Generación de cristal: ¿Estamos criando hijos demasiado sensibles, frágiles e impacientes?

Hoy en día es frecuente escuchar a madres, en mis consultas, diciendo cosas como: “A los chicos de ahora ya no se les puede decir nada, son demasiado sensibles a la crítica” o “Los adolescentes de hoy en día están muy sobreprotegidos y no quieren enfrentarse a la vida”. Esto siempre pasa, cada época traerá sus transformaciones y críticas. Sucedió con el boom del Rock&Roll en los años 50, cuando llegó la moda de la minifalda o cuando la mujer pudo votar por primera vez. La resistencia al cambio es inevitable y las viejas generaciones intentarán defender lo que para ellos era funcional. Sin embargo, la "generación de cristal" tiene algo muy peculiar y que marca una gran diferencia, como leerás más adelante en esta nota que te comparto.

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Las nuevas generaciones, en especial la llamada “Generación de cristal o Snowflake, quienes actualmente están entre los 11 y 21 años, han sido etiquetados de frágiles, sensibles y muy impacientes. El punto es que, como todo, lo mejor siempre será el equilibrio e irse a los extremos y ver solo el lado malo o ver solo el lado bueno, impide tener la objetividad necesaria para establecer modelos de educación adecuados a la época actual y también a las necesidades individuales de los chicos que estamos criando. Por ello, aquí te cuento las ventajas y desventajas que les ha tocado vivir a la llamada “generación de cristal”.

¿Por qué los llaman la 'generación de cristal'?

Es la generación de personas que se convirtieron en adultos en la década del 2010 y son catalogados como menos resistentes y más propensos a ofenderse que las generaciones anteriores. Así los denominó la filósofa española Monserrat Nebrera quien designó el término “cristal”, debido a las cualidades de este, pero también debido a sus grandes desventajas. Ser de cristal, porque el cristal se forja a altas temperaturas, sin embargo, al mismo tiempo la hace una generación frágil, además de que está marcada por su contexto histórico de tiempos de mucha inseguridad, amenazas y violencia, además de todos los avances tecnológicos.

¿De donde viene la fragilidad?

Scared teenager biting nails
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La fragilidad es correlacionada con la alta sensibilidad que manifiestan y que muchos adultos tanto critican, considerándolos como adolescentes que se ofenden con facilidad. Y es que, a pesar de que la búsqueda de justicia es una característica de todo adolescente (no importando la generación), la generación de cristal la busca, la propone y la pelea de una forma incansable. La fragilidad es medida en la gran necesidad que tienen de lo justo ante las injusto. Por otro lado, se cree que la sobreestimulación fomenta la hipersensibilidad ya que han estado expuestos a todos los cambios tecnológicos que se han dado de manera intempestiva y que, posiblemente, han generado en ellos un Sistema Nervioso Central más sensible que los hace propensos a ser mucho más reactivos.

¿Por qué la 'generación de cristal' valora tanto los derechos humanos?

Portrait of Group of Gay Friends at Gay Parade
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NO SON INDIFERENTES porque su contexto y los tiempos que les tocó vivir les permiten tener, de primera mano, la información de todo lo que pasa en el mundo, teniendo más conciencia de las sutilezas que antes pasaban desapercibidas. Las redes permiten la denuncia social inmediata y la exposición de la injusticia, la observación y transmisión en tiempo real, situación que era imposible vivir en generaciones anteriores porque la información no estaba tan globalizada, ni la tecnología tan avanzada. La empatía que tienen y la solidaridad que manifiestan, también es el resultado de las nuevas pautas de educación que les dieron sus padres, quienes, en su momento, fueron hijos de la extrema disciplina y que al ser padres decidieron ser más conscientes en las formas de crianza positiva y conscientes debido a la rigidez con las que ellos fueron tratados cuando hijos.

Es una generación de mucho miedo al fracaso y desorientación constante.

Debido a los intentos de padres y madres que han educado a esta generación y en su afán por ser los mejores y dotar de mucho amor y afecto a sus hijos, muchos cayeron en la sobreprotección hacia ellos y desde el lema “no quiero que padezcan la rigidez y autoritarismo que yo viví cuando fui hijo o hija”, pudieron haber sido muy permisivos, por lo que hubo una posible ausencia de límites o exceso de cuidado que conllevó a que los chicos de hoy no quieran arriesgarse, a que tengan miedo al fracaso y se sientan desorientados debido a la falta de límites.

No se comprometen y tienden a la postergación.

Esto lo encuentro muy frecuentemente, y de forma evidente, en mis consultas con los adolescentes. El miedo que tienen a crecer, a la adultez, a la toma de responsabilidades es cada vez más común ya que, si un compromiso no es algo que les garantice gratificación inmediata, pueden dejar a la mitad un proyecto o un plan con el argumento de que no les causa placer alguno o simplemente porque se sienten sobresaturados y no saben lidiar con el estrés natural de la vida ya que los rebasa. Esto implica una falta de habilidades en cuanto a resiliencia, mecanismos de afrontamiento sanos ante el estrés y en cuanto a la superación de obstáculos.

Subestiman sus capacidades y son presa de sus inseguridades.

Young girl feeling alone and solitude at home
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Lamentablemente el auge de las redes sociales influye mucho en la búsqueda de referentes a veces inalcanzables. La generación de cristal busca un sentido de pertenencia y de autoimagen en estándares que proponen las redes y que muchas veces los ponen en peligro y les impiden desarrollar su verdadero potencial. Están tan inmersos en la tecnología y en la pelea por lo justo, que se olvidan de buscar identidad en su propia esencia. La cantidad de información, a la que están expuestos, les impide tener la brújula que necesitan para encontrarse a sí mismos, lo que también implica falta de enfoque y concentración.

Son intolerantes a la crítica y tienen baja tolerancia a la frustración.

El proceso de maduración del cerebro en todo adolescente lleva a que predomine el llamado cerebro emocional y eso sucede en todas las generaciones, sin embargo, en esta se suma el hecho de que los padres han querido entrenar el pensamiento crítico y se han vuelto muy cuestionadores ante el entorno, lo cual es adecuado para que no estén en peligro alguno, sin embargo, pueden caer en un hábito de oposicionismo si no son bien orientados y por lo mismo pueden ser poco tolerantes a la frustración ya que tienden a buscar que las cosas sean como ellos dicen.

Conclusión: Pese a todo, son una generación admirable que forma parte de la evolución social.

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Los métodos de Crianza Positiva han venido a romper con los paradigmas de la educación tradicional, en donde los adultos ejercían un abuso de poder sobre los menores que en antaño solo aprendieron a obedecer sin cuestionar. Cuando los nuevos padres y madres deciden hacer cambio,s desde una paternidad y maternidad consciente y el afecto como base de la salud mental, los cambios tienen muy buen pronóstico, a pesar de las desventajas que tiene la generación de cristal. Como todo, requiere de una etapa de balance y sintonía para encontrar el justo medio y como sociedad estamos en ello. Es por eso que la generación de cristal es admirable, ya que nació en un momento de cambios trascendentales. Hacer una mejor sociedad, libre de violencia, enfatizando los derechos humanos, los derechos de los animales y el cuidado al planeta es algo que ayuda a todo el avance de la humanidad.

__Karina Suárez Fernández es Psicóloga Clínica, Psicoterapeuta familiar y mamá de dos adolescentes __

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