Ahora que llegó el Día de Acción de Gracias y todo parece ser luces, comidas y celebración, ¿por qué no detenernos un momento y pensar sobre los verdaderos valores que celebramos? Para mí, Thanksgiving o Acción de Gracias, es una de mis fechas favoritas porque me recuerda mirar desde una diferente perspectiva y agradecer de corazón todo aquello que tengo y tiendo a olvidar.
Para muchos el agradecimiento es sólo una forma de cortesía. Sin embargo el poder de decir "gracias" va muchos más allá de un simple acto de buena educación. Se ha comprobado que las personas agradecidas llevan vidas más conectadas y felices. Siendo esto parte tan clave de nuestra vida. ¿Cómo le enseñamos a nuestros hijos el verdadero valor de la gratitud?
En general lo niños están muy centrados en su propio mundo para prestar demasiada atención a los sentimientos de otros, lo cual no quiere decir que no puedan aprender a agradecer desde la más tierna edad. Por supuesto no se trata de un clase única sino de una lección que se enseña a través del tiempo, con mucha constancia y sobre todo, guiando a través del ejemplo.
Aquí cuatro claves que te pueden ayudar a criar niños agradecidos:
1.- Comienza temprano: Desde los 18 meses los niños pueden empezar a decir "gracias" y "por favor", aunque todavía no entiendan claramente el significado del gesto. Pero el agradecimiento, así como cualquier otro valor que quieras enseñarle, es importante que sea introducido en su dinámica diaria desde temprano. También se le pueden leer libros sobre el tema o contar pequeñas historias sobre compartir, ayudar a otros.
2.- Conviértelo en un hábito: Es maravilloso tener fechas especiales para dar gracias, pero en ningún momento tiene que dejarse para una sola vez al año. Enséñale a tus hijos a ubicar las pequeñas y grandes cosas por la que tienen que estar agradecido cada día y crea tus pequeños ritos para expresarlo como una pizarra en la nevera para agradecer por la cena de anoche o poner una hora de la semana para llamar a la familia lejana. Si ya pueden escribir, déjalos que te ayuden a escribir cartas de gracias y propónle llevar una libreta con una lista de cosas por la que están agradecidos.
3.- Involúcrate con a comunidad: No hay mejor manera de enseñar que la práctica. En la medida que más te involucres en ayudar y dejarte ayudar por tu familia, comunidad y amigos, tus hijos aprenderán a agradecer la presencia de otros en sus vidas. También comenzarán a darse cuenta de que muchas personas carecen de aquello que ellos dan por sentado como un par de zapatos nuevos para el inicio de clases o simplemente el abrazo de un ser querido a la hora de dormir.
4.- Da el ejemplo: No puedes inculcar algo en lo que no crees, por lo que si quieres realmente criar un niño agradecido tienes que empezar por ti. Agradécele a tu niño cuando arregla sus juguetes, cuando se comporta bien en la visita al médico y hasta cuando permanece callado mientras haces una llamada importante.
El antiguo filósofo chino Lao-Tse decía que: "el agradecimiento es la memoria del corazón", una hermosa frase que nos recuerda que eso que apreciamos se queda para siempre en nuestro sentimientos y nos hace sentir más vivos y felices.
Imagen vía Alejandra Escobar Ryan/Facebook