4 Consejos para que tu hijo se acueste a dormir sin protestas

Hacer que los niños se acuesten y se queden dormidos puede ser una tarea hercúlea. Los bebés y niños pequeños son famosos por sus payasadas anti-sueño, tanto así que ha sido bien documentado en libros, programas de televisión y películas por años. Pero lo que han descubierto algunos estudios es que esto puede no sólo ser debido a la naturaleza rebelde de los niños pequeños, sino que puede, en realidad, ser causado porque los mandamos a la cama sin tener en cuenta su ritmo biológico.

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Una de las cosas que aprendí de tantas investigaciones sobre el sueño de los niños y que practiqué durante la infancia de mi hijo, es que, según el pediatra y experto en sueño infantil Dr. Marc Weissbluth, la mayoría de los niños funcionan mejor en este tema si se les pone un horario de ir a la cama más temprano y de forma consistente. Su sugerencia es que los bebés y los niños pequeños deben dormir entre las 7 y 8 de la noche (si duermen la siesta durante el día), porque es cuando sus cuerpos son más susceptibles a dormir. Esto tuvo sentido para mí, así que, aunque soy un búho en lo que se refiere a los ciclos de sueño, mi hijo tiende a dormirse un poco pasadas las 8 casi todas las noches, y nos ha funcionado muy bien, está durmiendo entre 11 y 11.5 horas todas las noches a los 19 meses de edad.

Una investigación reciente de la Universidad de Colorado, Boulder, parece haber demostrado la importancia de enseñar a los pequeños a acostarse a una hora adecuada y lograr conciliar el sueño. Durante años, los científicos han estudiado los ritmos circadianos y efectos de las hormonas en el sueño adulto, pero se han hecho muy pocas investigaciones sobre los niños. Sin embargo, la especialista en sueño Monique LeBourgeois ha descubierto que el niño de edad preescolar promedio experimenta un aumento de la hormona melatonina, que induce el sueño, alrededor de las 7:40 y se duerme fácilmente alrededor de una hora más tarde. Pero cada niño es un mundo y los ciclos de sueño cambian continuamente.

Así que ¿qué significa esto para nosotros como padres? Básicamente, que deberíamos tomarnos periódicamente el tiempo para monitorear el comportamiento de nuestros hijos con el fin de que podamos cambiar sus horarios según sus ritmos biológicos actuales, en lugar de mantener un horario rígido por años. Aquí tienes algunos consejos más para ayudar a tu pequeño a facilitar la hora de ir a dormir.

1.Haz de las siestas una prioridad. Todos los expertos del sueño está de acuerdo en que dormir durante el día es crucial cuando se trata de evitar que los bebés y niños pequeños estén demasiado cansados. Esto, a menudo, resulta en una lucha agotadora contra el sueño que querrás evitar a toda costa.

2.Fuera la electrónica. Los televisores, teléfonos celulares y tabletas, emiten un tipo de luz que confunde el ritmo circadiano, y debes evitar dejar a tu hijo usarlas alrededor de la hora de acostarse. Por el contrario, hazlos participar en actividades relajantes como lectura o un simple rompecabezas.

3. Tener una rutina fija. Las rutinas son reconfortantes para los niños, les gusta saber qué esperar y prosperan cuando se cumplen esas expectativas con regularidad. Una rutina fija todas las noches que comience 30 minutos a una hora antes de acostarse indicará a tu niño que es hora de relajarse y entrar en modo de sueño.

4.Apaga la luz. Trata de oscurecer la luz en tu casa antes de la hora de acostarse para señalar, una vez más, que el día está llegando a su fin. Entonces, asegúrate de que el dormitorio de tu pequeño es lo suficientemente oscuro como para dormir cómodo, pero no tanto como para no percibir que amaneció hasta horas después de que lo haya hecho. La luz natural es una señal importante para que el cuerpo mantenga  el ciclo sueño-vigilia en orden.

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