Si los niños de esta foto sufrieran de alergias estacionales no estarían felices y sonrientes, sino hechos un mar de ojitos irritados, narices descontroladas y sonoros estornudos. Y es que estos pequeños tienen alrededor muchas de las cosas que no debes tener en tu casa si tus hijos tienen este problema.
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Aunque la mayoría de los irritantes en el caso de las alergias estacionales están en el aire, las casas en este país están diseñadas para atrapar el aire con la temperatura adecuada. Esto hace que se acumulen dentro las partículas que más daño le hacen a los niños alérgicos.
Además, las esporas de polvo que se acumulan en los textiles y la caspa en los pelos de las mascotas agravan el problema. Por ello, es importantísimo para la salud de tu familia que te informes bien sobre las cosas que no debes tener en casa, especialmente en el cuarto, si tienes un hijo alérgico.
Una habitación llena de cosas puede provocar una reacción alérgica.
Para comenzar es imposible limpiarla bien, por lo que se acumularán las esporas de polvo y quién sabe que otros irritantes sin que puedas dar con ellos.
La alfombra es un criadero de irritantes.
Aunque la aspires constantemente, no hay máquina para el hogar, que sea capaz de deshacerse de todo lo que puede provocar una reacción alérgica en tu hijo. Si alquilas y la casa tiene alfombra de pared a pared, es posible que haya leyes en tu estado que obliguen al casero a cambiar el piso en el cuarto de tu hijo. Infórmate.
Un niño alérgico no debe tener peluches.
Tampoco muñecos de trapo. A muchas mamás se les hace difícil mantener esta regla, pero es importante. Estos muñequitos acumulan las esporas de polvo y como los niños los mueven y los abrazan, quedan cerquita de sus caritas haciéndoles daño.
Las plantas son hermosas, pero dañinas para los alérgicos.
Ninguna es recomendable, pero las peores son las que tienen hojas pequeñitas y difíciles de limpiar y las que dan flor.
Las que hacen menos daño son las llamadas suculentas.
Las mascotas son adorables, pero para los niños alérgicos son mejores las que no tiene pelo.
Los llamados perros hipoalergénicos son los que tienen lana, en vez de pelos en la piel. Los pediatras aseguran que no hay gatos hipoalergénicos.
Por mucho que pida, es mejor evitar las mascotas tradicionales en las casas de los niños alérgicos. Un pez, una tortuga o hasta un lagarto pueden ser una opción.
Cada vez hay más productos de cama para niños alérgicos.
Pero para comenzar, debes comprar una que no tenga cabecera con textiles o tejidos. Luego, asegúrate de tenerle almohadas y cubre colchón con protección hipoalergénica. Usa sábanas de algodón y mantas lisas.
Las persianas son mejor que las cortinas.
Son más fáciles de limpiar y como tienen superficies lisas, no les penetra el polvo. Fíjate, ya por una cuestión de seguridad, que no sean de las que tienen hilitos colgando.
Fíjate qué productos usas a la hora de limpiar.
Hay algunos productos de limpieza que esparcen el polvo. Esto incluye a algunas aspiradoras. Asegúrate de que tengan los llamados filtros HEPA. También destierra los plumeros de tu casa.
Los sofás de tela y con muchas ranuras se deberían evitar.
Algunos son hermosos, pero una mala idea para una casa con niños alérgicos. Los mejores son los lisos. Si pueden ser de cuerpo mejor. Si no, escoje unos que tengan forros que se puedan lavar a menudo.
Los filtros hepa también son para el aire.
Ayudan mucho, en el caso de que las alergias de tus niños sean fuertes. Algo que no debes tener son los ventiladores tradicionales, a menos que seas súper dedicada y los limpies casi todos los días con un paño húmedo.