Como madre sabes que siempre hay una primera vez para todo y cuando llega el primer día de escuela o guardería de los niños puedes sentir mucho estrés. Saber que tendrás que separarte de tu pequeño la mitad del día no es fácil, lo que puede llenarte de nerviosismo y preocupación. Seguro pasarán muchas cosas por tu mente, desde pensar si lo cuidarán bien, si recibirá la atención oportuna, si estará seguro y si lo protegerán como lo haces tú. En fin, es un agobio natural de madre del que no te vas a librar. Lo importante es que cuando lo sientas, lo sepas manejar adecuadamente para que no afecte ni tu salud física ni tu salud emocional. Además, es posible que le transmitas toda tu ansiedad a tu pequeño si no la sabes gestionar.
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Uno de los momentos en los que te das cuenta de que tu hijo ya no es un bebé, que está creciendo y que comenzará sus primeros momentos de independencia, es cuando entra por primera vez a la guardería o al preescolar. Esa es una de las primeras experiencias en tu vida de mamá y papá que se convierten en prueba de fuego porque los afronta a un primer desprendimiento.
El primer día de escuela o guardería en la vida de todo pequeño representa cambios en su rutina y es el primer momento en el que pasará mucho tiempo lejos de mamá, una situación a la que podrá adaptarse rápidamente si tú se lo facilitas. Toma en cuenta estos tips que te menciono a continuación para que lo puedas lograr.
Ahora puedes escuchar el contenido de MamásLatinas donde quiera que estés, a través de nuestro pódcast Mamá Dice. Cada episodio contiene tips prácticos para la mujer y consejos enfocados en la crianza positiva y saludable. Escúchanos en tu plataforma de pódcast favorita.
Usa una libreta y escribe todas tus preocupaciones.
Al menos una semana antes del ingreso de tu pequeño al colegio te sugiero que cada vez que venga a tu mente un pensamiento que te provoque angustia o preocupación, lo anotes en dicha libreta. Es importante que escribas la razón por la que estas preocupada y cómo lo puedes resolver. De esta manera te darás la oportunidad de poner fuera de ti la angustia a través de lo que escribes y al mismo tiempo echarás a andar tu creatividad para ser previsora y escribir soluciones prácticas ante las situaciones que te angustian. Notarás de inmediato que todo tiene solución y que se trata de que cuando sientas algo te ocupes más allá de que te preocupes. Los ejercicios de escritura te pueden dar mucha calma porque te ayudan a ver en perspectiva las cosas y a bajar los niveles de ansiedad en el momento en que los plasmas en el papel.
Acepta que estás nerviosa, platícalo con amigas o con su papá.
Nada más equivocado que negar las emociones. Es importante que te desahogues con amigas de confianza, con tu pareja o con tu familia. Habla de cómo te sientes pidiendo que solo te escuchen. Hazles saber que no es necesario un consejo o una opinión, ya que mientras estés angustiada no los podrás escuchar. Lo que necesitas es hablar de lo que sientes sin sentirte juzgada. Debes poder llorar, si así lo deseas, sin que nadie te diga que pares, que puedas hablar de tus miedos sin que nadie te frene. Un desahogo te ayuda a drenar lo que sientes y te dará el alivio que necesitas para cuando llegue el momento de dejar a tu pequeño en la puerta del colegio o guardería. Lo importante de esto es que tu pequeño no note tu tensión porque se la podrías transmitir. Así que desahógate sin que esté presente.
Medita con visualizaciones positivas al menos una semana antes.
Si no pudiste hacerlo con tanta anticipación, hazlo una noche antes, busca meditaciones que estén relacionadas con confianza, con soltar, con sentir tranquilidad ante las adversidades. La meditación le ayudará a tu mente y a tu cerebro a entrar en un estado de neutralidad emocional que te dará la paz interior que necesitas en ese momento. Además, al meditar también practicas las respiraciones necesarias que le permitirán a tu organismo encontrar el equilibrio que necesita para gestionar de forma adecuada el estrés del momento. En cada imagen piensa en tu pequeño feliz, visualízalo riendo, aprendiendo, jugando y conviviendo con una gran alegría. Recuerda que tú tienes el control de tu mente.
