La adolescencia tiene muy mala fama. Se le ha estigmatizado como si fuera una de las peores etapas de la vida del ser humano. Incluso, en el lenguaje cotidiano la forma de expresión de muchas mamás sobre esta etapa puede verse reflejada en frases de rechazo inconsciente como: "Que horrible que los adolescentes nunca sepan lo que quieren", "los adolescentes son muy volubles y rebeldes", etc. Cuando los padres o la sociedad misma etiqueta esta etapa, los coloca en una posición de anormales. Además, de manera indirecta son excluidos por la aparente inestabilidad que manifiestan.
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Cada vez que como madre te dejas llevar por los prejuicios de las etapas de tus hijos te estás perdiendo de la valiosa oportunidad de experimentar lo mejor de cada momento. Las etapas de desarrollo tienen un proceso y en esos cambios o impactos está nuestro reto.
Adaptarnos a todo cambio, independientemente de la etapa, siempre resulta en algo nuevo y como madres debemos estar preparadas para ello sin verlo como lo peor. Al contrario, cada etapa de desarrollo de nuestros hijos nos deja satisfacciones importantes si es que sabes percibirlo desde el lado adecuado.
Ahora puedes escuchar el contenido de MamásLatinas donde quiera que estés, a través de nuestro podcast Mamá Dice. Cada episodio contiene tips prácticos enfocados en la crianza positiva y saludable. Escúchanos en tu plataforma de podcast favorita.
Mito: La etapa de la adolescencia es una de revolución y cambios que alteran su ánimo.
Esto es falso. Toda etapa de desarrollo tiene sus momentos de cambios físicos y fisiológicos. De ahí que muchos autores denominen algunos aspectos como crisis de desarrollo. Sin embargo, les pasa a los niños, infantes, adolescentes y adultos. Se ha descubierto que el fenómeno de la adolescencia es uno cultural ya que la expectativa que se tiene del cambio refuerza el mito cuando en realidad muchos estudios han determinado que los cambios fisiológicos no afectan en nada su estado emocional ni su relación con el entorno.
Mito: Los adolescentes son rebeldes.
Al ser un fenómeno cultural toma en cuenta que esto también va de la mano de los cambios sociales y por lo tanto de la evolución en los métodos de crianza. Esto significa que la rebeldía y la oposición era mucho más evidente en décadas anteriores donde el “deber ser” estaba muy demarcado por las formas de crianza tradicionalista. Esto implicaba que el adolescente se rebelará con la intención de construir una identidad. Algo que es necesario para todos, sobre todo para que no actuemos como robots.
Mito: Los adolescentes son improductivos, no hacen nada con su vida.
Al estar en el medio de una etapa de dependencia hacia la independencia a veces las madres y los padres pueden estigmatizar la etapa desde juzgarlos como chicos que no están aportando nada a la familia. Una contradicción total ya que a veces madres y padres pueden dar un doble mensaje como se independiente, pero quiero que sigas dependiendo de mí. Entonces la crisis interna puede ser más de los padres que del adolescente. Es una etapa existencial, por lo que están buscando una identidad y podrán probar por muchas actividades antes de encontrarse a sí mismos.
Mito: Los adolescentes no saben lo que quieren.
Error, el adolescente está en la búsqueda de identidad y en la formación de personalidad. No significa que esté perdido en su vida o que no sepa lo que quiere. Aún nosotras como mujeres adultas a veces nos encontramos en momentos de confusión ante nuestro propio sentido de vida. Tu hijo adolescente está pasando por un momento formativo en donde sabe que lo que quiere es tener una propia identidad. Entonces date cuenta de que en la ecuación sí sabe lo que quiere, quiere ser él mismo.
Mito: Los cambios en su cuerpo, les resultan amenazantes y en ocasiones vergonzosos.
Aquí la pregunta que cabe es si estos cambios resultaban amenazantes o vergonzosos para la sociedad tradicionalista. La sociedad es la que por mucho tiempo ha visto como un riesgo que un niño cambie de etapa porque es una etapa que se relaciona con la capacidad de procreación. Esto implica también que socialmente la amenaza conllevaba la posibilidad de un embarazo no deseado. Si bien es cierto que hay cambios en el cuerpo, esto no significa un riesgo sino una etapa de realidad biológica.
Mito: Los adolescentes son depresivos y tienden a pensar mucho en el suicidio.
Esto no quiere decir que no haya adolescentes que desarrollen depresión. Sin embargo, no es algo que se deba generalizar como que los caracteriza. El punto que puede modificar su estado de ánimo con tendencia a la tristeza y la insatisfacción es la formación de su autoestima y autoimagen que está basada en factores como la aceptación de sus pares, el sentido de pertenencia y la imagen. De ahí que tengan bajas emocionales con respecto a estos temas.
Mito: Los adolescentes quieren ser adultos, pero se comportan como niños.
