Podrías estar casada con un violador de niños

No quiero ni imaginarme lo que debió haber sentido una mujer de Massachusetts después de enterarse que su marido, en realidad, era un maniaco sexual que pertenecía a una monstruosa banda de pornografía infantil internacional. La verdad salió a la luz, cuando Robert Diduca, quien era gerente de un hotel Sheraton en Massachusetts, envió la fotografía de un niño holandés a un agente federal encubierto en Boston. Diduca, casado y con dos hijos, usaba el apodo de "Babytodd" y al enviar la foto creyó que lo hacía a otro hombre que deseaba contacto sexual con bebés e infantes pequeños, como lo informó el diario mexicano El Universal.

Según este informe, en la foto que envió este individuo, se veía a un bebito angustiado y semidesnudo, de año y medio de edad, junto a un conejito de peluche. Sorprendentemente, esta fue la pista que ayudó a rastrear a los involucrados, pues gracias a que una policía danesa reconoció que el conejito de la foto, pertenecía a una serie de libros infantiles en Holanda, pudieron seguirle el rastro al niño y determinar quién había sacado la foto. Se trata de Robert Mikelsons, empleado de una guardería infantil, que había sido contratado para cuidar al niño. En su computadora la policía encontró miles y miles de fotos de niños que eran víctimas de abusos y violación, incluido el bebé que tenía el conejito de peluche.

Por fortuna, éste sujeto, así como el que envió la foto, y otros individuos pertenecientes a esta red internacional, están ahora tras las rejas. Pero no cabe duda, que la historia es aterradora pues te lleva a reflexionar sobre el peligro al que están expuestos varios pequeñitos, muchas veces, bajo el cuidado de las personas de las que menos desconfiamos ¿Quién se atrevería a sospechar que su marido es un pederasta? Ya me imagino, el horror que debió haber sentido, la esposa de Diduca, tras enterarse de que éste en realidad era un maniaco sexual ¡No quiero ni pensar en el daño que este sujeto le pudo haber hecho a sus propios hijos!

Sin duda, se trata de un caso angustiante, porque nos abre los ojos, sobre la cruel manera de operar de estos pederastas. Y es que, ante los ojos de los demás, suelen comportarse como sujetos normales, pero en el fondo, son personas repugnantes que disfrutan con el dolor de los más pequeñitos y hasta fantasean sexualmente con ellos ¡Qué asco me dan estas personas! Sinceramente, no hay pena ni castigo suficiente para estos sujetos, sólo puedo esperar que se pudran en la cárcel y que sufran el triple de lo que sufrieron los pobres angelitos de los que abusaron.

Mientras tanto, lo único que podemos hacer, para que estos individuos no se sigan saliendo con la suya, es cuidar de nuestros niñosy no confiar absolutamente en nadie, ya que está visto que, a veces, ni en tu marido puedes confiar.

Imágenes vía Netherlands Police/ICE, Leavenworth County Sheriff's Dept.