeuta y mamá de dos adolescentes