
Como mamás, estamos acostumbradas a percibir el maltrato infantil en acciones muy evidentes como los gritos, agresiones, abusosfísicos y psicológicos. Sin embargo, te cuento que también hay otras formas mucho más sutiles que representan un gran riesgo para el desarrollo socio-afectivo de tus hijos. Acciones sin mala intención y que muchas veces por falta de conocimiento ante las consecuencias de ciertas conductas "aparentemente inocentes" que tenemos con ellos, pueden afectarlos con el paso del tiempo. Acá te cuento algo al respecto.
Más en MamásLatinas: El gran daño que el estrés crónico puede causar al cerebro de nuestros hijos
Lo importante es comprender que cualquier tipo de maltrato sutil o no, siempre deja huellas. Y si túvamos descubriendo en qué medida podemos evitarlo, estaremos haciendo muy bien nuestra labor de madre. Nos toca proteger a nuestros hijos y ello abarca una formación para la vida totalmente libre de maltrato.
En la actualidad, hay mucho debate con respecto a este tema, hay quienes aún siguen a favor de los castigos físicos o de la educación a base del miedo. Sin embargo, los tiempos cambian y es importante explorar otras vías, te aseguro que cuando veas a tus hijos sanos emocionalmente, no te vas a arrepentir.
Ahora puedes escuchar el contenido de MamásLatinas donde quiera que estés, a través de nuestro podcast Mamá Dice. Cada episodio contiene tips prácticos para la mujer y consejos enfocados en la crianza positiva y saludable. Escúchanos en tu plataforma de podcast favorita.
Cuando permites que esté presente y sea testigo de actos de violencia doméstica.

Aunque no haya violencia directa hacia él, lo maltratas indirectamente cuando permites que observe violencia alrededor sobre todo si recibes malos tratos de tu pareja. Esto implica que se asuste y se sienta desprotegido aún con tu presencia.
Consejo: No permitas que tu hijo esté presente en situaciones de agresión y apártalo de la forma que puedas.

Si por el motivo que sea eres víctima de violencia en casa, aleja a tu hijo de inmediato. Envíalo a la tienda a comprar algo o pídele que salga a jugar. Es importante que no esté expuesto ni física, ni verbal ni emocionalmente.
Cuando dañas su autoconfianza por ser excesivamente sobreprotectora.

Lo amas tanto que lo asfixias de cuidados. Vives temerosa a que se enferme y todo el tiempo lo cubres, vives temerosa a que se caiga y le impides que desarrolle sus habilidades para enfrentar retos, vives temerosa de que cometa errores y haces todo por el “para que no sufra”.
Consejo: Cuando quieras resolverle la vida o evitarle los retos, imagina su futuro.

Supongo que cuando visualizas el futuro de tus hijos los imaginas seguros, confiados y exitosos, ¿no es así? Pues te cuento que sus logros dependen mucho de la autoconfianza que desarrollen cuando aprendan del fracaso y de los desafíos a los que se deben enfrentar.
Cuando dañas su autoestima con “bromitas inocentes” que resultan un golpe psicológico.

Si analizas el trasfondo de algunas bromas, te aseguro que pueden resultar una bofetada psicológica. No olvides que tus pequeños confían demasiado en ti, papá y mamá son sus héroes y podrían tomar tu broma como un comentario real porque proviene de ti.
Consejo: Sé cariñosa y respetuosa siempre; no sabes la magnitud del regalo que le estás dando para su vida.

Si él bromea contigo, no le respondas con revancha. Podrías ser dura y entrar en una batalla de bromas pesadas y perder de vista la noción de que eres su mamá. Tú eres quien le da confianza y seguridad.
Cuando le hablas mal de su padre o de sus hermanos constantemente.

Tu hijo no es tu amigo, no es alguien con quien tengas que desahogar tus frustraciones o tus opiniones. Puedes ponerlo en un dilema de lealtades y podría llegar a sufrir ansiedad por sentirse un traidor en medio de un conflicto que no le corresponde.
Consejo: Ponte un cierre en la boca y busca desahogos fuera de casa, busca a una amiga o a un terapeuta.

Es por el bien de tus hijos. No debes ponerlos en medio de un conflicto que solo te corresponde resolver a ti. El costo de convertirlos en tu hombro en cual llorar, es muy alto, sobre todo cuando los haces responsables de tus emociones al pedirles indirectamente que te escuchen.
Cuando, sin querer, lo conviertes en un niño rencoroso y desconfiado ante el mundo.

Si tu actitud ante la vida es de queja, tienes el mal hábito de ver el lado oscuro de las cosas, no quitas el dedo del renglón y hablas todo el tiempo del odio que sientes hacia otros por lo mal que te han tratado,¿qué crees que están aprendiendo tus hijos de ti?
Consejo: Lo primero es educar con el ejemplo, que observen menos quejas y más gratitud ante la vida.

