Actriz exhibe malos tratos contra migrantes tras ser encadenada en centro de detención

La actriz canadiense Jasmine Mooney, de 35 años, está pasando unos de los días más complicados de su vida, luego de que agentes migratorios la detuvieran el 3 de marzo en San Diego, en la frontera con México, cuando planeaba aplicar para una visa de trabajo NAFTA, luego de que le revocaran su visa anterior.

Jasmine, quien formó parte de la película American Pie Presents: The Book of Love y tenía una oferta de trabajo en Estados Unidos, se presentó en la frontera con México para solicitar su nueva visa, pero en lugar de recibir el papel que le otorgaría pleno acceso al país, la detuvieron y la tuvieron bajo condiciones inhumanas.

De acuerdo al testimonio de la propia actriz, quien estuvo más de dos semanas detenida, tras su aseguramiento vivió un auténtico suplicio y momentos de terror junto a otras mujeres que estuvieron retenidas en el mismo lugar que ella y sin saber cuál sería su destino.

Pasó las tres primeras noches en un centro de detención de California.

La actriz pasó los tres primeros días en un centro de detención de California y posteriormente la llevaron en plena madrugada a un centro de detención en San Luis, Arizona.

Estaban alojadas juntas en una sola celda de hormigón, sin luz natural, con luces fluorescentes que nunca se apagan, sin colchonetas, sin mantas y con instalaciones sanitarias limitadas”, declaró su mamá Alexis Eagles en entrevista con el periódico Vancouver Sun.

La actriz también denunció las condiciones inhumanas en las que la tuvieron.

Además de su madre, la actriz al igual compartió detalles del centro de detención en el que estuvo, un lugar que definió como el sitio más inhumano en el que haya estado en su vida.

“Nunca en mi vida había visto algo tan inhumano. Me metieron en una celda y tuve que dormir en una colchoneta sin manta ni almohada, con el cuerpo envuelto en papel de aluminio como si fuera un cadáver durante dos días y medio”, detalló en una conversación que tuvo con ABC News.

También pasó tiempo encadenada.

Las condiciones inhumanas a las que Jasmine hizo referencia no solo se limitaron al lugar donde dormía, sino que también porque pasó todo un día encadenada.

“Cada guardia que me veía me decía: ‘¿Qué haces aquí? No entiendo, eres canadiense. ¿Cómo estás aquí?’. Estuvimos 24 horas encadenadas”, se sinceró la joven sobre uno de los momentos más duros de su detención.

Salió libre el fin se semana, pero las huellas del encierro siguen presentes.

Aunque Jasmine ya está de vuelta en Canadá desde el pasado fin de semana, la realidad es que la experiencia que vivió la dejará marcada, pues aún sigue teniendo muy presente todo lo que vivió en su intento por ingresar a Estados Unidos en búsqueda de una nueva oportunidad laboral.

“Para ser honesta, todavía estoy asimilando todo. Hace tiempo que no duermo, ni como bien, así que simplemente estoy siguiendo mi rutina”, comentó a CTV News, mientras que en sus redes sociales comparó lo vivido con un experimento psicológico muy perturbador.

¿Qué es la visa de trabajo NAFTA que ella tenía?

Tras su liberación Jasmine Mooney compartió su testimonio en un texto que escribió para The Guardian, en donde brindó mayores detalles sobre los momentos de terror que vivió en el centro de detención, luego que de fallara en su intento por obtener una NAFTA Work Visa. Esta es un tipo de visa que permite a ciudadanos de México y de Canadá trabajar en Estados Unidos en ocupaciones específicas, pero cuando intentó renovarla rechazaron su solicitud.

“Me dieron un montón de papeles para firmar y me dijeron que me prohibirían la entrada durante cinco años a menos que solicitara el reingreso a través del consulado. El funcionario también dijo que no importaba si firmaba los papeles o no, que lo harían de todas formas”, escribió en su texto.

En su mismo escrito detalló que durante su estancia en los diversos centros de detención, conoció la historia de varias mujeres, a quienes, en la mayoría de los casos, las detuvieron por haber excedido el tiempo de estancia de su visa, mientras que a otras tantas las retuvieron porque al momento de la inspección no llevaban con ellas sus pasaportes.