Estoy convencida que inculcar el amor al cuerpo en nuestras hijas, debe comenzar por el amor a la salud y por el respeto a la vida, esto te lo digo porque existe una línea muy delgada entre la vanidad encausada hacia cubrir expectativas en otros basadas en la imagen y el espejismo del culto a la belleza y el verdadero autocuidado que va de la mano con la autoprotección, autoestima y la auto aceptación. ¿Te das cuenta de que no es lo mismo? Puedes decir a tus hijas que amen su cuerpo, sin embargo, todo depende desde que lugar se los estés pidiendo y esto es muy importante ya que de ello depende el mensaje interior que estés sembrando en ellas. Es por ello por lo que aquí te comparto algunos consejos que te pueden ayudar a enseñar a tus hijas a amar todo de ellas.
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Para que tus hijas amen su cuerpo desde pequeñas, primero tu como madre y mujer debes de sanar la relación que tienes con el tuyo, de lo contrario, la falta de congruencia entre lo que les pides y lo que perciben en ti, impedirá que lo que quieres inculcar tenga los resultados que esperas. Las niñas no nacen odiando su cuerpo, ni descuidándolo o criticándolo, esto es algo que surge con el paso del tiempo y con lo que van absorbiendo del entorno y peor aún, a veces es algo que tiene sus orígenes en casa. Por eso, debes enseñarle amor propio y el amor al cuerpo. Descubre en esta nota unas pautas que te ayudarán a que puedas lograrlo.
Escucha este episodio de nuestro pódcast 'Mamá Dice' con consejos para proyectar seguridad y confianza ante nuestras hijas:
Sana la relación con tu cuerpo.
Tus hijas necesitan observar la forma en cómo te tratas y la forma en cómo te valoras. Si aprendes a mirarte al espejo y a mirarte con amor, a agradecer los regalos que cada parte de tu cuerpo te proporciona y a ser consciente de que tu cuerpo es una extensión de tu sabiduría interior, descubrirás que tu vehículo para caminar en la vida se merece todo tu respeto, toda tu admiración y sobretodo toda tu gratitud por permitirte desplazarte, avanzar hacia tus objetivos, ver la naturaleza, escuchar los sonidos, abrazar a tus hijos, en fin, sentir la vida.
Medita con tu hija dialogando con el cuerpo.
Desde que tu hija es pequeña, puedes jugar con ella a dialogar con el cuerpo, es una meditación en silencio o en movimiento donde ambas descubren desde los pies hasta la cabeza lo que cada parte hace por ustedes, hablarle a los pies dándole las gracias por cargar el peso del cuerpo, pasar por las rodillas que permiten la flexibilidad de movimiento, pasando por las piernas que ayudan a caminar y que aguantan grandes recorridos, y así sucesivamente hasta llegar a la cabeza, te sugiero que hagas esta meditación frente al espejo junto con tu pequeña al menos una vez por semana. De esta forma la guiarás a una percepción de salud más que a una percepción que abarque solo la imagen.
Evita los estándares de belleza.
Lo establecido es muy tentador porque nos invita a competir, a adentrarnos a un mundo de belleza superficial, de modelos o patrones a seguir en las imágenes de moda y actualmente mucho desde las redes y los filtros. En este caso, es muy importante que tu hija vea que has encontrado tu propia belleza tanto interna como externa y que si eliges un estándar particular de moda o de arreglo personal es porque te sientes cómoda por ello y no solamente porque es lo que está de moda. Esto es algo que tiene que ser visto por ella en ti, practicarlo como ejemplo para que lo pueda vivir de la misma forma en ella misma.
Trabaja con tu autoconfianza.
Mientras no te sientas con confianza en ti misma no podrás transmitírsela a tu hija, así que evita criticar tu cuerpo o sentirte incómoda contigo misma, si solo ves los desperfectos en ti y lo pronuncias en voz alta todo el tiempo, ella te escuchará y pensará que la aceptación se basa en la perfección de la apariencia. Es importante que te asumas con todo y los desperfectos que consideras tener y que ella note que no te avergüenzas e ello, al contrario, siéntete orgullosa de tu fuerza interior proyectada en tu belleza exterior a tu manera.
Enseñale que su poder está en ser única.
Esto es fundamental, ya que cuando tu hija descubre que es un ser irrepetible y que nadie es igual a ella, notará que lo importante radica en su individualidad y que más allá del autocuidado que deba tener para estar saludable, también es importante la validación que se haga todos los días por ser una persona especial. Más allá de los halagos, se trata de que valore su ser entero, que cuando se mire al espejo tome en cuenta que más allá de una apariencia física, es una persona valiosa que no está obligada a caber en ningún estándar para ser aceptada, que puede amar a su cuerpo alimentándose bien y cuidándolo para ella misma y no para lo demás.
Hazla resiliente ante las críticas.
No la metas en una burbuja de cristal y tampoco le pintes un mundo que no existe. Tu y yo sabemos que en algún momento podría ser presa de alguna crítica del entorno ya que es un muy mal hábito de los seres humanos. Dale las herramientas para que a pesar de la hostilidad que pueda percibir ante algún comentario negativo hacia su imagen, ella confíe en sí misma y se sienta cómoda con quien es, con sus decisiones y con su apariencia física. Enséñale a que le quite el poder a todo aquello que pueda interferir con su amor propio o con su autoimagen, practica con ella posibles respuestas que debe dar o en lo que necesita reforzar en su pensamiento, cuando se encuentre en una circunstancia así.
Cocinen juntas de vez en cuando.
