Es todo un orgullo saber que muchas mujeres a lo largo de la historia han aportado grandes descubrimientos a la ciencia, pero sobretodo es mucho más meritorio saber que estas pioneras tuvieron que luchar contra los prejuicios que les impedían el acceso al conocimiento. Mujeres que nunca se rindieron y abrieron camino a muchas más que siguieron sus pasos para mostrar que la desigualdad no es impedimento para demostrar su lado intelectual y creativo. Es importante que nuestras hijas sepan esto y que en honor a ellas exploten todo su potencial cuando se interesan por la ciencia.
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El lado científico es apasionante y no distingue género alguno y por esto, tu hija debe sentirse apoyada por ti para desarrollar este talento. Si tu hija tiene vocación o la quiere descubrir, puedes impulsarla a que explore este camino en donde sentirá todo su poder personal para intentarlo y estas pequeñas recomendaciones pueden ayudarte para alentarla.
Escucha estos tips para motivar a tu hija a interesarse por las ciencias en nuestro podcast 'Mamá Dice':
Nada mejor que conocer la historia de aquellas mujeres científicas que superaron todas las barreras que las creencias de épocas antiguas e incluso de la religión misma que les impusieron la prohibición al conocimiento por ser mujeres. A muchas de ellas se le impedía el acceso a la lectura, al estudio y a la investigación. Ejemplos como: Hipatita de Alejandría, quien fue una gran astrónoma, hasta Nicole Reine, quien calculó las fechas en que el cometa Halley pasaría por la órbita terrestre, son claras pruebas de que desde la antigüedad existieron mujeres excepcionales.
Permíteles la exploración, no caigas en estereotipos.
Frases como: “calladita te ves más bonita”, “pareces niño haciendo esas cosas”, “te vas a ensuciar” o peor aún, “la curiosidad mató al gato”, impiden que las niñas desarrollen sus habilidades de exploración y de análisis, mismas que necesitan ser explotadas desde la curiosidad, la inquietud y el movimiento. Muchas veces podrán ensuciarse, arrastrarse o jugar con herramientas de construcción. No por ello se están comportando como niños, es sólo su interés por descubrir.
Incítala a la curiosidad desde el contacto en la naturaleza.
Nada mejor que ver el comportamiento de la naturaleza en vivo. La curiosidad que puede generar el estar en contacto con los árboles, las plantas y algunos animales como insectos inofensivos, puede darles las bases para despertar las preguntas del por qué y para qué de los ciclos de la vida. Si visitan un bosque, un parque ecológico, una playa o todo lo que tenga que ver con la naturaleza y la invitas a observar a su alrededor, le estarás fomentando una curiosidad sana por la vida.
Jueguen a hacer pequeños experimentos.
Existen muchos juguetes pedagógicos que resultan divertidos y además de gran aprendizaje porque pueden explorar un mundo sin límites donde desarrollan su capacidad de asombro y de comprensión del mundo. Lo mejor es que puede ser un momento de convivencia en donde ella y tu aprenden juntas experimentando y creando, lo mejor es lo que logran al final ya que pueden hacer cosas fabulosas como una lámpara de lava, un pequeño cohete, congelar agua en un segundo. En fin, hay un sinfín de cosas que pueden desarrollar, eso si, siempre bajo tu supervisión.
Háblale sobre frases célebres de mujeres de ciencia.
Maria Curie, es uno de nuestros máximos referentes como mujer de ciencia y el haber ganado dos premios Nobel es una de las muestras de su legado sobre el campo de la reactividad. Ella decía que “un científico en su laboratorio no es sólo un técnico sino un niño colocado ante fenómenos naturales que le impresionan como un cuento de hadas”. ¿No te parece hermoso?
Crea en ella el hábito de visitar museos de ciencia interactivos.
Hoy en día la tecnología nos da la oportunidad de interactuar y no solo de observar. Cuando tu hija ponga su creatividad en acción, sabiendo que lo que está formando será parte de su colaboración y será mostrado, aunque sea por unos minutos en el museo, se sentirá motivada a seguir construyendo más experimentos ya que el hecho de sentirse reconocida en ello despertará su interés por explorar cada vez más. Todas las ferias de ciencia y actividades vinculadas con ello son el mejor acercamiento para que ponga a prueba sus conocimientos.
Aprendan matemáticas jugando.
