El vínculo de hermanos es súper importante porque, además de los lazo de sangre, a los hermanos los une la vida en la que crecieron juntos y en la que se hicieron compañía. Claro, no quiere decir que todo sea miel sobre hojuelas, una buena relación de hermanos no está exenta de las típicas peleas entre niños, aunque eso no quiere decir que no se amen y que a pesar de los momentos de rivalidad y de hostilidad ocasional, sabrán ser buenos amigos a pesar de cualquier conflicto. Y para que la relación sea buena, además de perdurable, el papel de mamá y papá es imprescindible ya que deben educarlos en el amor y el respeto. Y para saber cómo hacerlo, aquí te comparto algunos tips que te pueden ser de utilidad.
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La relación entre hermanos se debe cuidar desde que son pequeños ya que esto hará que sean un apoyo incondicional a lo largo de toda su vida. Es importante que esto se fomente desde una relación de genuino amor y comprensión y no desde la obligación. No hay mejor confidente que un hermano o hermana que sea soporte y compañía, así que toma en cuenta estos consejos para que puedas sembrar armonía entre ellos desde que son pequeños.
Pero, antes de seguir leyendo, escucha este episodio de nuestro podcast Mamá Dice con consejos para lograr que tus hijos se lleven bien desde pequeños:
Procura propiciar la amistad entre ellos.
El hecho de que tus hijos crezcan bajo el mismo techo y bajo las mismas formas de crianza, no garantiza que se conviertan en amigos ya que esto dependerá de cómo manejes las dinámicas de interacción entre ellos. Así que para que ellos se conviertan en mejores amigos, es importante que les enseñes a comunicarse y así aprendan que pueden expresar lo que sienten y cómo se sienten sin necesidad de agredirse, llegando a buenos acuerdos para que ambos aprendan a negociar ante cualquier discusión o desacuerdo.
Evita interferir en todos sus conflictos.
Permite que ellos intenten resolver sus problemas, puedes estar atenta y cercana aunque lo mejor es no intervenir a menos de que alguno de ellos tenga una conducta abusiva o agresiva. No olvides que la mejor forma en que lo pueden aprender es a través de tu ejemplo ya que ellos imitarán las formas de resolución que observen en ti o en papá y para ello necesitan percibir el respeto mutuo con el que ven que se tratan.
Enseñales el arte de la negociación.
Hacer acuerdos está basado en la formula de ganar-ganar, además de que es una forma de establecer límites con respeto sobretodo cuando discuten. Nuestros hijos,no siempre estarán en la misma línea de entendimiento mutuo, sin embargo, cuando tus hijos aprenden a hacer acuerdos entre ellos, al mismo tiempo están desarrollando la empatía porque la flexibilidad para negociar depende de que entiendan las necesidades del otro además de que al ceder se vuelven más tolerantes a la frustración.
Enséñales a ser honestos, pero sin que sean hirientes.
Cuando tus hijos hablan de lo que sienten con sinceridad, pueden aprender a escucharse mutuamente, a ponerse en el lugar del otro y al mismo tiempo a entender que cada uno puede pensar de formas diferentes sin necesidad de agredirse para manifestarlo. La honestidad es un valor fundamental para la vida, aunque siempre debe ir de la mano con el respeto.
Es importante que cada uno tenga su propio espacio.
Hay momentos en donde los hermanos pueden saturarse y fastidiarse el uno del otro por lo que no tienen que estar todo el tiempo juntos si no quieren. El que necesiten momentos a solas no pone en riesgo su unión y además es saludable. A veces es recomendable que estén distanciados por un tiempo considerable para que respiren, descansen el uno del otro y después vuelvan a jugar o a convivir.
No los etiquetes ni hagas diferencias entre ellos.
Muchas veces la rivalidad entre hermanos puede ser producto de las comparaciones que hacen mamá o papá y aunque lo hacen sin mala intención, es algo que puede dañar muchísimo la relación entre hermanos. Los niños pueden competir entre sí por el amor y la atención de sus padres y si las comparaciones alimentan esta competencia, al final se puede convertir en odio mutuo, así que lo mejor es que aceptes a cada uno tal cual es y asumas que las diferencias los hace únicos para que así lo sientan ellos también.
Ambos se merecen tu atención en la misma medida.
En la consulta, muchas veces me topo con situaciones en las que los hermanos tienen un recelo mutuo debido a que han sentido que mamá o papá presta más atención a uno que a otro. Puede que sea su imaginación, aunque también puede que sea una realidad. Si tu te identificas más con uno de tus hijos eso no significa que debas prestarle menos atención o restarle tiempo de convivencia a aquel hijo con el que sientes que no tienes mucho en común. Debes ser justa y dedicar el mismo tiempo, atención y compañía a ambos.