Es una contradicción. Los adolescentes son eso “adolescentes”, es la etapa que les está correspondiendo vivir y el hecho de que a veces se les estigmatice de inmaduros es algo como pedir que se adelanten a una etapa que todavía no alcanzan. Aunque parezca increíble para algunos padres y madres, el pensamiento crítico está en formación y por lo tanto no van a ver la vida como lo hacían cuando eran niños.
Realidad: Su sistema límbico está altamente activado, por lo que buscan experiencias con mucha carga emocional.
Su desarrollo neurofisiológico los lleva a reaccionar de forma diferente a situaciones de estrés y su capacidad de afrontar las situaciones es de poca tolerancia a diferencia de nosotros los adultos. El funcionamiento de la hormona conocida como Tetrahidro Pregnenolona, misma que actúa como tranquilizante reduciendo la ansiedad, provoca el efecto opuesto en los adolescentes. Es decir, la aumenta.
Realidad: El cerebro de los adolescentes atraviesa por profundas reorganizaciones con nuevas conexiones.
Su cerebro aún se está desarrollando por lo que no es completamente maduro y esto puede llevarlos a ser impulsivos. Las zonas de su cerebro encargadas de medir los efectos de una decisión, aún no se encuentra madura y por lo tanto tienden a actuar sin pensar en las consecuencias. Su capacidad de reflexión es poca, aunque no significa que no la tengan. Aquí lo importante es no esperar que piensen y reflexionen como lo haría un adulto.
Realidad: Para los adolescentes es muy importante el sentido de pertenencia social.
Es una etapa en la que necesitan sentirse parte de un grupo y aceptados por sus pares. Para ello deben tener una identidad social en común. Tu podrías pensar que le importan más sus amigos que su familia y probablemente en esta etapa así sea, debido a que de ello depende la afirmación de su identidad. No quiere decir que no te quieran, es sólo que es una etapa en donde su foco de atención estará colocado en descubrir quienes son y hacia donde van.
Realidad: Los adolescentes pueden tener dificultades de autorregulación emocional.
Debido a que es una etapa donde predominan los impulsos y la poca conciencia reflexiva, pueden presentar baja tolerancia a la frustración por lo que es una etapa muy importante para que puedan aprender de tu mano estrategias de autocontrol. Enseñarles algunas estrategias de gestión emocional es indispensable para que sus impulsos no los sobrepasen. De esta forma sabrán adaptarse a los entornos aun con las dificultades de la etapa.
Realidad: Los adolescentes cuestionan todo.
Efectivamente y esto no tiene nada que ver con rebeldía sino nuevamente con los procesos cognitivos ya que es un periodo de la vida donde surgen las operaciones mentales formales. Esto hace que tengan un mayor pensamiento crítico e incluso existencial y que tengan hipótesis de la realidad y su entorno, motivo por el cual buscan el porque y el para qué de cada instrucción o indicación que reciben de las figuras de autoridad. Necesitan comprender el trasfondo de las cosas sintiéndose parte del proceso de comprensión.
Realidad: Los adolescentes pueden ser muy empáticos y altruistas
Debido al momento existencial y a los procesos cognitivos, su etapa los vuelve menos egoístas que cuando eran niños y comienzan a comprender las cuestiones del entorno que antes no comprendían. Es por ello que tienen mucha más conciencia social que en etapas anteriores. Pueden formar grupos de apoyo a otros e incluso estar comprometidos con causas importantes que los ayuden a sentir que dejan algo para el mundo.
Realidad: La adolescencia tiene tres etapas con características diferentes.
La adolescencia es un largo proceso que conforma diversas etapas durante el desarrollo, es así como la etapa inicial que se caracteriza por los cambios puberales a partir de los 10 hasta los 13 años donde la transformación es de cambios físicos. Luego sigue la etapa media que se caracteriza por un periodo de separación emocional con la familia debido a la relevancia que adquiere el grupo y el sentido de pertenencia, además de que aparecen las conductas de riesgo por que no miden los efectos y se sienten invencivles. Es hasta que viene la etapa de los 18 y 21 años que comienzan a internalizar valores y a tener mucha más capacidad de autorregulación. Sin embargo, la neurociencia afirma que , su cerebro se convierte en el cerebro de un adulto, hasta los 21 en las mujeres y los 25 en los varones.
Realidad: Adolescencia y pubertad no son lo mismo.
Aunque la pubertad y la adolescencia van de la mano, no significan lo mismo ya que la pubertad está relacionada con los cambios o transformaciones corporales como resultado de la maduración sexual en el cuerpo humano y la adolescencia está relacionada los cambios psicosociales y culturales debidos a los procesos psicológicos que se atraviesan desde la infancia a la vida adulta.
Escucha estos mitos y realidades sobre la adolescencia en nuestro podcast 'Mamá Dice'.
Mamá Dice es el podcast de consejitos de maternidad de MamásLatinas. Escúchanos de lunes a viernes en tu plataforma de podcasts favorita. Son cortos y se adaptan al estilo de vida de cualquier mamá.