Como cualquier otra niña de 5 años, a mi hija Vanessa le encanta su pelo largo. A mi no me enloquece porque siempre está enredado, pero le he prometido que voy a dejar que le crezca, cortándole solamente las puntas para mantenerlo sano y prolijo. Ella está feliz porque dice que se ve linda con su cabello largo. Por eso me parece realmente increíble que una niña en Texas se dejo crecer el pelo por un año y después dejó que se lo cortaran para donarlo a una organización que hace pelucas para niños que sufren de cáncer o cualquier otro problema que causa que pierdan su cabello.
Juro que no deja de impresionarme lo dadivosos y altruistas que pueden ser los niños, muchas veces sin que nadie les diga que así deben serlo.
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Esto fue lo que pasó en el caso en Texas: Katie Tindall se dio cuenta que algo andaba mal con su amiga Emily Peña cuando esta comenzó a usar una gorra en clase. Después de hacer algunas preguntas, se enteró que a Emily se le había caído el cabello como resultado de los tratamientos de quimioterapia que estaba recibiendo en su lucha contra el cáncer.
La mamá de Katie dice que su hija se quedó tan impactada que decidió dejarse crecer el pelo por un año para después cortárselo y donarlo a una organización que se llama Wigs for Kids. Sé que Katie no es la primera niña en hacerlo, pero igual me parece sumamente generoso y amoroso de su parte. Es decir, me parece el máximo sacrificio que puede hacer una niña porque bien sabemos que, por lo general, nuestro cabello es gran parte de nuestra imagen personal y perderlo puede impactar fuertemente nuestra autoestima. Me pregunto si mi hija sería capaz de hacer algo similar.
¿Crees que tu hija podría donar su cabello?
Imagen vía KHOU