Recuerdo que mi hija aprendió las tablas de multiplicar cuando jugamos un dominó de multiplicaciones. Era muy divertido y además le ayudaba a aprender mejor sin crear rechazo por los números. Jugar también a las compras es una manera de experimentar la facilidad y dominio de las sumas y restas. Lamentablemente las matemáticas tienen muy mala fama por considerarse complicadas por muchos niños y es que para que puedan desarrollar el pensamiento numérico necesitan divertirse.
Que tus hijas prueben experimentos en la cocina.
Crear sabores distintos, saber qué pasa si mezcla un ingrediente con otro, crear platillos locos de distintos sabores, combinarlos o adaptarlos a nuevas formas, es una manera de darles la libertad de poner a prueba su curiosidad, creatividad e incluso su lógica. Puede que en ocasiones los sabores no sean tan deliciosos como esperan porque no se trata de cocinar sino de experimentar y eso les da la libertad de no generar expectativas ante un resultado final.
No le des respuestas, mejor hazle preguntas.
La ciencia invariablemente se desarrolla de la observación y el pensamiento crítico. Si tienen curiosidades que implican un pensamiento lógico, no le des la respuesta de manera inmediata, ayúdale a que la descubra por sí misma lo que quiere saber a través de preguntas. Si tú la vas guiando con cuestionamientos como: ¿Tu porqué crees que sea así? ¿Qué te imaginas que ha sucedido para que esto pase? Ella logrará llegar a descubrir muchas cosas por sí misma y a conclusiones interesantes.
Visiten un museo planetario para conocer el cosmos.
Es hermoso ver las estrellas y ya sea que lo hagas con un telescopio en un lugar apartado de la contaminación de luces de la ciudad o que vayas a un planetario educativo, será una experiencia linda porque aprenderá de las constelaciones, de la formación de las estrellas o de otros universos. Pensar en que eso es inalcanzable tiene que ver con la falta de información que las niñas pueden tener con respecto a la astronomía. Así que, si la acercas al cielo, aprenderá mucho de ello.
Pueden crear un pequeño huerto.
La biología y las plantas son parte de la naturaleza y por lo tanto de la ciencia. Conocer los ciclos de vida forman parte del desarrollo de cualquier ser vivo. Si tu hija observa con asombro y con entusiasmo cada parte del proceso de nacimiento, desarrollo y final, podrá comprender la lógica de muchos sucesos y fenómenos estudiados por la ciencia. Además, sabrá que aquello que siembren puede nutrir y alimentar, conociendo así la parte constructiva de la ciencia.
Hazle saber que la ciencia es neutra.
Todo depende del uso que se le dé en la vida, ya que todo descubrimiento o invento puede ser utilizado para bien de la humanidad o para su destrucción, aunque esto solo tiene que ver con la intención de las personas que la utilizan. Así que la ciencia no es mala y ella tiene que estar convencida de ello, de esta forma inculcas en ella un pensamiento científico a favor de la vida.
Puedes obsequiarle algún aparato científico que le agrade.
Si tu hija muestra interés por descubrir, construir o inventar, proporciónale las herramientas para que lo logre. Aparatos científicos como un microscopio infantil, una lupa, mezcladoras para hacer masa e instrumentos de química para hacer diferentes mezclas, le darán la pauta para desarrollar esa capacidad de descubrir los efectos de un invento que provenga de su conocimiento y curiosidades.
Háblale de los inventos de mujeres que han prevalecido.
Inventos como la máquina de coser, el cubo de basura con pedal, lenguajes de programación y otros que son en pro de la salud han sido el resultado de la capacidad inventiva y creativa de muchas mujeres de la historia de la ciencia. Muchas de ellas ni siquiera se conocen desde la fama o divulgación del reconocimiento a su labor.
Motivala a hacer cosas diferentes.
Debido a los estereotipos en cuestiones de género, muchas niñas experimentan miedo a la crítica o al señalamiento por lo que en ocasiones reprimen o dejan de lado ideas que pueden sentir que serán atacadas por otros. Tú eres el mejor referente que ella necesita en cuanto a impulsarla a hacer cosas diferentes que no las pongan en riesgo pero que les ayuden a descubrir otras caras de la vida. Evita criticar sus intentos y permite que bajo tu supervisión ponga a prueba eso que quiere lograr.
Karina Suárez Fernández es psicóloga clínica, psicoterapeuta y mamá de dos adolescentes.
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