El amor maternal ayuda a desarrollar el cerebro de los niños

Sí, lo confieso con la mano en el pecho y haciendo pucheros, que de acuerdo a un estudio publicado por Live Science, el amor maternal puede ayudar al desarrollo cerebral de los hijos. Por supuesto que me sentí por un lado reconfortada porque la verdad que soy bastante amorosa con mis hijos, y por el otro me sentí como la suela de un zapato por todas las veces que les he gritado, amenazado con lanzarles un chancletazo y les he puesto cara de bruja, con verruga en la nariz y todo.

¿Qué le vamos a hacer? No todo el tiempo somos unos jardines floridos. Sobre todo en esos momentos en los que tu hijo de seis año grita y corre por toda la casa y, el de dos salta del sofá al sillón y hace un reguero de leche y cereal. Mientras tu vecina le pega escobazos al techo – es decir, tu piso-  para que tus hijos se calmen. Sin embargo, no todo es crítico y caótico.

Darles amor, abrazarlos mucho y a cada momento, besarlos —al punto que el más grande me ha apodado el “tirabesitos”— es algo que también hago cotidianamente, lo cual según el citado estudio está contribuyendo a desarrollar su hipocampo, una zona del cerebro, situada junto a los ventrículos laterales del encéfalo.

El amor de madre –intangible pero omnipresente- puede lograr que el cerebro de un pequeño se desarrolle 10 por ciento más que el de los niños que crecen carentes del afecto materno. De la misma manera, se ha determinado científicamente que los niños rodeados por un ambiente amoroso y afectivo tienen un mejor rendimiento escolar, mayor efectividad en el manejo del estrés y mejor desarrollo emocional que los infantes que carecen de afectividad materna.

“Ahora podemos decir confiadamente que el ambiente psicosial tiene un impacto material en el desarrollo cerebral del ser humano”, aseguró la doctora Joan Luby, quien lideró la investigación científica, además de ser una de las psiquiatras residentes de la Escuela de Medicina de la Washington University, ubicada en St. Louis, Minnesota.

Así que ya sabes, cuando alguien te diga: “mimas demasiado a ese niño, lo estás abrazando todo el día”, tienes un argumento irrebatible en sus manos: estás contribuyendo con su desarrollo cerebral.

Lo importante es tener un balance y no pasarnos de la raya. Creo que los niños necesitan disciplina y guía, pero también mucho cariño. Así que como siempre busquemos un equilibrio, pero esto no es nuevo para nosotros ¿verdad? De eso se trata la crianza, de ser equilibrados y tratar de dar lo mejor siempre.

 Imagen vía pcgn7/flickr