¡Cómo extraño mi Semana Santa’ latinoamerican style’!

Yo no soy una persona que se toma en serio las obligaciones de las iglesias tradicionales, pero hay momentos y ritos que disfruto y  feriados que habían sido sagrados hasta que me mudé a Estados Unidos.El más importante para mí: la Semana Santa.
Desde pequeña he asociado estas fechas con días de unión familiar. Toda mi familia, incluidos tíos, primos y uno que otro amigo transformado en pariente por el cariño, nos reuníamos en Semana Santa. Era fácil porque todo el mundo estaba de vacaciones. Casi siempre nos quedábamos en la cuidad, porque eran los mejores días para disfrutarla. ¡Estaba vacía!

Así, aprendí a conducir un atomóvil  la Semana Santa del año que cumplí 18, aprovechando que los temporadistas se iban en masas a las playas. También recuerdo como si fuera hoy, las procesiones, las visitas a las 7 iglesias y hasta los pleitos con los niños de mi familia que se negaban a comer pescado.

Fue, además, en una Semana Santa que acampé por primera vez en la playa con amigos de la universidad. Recuerdo el shock que recibí recién mudada, cuando me dijeron que en Estados Unidos no había feriado en estos días. "¡Quizá el viernes
santo, pero no es seguro!", me dijo mi primer jefe en este país, quien entendió perfectamente mi cara,  porque también era latinoamericano.Después de 18 años acá, todavía no me acostumbro. Acabo de hablar con mi hermano, que vive en España, y los primos están reunidos todos desde ayer. Mi mejor amiga en mi país está en la playa con toda su familia. Como en Florida el Spring Break fue hace dos semanas, mis
niños estuvieron en clases hasta el jueves. Mi marido trabaja incluso el domingo. Y yo he pasado la semana suspirando con nostalgia por mi cultura y las tradiciones de mi infancia. Eso, aparte de la envidia…por que obvio, casi nadie por allá la pasó trabajando. ¿Te pasa a ti? ¿Cuáles son las fiestas que más te hacen falta?

Imagen via Keneth Cruz/flickr