
La sexualidad es un tema con el que convivimos a diario, pero del que, por una u otra razón, nos cuesta demasiado hablar, sobre todo con nuestros padres, con nuestros profesores o hasta con el médico, prefiriendo a nuestros amigos o al internet para buscar salir de nuestras dudas.
Esa pena o vergüenza que nos provoca hablar de la sexualidad es la causante de que muchos jóvenes crezcan confundidos y malinformados, pues nunca tuvieron la confianza de acercarse a un adulto para aclarar sus pensamientos, ni para buscar una respuesta a todas sus preguntas. Es por esto que a continuación compartimos algunos de los mitos de la sexualidad que creímos reales, pero que en verdad no lo son.
Sin preservativo se siente mejor.

Uno de los mitos más arraigados en la sexualidad está relacionado al uso de preservativo o condón, pues por años se ha dicho que este elemento reduce el placer y la sensibilidad. La realidad es muy distinta, tal y como lo detalla un estudio realizado por la Universidad de Indiana y publicado en The Journal of Sexual Medicine.
En el estudio, en el que participaron 1,875 varones a los que se les entregaron 12 preservativos, se concluyó que ese elemento no disminuyó en absoluto el placer que sintieron, incluso calificaron la experiencia como altamente excitante y placentera. Además de no reducir el placer, este método anticoceptivo también es uno de nuestros mejores aliados para evitar un posible embarazo, al tener una efectividad de más del 95%.
La autocomplacencia quita el deseo sexual.

Otra de las prácticas sexuales que está rodeada de mitos es la autocomplacencia o masturbación. Uno de los mitos en torno a esta práctica está relacionado a la pérdida de apetito o deseo sexual, pues hasta el momento, no hay estudios que demuestren su relación con este tema. Lo que sí es verdad, como todo en la vida, es que la masturbación compulsiva o en exceso nos puede causar fatiga sexual, lo que podría detonar en que no queramos tener relaciones. Recuerda, nada con exceso, todo con medida.
Si no hay coito, no hay sexo.

Otro de los mitos que tenemos más arraigados es el de la consumación del acto sexual, pues erróneamente hemos creído que sexo es igual a coito, pero esta práctica va mucho más allá de ello.
Por años nos han hecho creer que una relación sexual satisfactoria o consumada tiene que ver directamente con el coito, pero la realidad es otra, pues existen otras prácticas que podemos realizar con nuestra pareja y que nos pueden provocar lo que el coito no pudo.
El tamaño sí importa.

Otro de los mitos más comunes, y que le pega en el ego a algunos hombres, es el relacionado al tamaño de su miembro, pues hay quienes indican que mientras más grande, mayor es el placer. La realidad es que no es un factor tan determinante a la hora de llegar al clímax o al orgasmo.
Antes del tamaño está el entendimiento, la comunicación, la compenetración, el afecto y la técnica sexual, elementos que se convertirán en tus mejores aliados al momento de consumar el acto. Además, recuerda que no todos tenemos las mismas necesidades, mientras para algunas el tamaño puede provocar placer, para otras se puede transformar en dolor.
El orgasmo solo se alcanza a través del coito

Además de derribar los mitos sobre el tamaño y el coito, también derrumbaremos aquellos que involucran al orgasmo, una sensación que se da tras un encuentro sexual placentero. Pero no todo tiene que ver con el coito, como erróneamente hemos creído, sino a nuestra habilidad para estimular a nuestra pareja.
El jugueteo previo y otras técnicas, como la estimulación del clítoris y de sus partes íntimas, pueden convertirse en nuestros mejores aliados al momento de llegar al tan ansiado y deseado clímax sexual. La doctora Emily Nagoski detalla, por ejemplo, que solo un 25% de las mujeres llegan al orgasmo a través del coito, por lo que el porcentaje es extremadamente bajo.
Nunca debes tener relaciones durante tu periodo.
La consumación del acto sexual durante nuestro periodo es un tema que está rodeado de tabúes, los cuales nos han hecho creer que es incorrecto o malo tener encuentros estando en nuestros días. Pero son mayores los beneficios que los males.
Hay casos de mujeres a las que los encuentros sexuales durante su período les ayudan a aliviar los cólicos, a tener períodos más cortos, a incrementar su deseo sexual y a lubricar de manera natural.
Los hombres solo piensan en eso.

Por años se ha relacionado a los hombres como seres que todo el tiempo están pensando en sexo, contrario a lo que sucede con las mujeres, pero este es un mito más, pues nosotras también lo hacemos y tenemos nuestros antojitos.
Un estudio, realizado en el 2020 por la Universidad de Ohio, tenía como objetivo registrar las veces que tanto hombres, como mujeres, pensaban en sexo, en comer y en descansar. En el caso de los hombres, contrario a lo imaginado, el sexo ocupó el tercer lugar entre sus prioridades, con lo que se derribó el mito de que los varones solo piensan en eso.
Las mujeres nunca deben tomar la iniciativa.

Sexólogos recomiendan que las parejas busquen diversas alternativas para darle un toque distinto a sus relaciones sexuales para evitar caer en la monotonía o en la rutina. Esto incluye que la mujer busque al hombre, pues el arte del cortejo, contrario a lo que nos han hecho creer, no recae solo en él.
Así como los hombres toman la iniciativa cuando tienen deseo sexual, nosotras también estamos en nuestro derecho de sentir y tomar el toro por los cuernos. Toma en cuenta que el que lo agarres desprevenido puede incrementar la satisfacción sexual de ambos, pues lo harán dejándose llevar por el momento y no como parte de una rutina.
Comer mariscos o alimentos afrodisíacos incrementa el apetito sexual.

Muchas, incluyéndome a mí, crecimos creyendo que ciertos alimentos, en especial los mariscos, tenían propiedades afrodisíacas y que nos ayudaban a incrementar el deseo sexual. La realidad es que no existen estudios científicos que respalden esta teoría, sino que todo estaría en la mente.
“Aunque no existen alimentos que ‘per se’ generen un aumento en el deseo sexual o activen la excitación, contamos con una mente que es capaz de erotizar casi cualquier estímulo”, compartió la sexóloga Silvia Cintrano, en un artículo publicado por el medio español ABC.
Es mejor perder la virginidad a cierta edad.
La sexualidad, como todo en la vida, llegará a nosotras cuando estemos listas para dar el siguiente paso. El que una amiga haya tenido relaciones durante su adolescencia y el que otra las haya tenido hasta después del matrimonio, no define a una, ni a la otra, pues no hay una edad determinada para tomar esa decisión.
Lo que sí es importante es que demos ese paso cuando nos sintamos listas y no porque ya tengamos detrás de nosotras la presión social. Recuerda que solo tú, y nadie más, deciden sobre tu cuerpo y tu sexualidad.