Quizá este punto te haga ruido. Hay madres que me han dicho en consulta que prefieren hijos realistas a hijos soñadores. ¿Tú qué opinas de esto? Fomentar el rencor y odio por vivir en un mundo injusto, hace hijos desconfiados y con actitud defensiva.
Cuando apagas su capacidad de asombro ante la vida porque les impides disfrutar.

Apagar la fantasía, la curiosidad y la capacidad de asombro ante la vida tiene que ver con conductas en las que repruebas directa o indirectamente su inocencia, el hecho de que sean traviesos o inquietos y te conviertes en un sargento que no los deja moverse.
Consejo: Pon límites sanos a tus pequeños, pero no impidas que disfruten explorando.

La exploración es una parte natural del desarrollo. Su curiosidad se expresa en el movimiento, en la risa y en el juego. Dales la oportunidad de vivir y disfrutar sus etapas. No los apresures a crecer. Si tienes conflictos para conectarte con ellos, busca ayuda profesional.
Cuando no los escuchas y anulas sus deseos de ser escuchados, o estás ocupada para ellos.

Quizá sientas que por ser niños no tienen derecho a opinar o a decidir. Si bien es cierto que hay decisiones que debes orientar, también es cierto que debes darles la oportunidad de ser escuchados, la oportunidad de pedir lo que necesitan la oportunidad de sentir que son tomados en cuenta.
Consejo: Aunque tengas prisa, aunque estés ocupada, siempre date un tiempo para escucharlos atentamente.

A veces tienes que trabajar o estar atenta a los pendientes del día. Pero el que los mires, los escuches y los alimentes de tu atención, es algo que a la larga les dará seguridad ante la vida. Es imprescindible que se sientan tomados en cuenta para conseguir lo que desean en la vida.
Cuando se vuelven extremadamente fríos y distantes por miedo a tu rechazo o porque lo aprenden de ti.

Frases como: “Es que no soy muy cariñosa"; "Es que a mí no me enseñaron a abrazar"; "Es que no soy tan afectiva” solo indican tu miedo al acercamiento. Esto puede ser transmitido de generación en generación y puede convertirse en una enorme dificultad de contactar y de empatizar con otros.
Consejo: No te pido que te vuelvas miel, pero aprende a tener contacto afectivo sin sentirte extraña por ello.

Darle un abrazo, tomarlo de las manos o una palmada en la espalda ayudan. Aunque no estés acostumbrada, el afecto es medicina para el desarrollo psicológico saludable. Si sienten tu acercamiento se sentirán cobijados.
Cuando descalificas sus sentimientos y, por reprimirlos, se enferma con frecuencia.

Comentarios del tipo: "Lloras por todo, por todo te enojas, eres demasiado apático o eres muy …” en fin, la lista es larga. Cuando criticas sus sentimientos le das el mensaje indirecto de que lo que siente está mal y debe reprimirlo y puede enfermar.
Consejo: Quizá sientas que exagera, pero son sus sentimientos y debes respetarlos.

No lo juzgues por sentir lo que siente. Si está enojado, hazle saber que entiendes que esté enojado, no por ello dejarás de ponerle límites. Quizá le digas: “Entiendo que estés enojado, aunque te pido que no grites”, o “entiendo que estés muy aburrido, pero te pido que intentes disfrutar”.
Cuando aprende a complacer a otros porque lo condicionas que si no hace lo que quieres lo dejarás de querer.

Sentir que el amor está condicionado y que debes cumplir las expectativas de otros para recibirlo, es una manera de exponer a tu hijo a ciertos riesgos con tal de sentirse amado. Si tiene que hacer o dejar de hacer cosas para recibirlo, podría representar un peligro.
Consejo: Jamás condiciones el amor que le tienes ni lo amenaces con dejar de quererlo, separa su esencia de la conducta.

Tus intenciones son educativas, pero terminan siendo negativas, aunque no lo notes. En este caso, si estás muy enojada con tu pequeño. Hazle saber que lo amas así: "A ti te amo, siempre te voy a amar, aunque estoy muy enojada con tu actitud o tu conducta”.
Cuando lo ridiculizas en frente de la gente y se siente observado y juzgado por otros.

Lo único que logras con esto es perder su confianza y aunque no sea tu intención molestarlo, tomarlo como objeto de burlas o sacar en cara algo que te platicó, hace que desconfíe y decida no comentarte sus asuntos personales.
Consejo: No ridiculices a tu hijo, él necesita contar contigo como aliada, no como enemiga.

Si tu hijo siente tu respeto, siempre tendrá confianza en ti y podrás acompañarlo durante todo su camino y su desarrollo. No eches a perder esta valiosa oportunidad de ser una confidente importante en su vida.
Escucha cómo estas formas de maltrato también pueden afectar a tus hijos en nuestro podcast.
Mamá Dice es el podcast de consejitos de maternidad de MamásLatinas. Escúchanos de lunes a viernes en tu plataforma de podcasts favorita. Son cortos y se adaptan al estilo de vida de cualquier mamá.