Haz un recorrido previo en las instalaciones del colegio junto con tu pequeño.
Nada mejor que una visita guiada para tener certeza de cómo opera la guardería o en el colegio. Cuando tú tienes una idea previa de cómo son las cosas, cuando tú misma las experimentas con tu pequeño, cuando tú misma conoces cada rincón del lugar en el que se desplazará, tendrás mucha más certeza de todo y eso evitará que colapses por la ansiedad de no saber cómo y donde o qué estará haciendo tu hijo. Tener claridad te dará la pauta para sentirte tranquila en los momentos de añoranza o ansiedad.
Concéntrate e imagina lo que sí quieres que pase en su primer día de clase.
Después de dejarlo en la guardería o colegio, de camino a casa o a tu trabajo, piensa en voz alta y afirma: "hoy será un gran día, hoy disfrutará conocer amigos nuevos, se divertirá aprendiendo y podrá desenvolverse adecuadamente con todos". Te sugiero que a la par lo vayas imaginando en cada frase positiva que pronuncias. Así pondrás los reflectores en el objetivo de toda guardería o colegio infantil, que es que tu niño aprenda nuevas habilidades y avance en su lenguaje socializando. Además, que aprenda a adaptarse a nuevos entornos. Piensa en lo favorecedor que será para su desarrollo el hecho de que se desenvuelva en un ambiente que le brinde todos los estímulos para desarrollar su creatividad e inteligencia.
Prepárale su comida favorita y ponle un pequeño obsequio.
Si preparan juntos los alimentos que consumirá en el colegio, tu pequeño se sentirá acompañado por ti cuando esté comiendo y tú te sentirás más tranquila porque sabes que habrá un momento del día donde te recordará y se sentirá acompañado por ti en su hora de almuerzo. El pequeño obsequio puede ser un dibujito en su vaso o servilleta. Incluso puede ser una pequeña cartita donde le pongas un corazón grande o cualquier cosa que sepa que proviene del amor que sientes por él. De esta forma sabrás que no se siente solito en su primer día porque tu estás pensando en él a pesar de la distancia. Este pequeño símbolo de amor lo ayudará a sentirse en sintonía y con la ansiedad del cambio.
Disfruta mucho ese momento tomando fotos lindas.
Como te lo dije en un principio, tú tienes el control de tu mente y pensamientos. No se trata de que niegues tus emociones, sí se trata de que tu pequeño no note tu angustia por lo que ciertas actividades llenas de motivación y entusiasmo te distraerán a ti y lo distraerán a él también. Es importantísimo que asocie su primer día de clases con un momento de mucha alegría para ti y para papá, o para la abuela si es que te acompaña a dejarlo en su primer día. De esta forma tu pequeño sentirá que es un momento de alegría y de mucha felicidad para todos por lo que quedará plasmado como algo lindo y agradable. Así que tomar muchas fotos llenas de sonrisas será la mejor opción para ello.
Platica con otras mamás que están en tu misma situación.
Esto disminuirá mucho tu sensación de angustia. Es una forma de intercambiar emociones con mamás que también estén dejando en el colegio por primera vez a sus pequeños. Te aseguro que te sentirás muy acompañada emocionalmente. Sabrás que no eres la única que se siente como tú y eso te dará un pequeño alivio durante el momento de despedir a tu pequeño en la puerta. Además, es casi seguro que entre todas se apoyarán, intercambiarán opiniones, números telefónicos y hasta sus mismas preocupaciones como una forma de desahogo para todas.
Si necesitas llorar, hazlo al llegar a casa.
Como te lo sugerí en los primeros puntos, es importante que no cierres el paso a ninguna emoción. Si estás triste o con añoranza al llegar a casa y sentir la ausencia de tu pequeño, date la oportunidad de llorar, de ver sus fotos de bebé y de vivir este pequeño duelo por el cambio de etapa y de crecimiento que estás experimentando junto con él. Todo esto te ayudará a ir asimilando poco a poco que están viviendo una transición que es parte natural de su desarrollo y el aceptar su ausencia será cada vez más fácil para ti.
