Pablito quiso jugar al box durante una consulta y con sus manitas empuñadas me decía: "Es mi juego favorito con papi pero ya vive en otra casa y no sé cuándo lo vuelva a ver". La ruptura con tu pareja es inevitable pero lo que si puedes evitar son los efectos negativos en tus hijos. Checa estos 11 consejos.
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Imagen vía Corbis
Dale permiso de querer a su papá
Los conflictos de lealtad pueden llevar a tu hijo a sentirse culpable y a luchar contra sus propios sentimientos. Recuerda que lo que se rompió fue la relación de pareja. Independientemente de los motivos, hazle saber que “está bien” si quieres a tu papi ya que no por eso me estás traicionando.
Reitérale que no es su culpa
Explícalo con ejemplos de experiencias que le hayan ocurrido: ¿Recuerdas cuando en la escuela Betito rompió la hoja y dijo que fuiste tú? ¿Fuiste tú? -no, yo no fui-, pues acá pasa lo mismo, papa y yo rompimos como esposos pero es un asunto en el que tú no tienes nada que ver.
Ponte en su lugar
Está superando la muerte de la idea de su familia perfecta. Comprende sus enojos repentinos, sus tristezas y su necesidad de recuperar lo perdido. No te desesperes y mucho menos le digas: “Apóyame y entiéndeme, esto me duele más que a ti”. No le hables como mujer, háblale como madre, no te pierdas del rol, el apoyo lo debe recibir de ti.
No lo distraigas del dolor
Permítele expresar lo que siente y no caigas en la trampa de cuestionarte si hiciste lo correcto. Ten la objetividad necesaria para entender que como pareja fue la mejor solución. Ten cuidado de evadir distrayéndolo porque esto lo haces por miedo a los autocuestionamientos y a tu sentimiento de culpa. Mejor expresen
Facilítale la aceptación
Las fantasías de reconciliación son comunes en los niños, así que no des dobles mensajes como salir a comer en familia o tener fotos donde está con su papá. Su aceptación llega cuando llega tu propia aceptacion. No lo confundas ni le crees falsas expectativas.
Dale seguridad y estabilidad
Evita cambios abruptos en las rutinas, lleva a cabo actividades a las que están acostumbrados con horarios similares. Establece un acuerdo con su padre y pídele que se apegue lo más posible al esquema que tienen contigo. Si duermen con papá, dales un juguete o un objeto con el que siempre tengan presente su habitación de base.
Eres tú quien debe proteger
No pidas que te consuelen cuando te vean llorar, expresar es adecuado siempre y cuando no tomes un rol de desvalía. No les hables mal de su papá independientemente de lo ocurrido. Consuélate con una amiga, con tu familia o busca ayuda profesional. Ten cuidado si pides su protección ante tu trago amargo, de ninguna manera se debe invertir el rol.
Ataca la sensación de abandono
Cuando papá se va, tu hijo puede pensar que también se va de su vida. Pídele a su papá que hable con él sobre los días que pasarán juntos, dándole la certidumbre que necesita, y aunque la convivencia sea diferente en tiempos y formas será segura en la compañía y presencia.
Unifiquen el criterio educativo
Su padre y tú son un equipo, hagan acuerdos respecto a la forma en cómo los quieren educar y disciplínenlos de la misma manera. Lleven un diario escrito de conducta adecuada e inadecuada para que ambos sepan todo lo que acontece y puedan discutir sobre la forma de abordarlo.
No permitas la manipulación
Debido a la adaptación al cambio, es posible que seas más flexible y permisiva en lo cotidiano. No confundas, una cosa es la empatía y comprensión y otra muy distinta es que no les dejes claros los límites.
Dale certeza
Los cambios se van tejiendo y los tiempos que antes se pasaban en familia cambiarán. Ahora habrá tiempo por separado con papá, facilítales la visualización de un escenario divertido. Fechas importantes como navidades o festejos serán distintos y necesita saber lo que sigue con detalles precisos.