El verano nos encanta por las posibilidades que tenemos de salir a disfrutar de la playa, la piscina, el campo o la montaña. Nuestros días al aire libre se traducen en momentos de relajación, pero desafortunadamente también implican ciertos daños para la piel, el cabello y las uñas. El sol, la humedad y los insectos, entre otros factores, no son amables con nuestra belleza. Afortunadamente tenemos un arsenal de remedios caseros para prevenir y/o combatir estos problemas. Y es que por la belleza no hay que dejar de disfrutar de esta temporada deliciosa que tanta diversión y buenos recuerdos nos deja.
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Mucho se ha dicho de los daños que ocasiona el sol en nuestra piel así como en nuestro cabello, por lo que es importante conocer cuáles productos naturales aplicarnos antes, durante y después de la exposición a sus rayos. También vale la pena asegurarnos de darles un cariñito a nuestros pies que volverán cansados de largas caminatas. Eso por no hablar de las manicuras y pedicuras arruinadas, el cabello quemado y verde por el mar o la piscina.
Aquí tienes remedios caseros para evitar llegar a ese punto y solucionar rápido cualquiera de esos típicos problemas que causa el verano en nuestra belleza.
Las quemaduras solares son muy dolorosas.
También pueden ser feas. Lo mejor para evitarlas es no ponerse al sol cuatro horas alrededor del mediodía. Usar sombrero y ropa adecuada. Pero si te llegas a quemar la piel, lo mejor es acudir a la botica de la abuela. Lo primero que tienes que hacer es hidratarte. Toma agua y evita la cafeína.
El aloe vera es una planta mágica.
El gel de la planta de sábila es buena para muchas cosas, comenzando por la piel. Si tienes una planta en casa, o puedes comprar una penca en el supermercado, ábrela con cuidado y sácale el gel. Colócalo sobre la parte más quemada por el sol y lo que no uses guárdalo en la nevera. Permanece en buen estado hasta por tres días. Verás que te quita el ardor de inmediato.
Los emplastes de camomila alivian la inflamación.
Si se te han hinchado o irritado los ojos después de un día de mar o alberca, ponte emplastos de camomila sobre los párpados y descansa un rato. Verás como lucen claros y aliviados despues de 15 minutos.
La papaya es una fruta restauradora.
La piel agradece un emplasto de papaya después de un día de sol. Puedes hacerla como puré, ponerla en la nevera y ponértela sobre las partes de tu cuerpo que se hayan enrojecido por el sol.
El vinagre de manzana ayudará a tu cabello.
También a tu piel si está irritada. Coloca dos tazas y media de vinagre en una bañera con agua y te sentirás como nueva después de un día en la playa. Tu pelo quedará brillante y tu piel de seda.
La cúrcuma es un gran regalo que nos ha dado la naturaleza.
Es el mejor desinflamante que existe. Tanto así que ya hay muchos suplementos de turmeric, como se llama en inglés. En el caso de la piel, es maravilloso para atender áreas irritadas, quemadas e inflamadas por el sol, la sal y hasta cierta ropa veraniega, como las camisetas con tiritas. Se aplica en cataplasma con una mezcla de polvo de cúrcuma y un poquito de agua.
Pocas personas pasan un verano sin al menos una picadura de mosquito.
Lo malo de estar a la intemperie en temporada de verano es que también es la época de los mosquitos. Lo mejor es prevenir empleando un repelente de tu preferencia, pero si igual eres presa de las picacuras de mosquitos, te recomiendo colocarte una mezcla de bicarbonato de sodio (baking soda) y agua en el área afectada, pues hace que no se inflame y enrojezca.
El hielo ayuda a combatir las ronchas de los mosquitos.
Si pones las compresas frías con hielo sobre el área de las picaduras antes de que se empiece a hinchar, hará que casi np te pique o moleste y que por ende desaparezcan los desagradables efectos velozmente.
Un baño de avena puede ser mágico.
Este cereal maravilloso tiene el poder de aliviar las picaduras de insectos, recuperar la piel y hacerte sentir como una reina. Vierte dos tazas de avena sobre una bañera llena de agua tibia y prepárate para salir hecha una diosa de verano.
El cabello es una de las principales víctimas del verano.
Para protegerlo lo mejor es evitar que se exponga demasiado al sol, el mar y el agua de la piscina. Pero si no hay remedio, hazte un enjuague de vinagre de manzana y déjatelo puesto.
El sol y la sal pueden quemar el cabello de la peor forma.
Si llevarlo recogido en el mar no va con tu look, aplícate en las puntas un poquito de tu acondicionador favorito y déjatelo puesto para protegerlas. Para mejores resultados, colócate un aceite reparador para el cabello como de argán, coco o aceite de oliva durante la exposición al sol para protegerlo y nutrirlo.
La piel de los labios es muy delicada.
Durante el verano se puede quemar y resquebrajar. Si te sucede, aplícate puré de tomate, de papaya o gel de aloe vera. Durante la noche, ayuda que te pongas una capita de aceite de coco, pero asegúrate de quitártela antes de volver a exponerte al sol.
La necesaria depilación para el verano puede causar serias irritaciones.
Para reducir el tamaño de los poros después de una depilación, aplícate compresas de manzanilla o miel de abeja local. Verás que se calman y tu piel quedará lista para ser exhibida en público.
El cloro de las piscinas no es amigo del cabello.
A todas nos lo deja como una escoba y a las rubias hasta se lo puede poner verde. Asegúrate de enjuagartelo bien después de meterte en la alberca y darle un tratamiento con aceite de coco o aceite de oliva en la noche.
La pedicure y la playa no se llevan bien.
La arena es abrasiva y puede arrancarte el esmalte, por lo que lo mejor es aplicarte unas capas de brillo antes de ir al mar. También es recomendable no llevar las uñas muy largas e incluso usar solo un esmalte claro o color carne.
La piel de los pies se pone dura en el verano.
Para evitar que se acumulen las callosidades, date una pasada vigorosa con piedra pomez u otro instrumento para exfoliar los pies. Luego úntate aceite de coco, ponte medias y déjatelo toda la noche. Te van a quedar como los de los bebés.
El calzado del verano puede acabar con los pies.
En estos meses de vacaciones solemos caminar más de la cuenta y como consecuencia, aporrear nuestros pies con el calzado que llevamos. La miel de abeja local es un remedio increíble para aliviar el dolor causado por las ampollas. Además de eficaz es accesible y económico.
El verano es la época de manicuras dañadas con alta velocidad.
Para proteger el esmalte, colócate una capa extra de brillo todos los días. Al igual que con la pedicura, usa colores claros. Para tener manos lindas, si decides dejar tus uñas al natural para evitar esta preocupación, date masajes con aceite de coco sobre las uñas y cutículas después de un día bajo el sol.
Una buena hidratación es esencial para estar bella en el verano.
Por mucho que hagas en lo externo, no hay que olvidar que la piel es un órgano del cuerpo, de hecho es el más grande, y el cuerpo es un organismo interconectado. Lo mejor que puedes hacer para estar hermosa es no deshidratarte, comer bien y dormir las horas necesarias.
Así que prepárate para disfrutar y no sufrir el verano.
Los remedios caseros son esenciales para que te mantengas bella y sin incomodidades. Lo ideal es que te mantengas bien surtida de los ingredientes como la avena, la miel, la camomila y la sábila, y estés lista para solucionar con rapidez cualquiera de estos incómodos problemillas.