Infórmate bien y resuelve con anticipación todas tus dudas sobre el colegio.
Otra forma de darte la certeza que necesitas para disminuir cualquier tensión o angustia, es que estés completamente clara y resuelta ante las principales inquietudes que puedes tener como mamá. Así que pregunta todo lo que tenga que ver con su protección y seguridad. Desde la higiene, los cuidados, los horarios, quién lo supervisa, en qué momentos, qué hacen en caso de pequeños accidentes o caídas, si hay un médico responsable, quienes son los encargados de los primeros auxilios, cada cuanto limpian y desinfectan los espacios. En fin, aunque sientas que puedes sonar una mamá muy exagerada, es mejor que no te quedes con ninguna duda para que te sientas más tranquila durante el día.
Entrevístate con quienes serán sus maestras.
Es importante que tengas comunicación directa con el personal que estará conviviendo con tu pequeño directamente y todos los días. Que te permitan tener contacto vía telefónica en el momento en que requieras consultar inquietudes o incluso en el momento en el que necesiten preguntarte algo. Dejar abierta la comunicación y tu disposición a apoyar en todo lo que sus maestras necesiten con respecto a tu pequeño hará que exista un ritmo de confianza necesario que te dará cierto nivel de tranquilidad al tener más cercanía con las personas que lo cuidarán todos los días.
Lee cuentos con tu pequeño sobre un día de colegio.
Esto los ayudará a ambos a enfocar su pensamiento y su imaginación en todas las cosas lindas que se pueden aprender en un día de colegio, en los juegos divertidos que se pueden tener durante la convivencia con nuevos amigos y en todas las actividades que lo ayudarán a tener un día lleno de colores, canciones y movimiento. Tanto tú como tu pequeño se sentirán mucho más relajados al crear desde su imaginación el día perfecto de escuela. También es importante que le digas que cuando no se sienta cómodo con algo de la escuelita te lo diga con confianza e incluso puede decírtelo a través de sus muñecos favoritos para que lo vea como un juego en el que se sienta libre de comunicar lo que no le gusta.
Dale un objeto a tu pequeño que le recuerde a ti y viceversa.
Hagan un intercambio de objetos que tengan un significado especial para ambos. Esto es con la intención de que se tengan presentes durante la mañana. De esta forma tu pequeño sabrá que estás cerca a través de dicho objeto y tú sentirás también mucha tranquilidad al tener cerca lo que él decida darte. Es una forma de desprenderse de manera progresiva para que ninguno de los dos tenga ansiedad por la separación del primer día. De cualquier forma, lo que le digas cuando te despidas de él es muy importante, ya que debes darle seguridad y no generarle inseguridad. Debes ser muy cuidadosa en las palabras que utilizas y en cómo se las dices.
Si tu bebé llora, actúa de manera natural frente a él.
La actitud que tu pequeño tome el primer día de clases es incierta, depende mucho de su personalidad y temperamento. Puede que se sienta muy feliz y que la despedida de mamá no le afecte en nada. Sin embargo, es posible que se sienta un poco angustiado por el momento de separarse y enfrentarse a algo nuevo. Incluso, no es de extrañar que llore o se enoje, esto depende de cómo se sienta ese primer día y del apoyo y manejo emocional que tú le des a la experiencia. Es por ello que si tu pequeña llora, no le muestres tu angustia. Es mejor que seas natural, que le hables de los cuentos que han leído o las canciones que seguramente te podrá enseñar cuando termine su primer día.
Los primeros días evita dejarlo muchas horas.
Sé que a veces puede ser inevitable ya que al tú trabajar no tengas opción, pero si puedes te sugiero que al menos los tres primeros días o la primera semana, trates de ir de menos a más en cuanto a sus horas de estancia. Esto es para que tanto tu proceso de adaptación como el de tu pequeño se dé de forma gradual y el cambio no sea tan abrupto para ninguno de los dos. Recuerda que la intención es que se convierta en una experiencia que disfruten y que recuerden con alegría. Finalmente es algo que formará parte del libro de su vida.
Escucha estos tips para manejar la ansiedad de cara al primer día de clases en nuestro pódcast.
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