Cuando peleen no señales culpables.
Esto es algo que he comentado en otras notas referentes a la relación entre hermanos y te lo vuelvo a mencionar: "No te conviertas en juez del conflicto" ya que esto podría crear distanciamiento entre ellos y pensar que tienes favoritismos con alguno. Lo mejor en estos casos, es que retires el objeto del conflicto, es decir, si pelean por un juguete, retira el juguete hasta que lleguen a un acuerdo, si discuten por el video juego, retíralo hasta que logren negociar sus turnos.
Menciona frecuentemente los buenos recuerdos.
Los gratos momentos en familia,las memorias divertidas de cuando eran más pequeños y jugaban juntos,las situaciones en donde fueron los mejores hermanos y confidentes, en fin, todo eso representa una historia que consolida el amor entre ellos y necesitan tenerlo presente en su mente la mayor parte del tiempo. Es como un listado de recuerdos que puede fortalecer la relación que han logrado construir a lo largo del tiempo y son vivencias que al evocarlas les ayudarán a superar cualquier resentimiento que pudieran llegar a tener.
Enséñales a demostrarse su cariño.
El amor es algo que se puede manifestar de muchas formas, desde un abrazo cálido, hasta una sonrisa, desde un obsequio hecho con sus propias manos, hasta un dibujito lleno de corazones. Los hermanos pueden mostrarse afecto en la medida en la que tú les enseñes a hacerlo. Es un pequeño hábito sano que resalta día con día la importancia del cariño y de que a pesar de los desacuerdos pueden resolverlo con un abrazo o simplemente dándose la mano en señal de paz.
Evita inculcarles que ser buenos hermanos significa no pelear.
Una cosa es que tengan una relación armónica y amorosa y otra cosa es la utopía de que siempre deben estar sonrientes el uno con el otro ya que, aunque discutan y tengan conflictos eso no los hace malos hermanos, al contrario, es la oportunidad para que aprendan a resolver lo que se les vaya presentando a lo largo del camino. No todo será color de rosa así que dales el permiso de estar enojados el uno con el otro cuando así lo requieran.
Evita señalamientos del más débil o el más fuerte.
Cada uno de tus hijos tiene una personalidad única e inigualable y ambos tendrán virtudes y defectos como todo ser humano. Si tienes o sientes admiración por la fortaleza de alguno de ellos, eso no implica que el otro sea débil. El problema con ello es que quizá sientas una necesidad de sobreproteger a quien crees que lo necesita o por el contrario, podrías sentir un favoritismo por aquel que consideras fuerte cayendo en el riesgo latente de establecer diferencias entre ellos sin querer, lo que a la larga podría crear conflictos entre ellos.
Jamás asignes a ninguno la labor de ser quien tenga que cuidar.
Esto es muy frecuente con los hermanos mayores quienes por cuestiones culturales o debido al lugar que ocupan en la familia como los más grandes, casi siempre son asignados a cuidar a los hermanos menores e inclusive muchas veces pueden recibir mensajes típicos como el de que son el ejemplo para seguir. Los hermanos son eso, solo hermanos y no tienen la responsabilidad de tener roles parentales que no les corresponden, no importa si son los mayores, los menores, los fuertes o los débiles.
Evita los celos entre ellos.
Esto empieza desde el momento en que tu hijo mayor se entera de que va a tener un hermanito por lo que la labor que te corresponde a ti y a papá para evitar los celos y la envidia entre ellos, es muy importante desde que son muy pequeños. Debes estar cercana a tu hijo mayor y fortalecer su seguridad. El debe saber lo mucho que lo amas y mantener la atención que siempre has tenido con él para que no se sienta desplazado cuando nazca su hermano.
Establece normas de convivencia en casa.
Puedo decirte que este punto es uno de los más importantes ya que de ello depende que aprendan a establecer buenas relaciones en toda su vida. Las normas básicas incluyen el saludo cordial, el agradecer, la colaboración en casa, el hablarse con respeto, el compartir, entre otras más que son indispensables para que puedan convivir en armonía. Aunque te hago el recordatorio de que esto solo tendrá efecto si tú y papá predican con el ejemplo.
Karina Suárez Fernández es Psicóloga clínica, psicoterapeuta y mamá de dos adolescentes.
Ahora puedes escuchar el contenido de MamásLatinas donde quiera que estés, a través de nuestro podcast Mamá Dice. Cada episodio contiene tips prácticos enfocados en la crianza positiva y saludable. Escúchanos en tu plataforma de podcast favorita.