Esto ayudará a que conversen sobre la importancia de alimentarse bien, de nutrir a su cuerpo, de darle salud a través de lo que comen y de preparar con amor lo que va a alimentar a su organismo. Al mismo tiempo que preparan comida juntas pueden divertirse, encontrar un punto de comunicación y podrás explicarle las propiedades de cada alimento que están por consumir, para que ayuden al organismo y la manera en que dan energía para estar sanas y fuertes, no es una actividad exclusiva para tenerla con tus hijas, es algo que puedes hacer con tus hijos también.
Practiquen deporte juntas.
Esto es sumamente importante para que le muestres en la acción la importancia que tiene el darle movimiento al cuerpo, pueden correr, jugar, tener un pequeño partido del deporte que elijan y de esta manera lo harán divertido, pero al mismo tiempo podrá ser un momento pedagógico para ella en el que le muestres que el ejercicio ayuda a que la sangre circule mejor, a que la respiración oxigene de forma adecuada al organismo, algo así como darle mantenimiento al cuerpo a través del movimiento para que no se endurezca o se atrofie. Este es un signo de amor propio que necesita aprender con la experiencia.
Consientan juntas a su cuerpo.
Puede ser en una tarde de madre-hija para ir por un masaje, hacerse una manicura o incluso ponerse unas mascarillas. El mensaje que debes darle no es para que se vea bonita sino para que consientan juntas a su cuerpo que resistió una semana de caminatas largas o de agotamiento natural y que se merece un pequeño regalo de tranquilidad por todo lo que les permitió hacer durante la semana. De esta forma, el concepto de autocuidado irá mucho más allá de la imagen.
Mejoren juntas la relación que tienen con la comida.
Es muy importante que cuando estés eliminando algunas cosas de tu forma de alimentarte, o le pongas límites en el consumo de azúcar a tu hija, por ejemplo, no le transmitas el mensaje de que es un castigo dejar de consumir algunas cosas ya que de lo contrario comprenderá de forma equivocada la importancia de tener un organismo sano y en equilibrio que se vea reflejado también en la salud del cuerpo. Recuerda que no es por un tema de figura, la buena figura es el resultado del autocuidado ya que el objetivo primordial es darle vitalidad al cuerpo y a la mente.
Elimina las críticas al cuerpo de otros.
Quizá no lo hagas, aunque no está por demás que te lo mencione porque es un habito común. Criticar el aspecto de otras personas, aunque sea de broma o hacer comentarios sutiles con respecto a la apariencia, es algo que debes evitar, aunque no lo hagas con mala intención. Evita hablar de lo que miras en otras mujeres, que si esta muy alta, muy flaca, muy gorda, muy chaparra, en fin, existen un montón de calificativos que son el comienzo de una descalificación del cuerpo de otras y que apoyan indirectamente los falsos estándares de belleza. Si tu hija te ve y nota que eres respetuosa con el cuerpo de las demás, ella lo aprenderá como un valor y no hará ninguna crítica tampoco.
Que todo cambio parta del amor y no del odio
Esto significa que, si necesitan hacer un ajuste en la alimentación o algún ajuste en la apariencia física, provenga del amor y la necesidad de verse lindas y con un brillo especial en el espejo, no por complacer a otros, no por moda, no por evitar una crítica. Si tu hija quiere modificar su peinado, su manera de vestir o incluso regular su peso, que sea basado en el mejoramiento, en encontrar una mejor versión de sí misma. Debes estar atenta entonces a los comentarios que hace con respecto al porqué y para qué de su necesidad de cambio ya que debes direccionar adecuadamente la intención de dicha transformación.
Enséñale a respetar el "ser" y no el "hacer".
Es muy común que los logros y el éxito se valoren desde lo que las personas hacen y no desde quienes son. Aquí no cabe si son grandes, pequeños, altos, rubios o morenos. Cada persona tiene un don especial que aportar al mundo y es muy importante que tu hija aprenda a validar desde el ser y no desde su apariencia física o desde lo que hacen. Pueden ser famosos o no, entrar en los estándares de belleza o no pero lo importante es que reconozca la esencia de cada ser humano
Usa cuentos para la autoestima.
Cuando la autoestima está fortalecida en tus hijas, también lo estará la autoimagen porque van de la mano. Así que te sugiero utilizar herramientas pedagógicas como las historias, películas o cuentos en los que te puedas apoyar para que se sientan muy bien consigo mismas desde que son pequeñas y que esto a la larga tenga impactos positivos en su auto concepto y en su autoimagen. Además, los cuentos son un elemento de apoyo magnífico para ti porque le dan un sentido desde su nivel de comprensión y puedan entender lo que les quieres expresar a través de una historia animada o una ilustración
Muéstrale la diversidad del cuerpo.
Tu hija necesita estar consciente desde pequeña que existe una diversidad de formas en el cuerpo, desde tamaños, e incluso tonos de piel y que eso no hace ni mejor ni peor a nadie, simplemente es la persona en sí misma la que vale. Muéstrale como el Photoshop y los filtros, provocan un espejismo de perfección inexistente y que lo mejor siempre será ser natural sin caer en el auto abandono de la imagen que se quiere proyectar a si misma. Esta bien cuidarse, apapacharse y sobretodo verse bonita para agradarse a sí misma, no a los demás.
Escucha en nuestro podcast 'Mamá Dice' algunos tips para empoderar a nuestras hijas desde pequeñas.
Mamá Dice es el podcast de consejitos de maternidad de MamásLatinas. Escúchanos de lunes a viernes en tu plataforma de podcasts favorita. Son cortos y se adaptan al estilo de vida de cualquier mamá.