Hay cosas que tus pequeños desean hacer contigo, y que se convierten en vivencias que siempre guardarán en su memoria emocional. Son momentos compartidos que fomentan la convivencia y que también afianzan el vínculo que refuerza su autoconfianza y seguridad. Vivir ciertas experiencias con ellos es algo que se quedará plasmado en sus recuerdos más vívidos de amor compartido y que además recordarán toda su vida. Así que cuando te pidan un deseo, intenta cumplirlo. Y si es muy descabellado, usa tu imaginación; para ellos no importa si viajan a Marte desde su habitación en un cohete hecho de cartón, lo importante es que tú estás ahí para cumplirlos.
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No hay nada que deseen más que compartir su imaginación contigo, y esto lo lograrás a partir del juego. Sé que a veces podría resultarte un poco agotador o incluso aburrido. Sin embargo, haz todo lo posible por despertar a la niña que llevas dentro y date la oportunidad de vivir momentos increíbles con tus pequeños. Verás cómo el cansancio se va de inmediato.
Es cuestión de que te conectes con ellos, de que te pongas en su misma frecuencia y sintonía para que cada experiencia resulte en un viaje maravilloso de amor y entrega. Yo, por ejemplo, tengo muy presente cuando mi mamá jugaba conmigo a la escuelita y así era la mejor forma de estudiar. Gracias a esto, la historia se me hizo mucho más divertida.
Deja salir la niña que llevas dentro con estos consejos que compartimos en este episodio de nuestro pódcast 'Mamá Dice':
¡Juguemos a los almohadazos y a las cosquillas!
Nada más divertido que perseguirse con las almohadas brincando juntos en la cama. Y si después viene una sesión de cosquillas, tus pequeños se relajarán mucho y dormirán plácidamente. La risa es curativa, no pierdas la oportunidad de fomentarla.
Dedica una noche especial que puedas nombrar: “la noche de las cosquillas y almohadas”.
Tus pequeños esperarán ese momento con ansias. Es una experiencia en donde fortaleces los lazos emocionales con ellos y también despiertas a la niña que llevas dentro. Es una oportunidad para sintonizarte con ellos.
¡Deseo que hagas pastelitos conmigo y que cocinemos algo juntos!
Es una forma divertidísima de probar sabores, consistencias y de hacer experimentos con la comida. Es una manera creativa de poner a prueba sus habilidades culinarias y de llevar en su memoria emocional esa receta favorita con la que en un respiro, te recordarán toda la vida.
Juega al restaurante, a la pizzería, a la heladería o a la cafetería.
Implementa con tus pequeños un día especial de la semana en el que alguno elegirá el menú del día para que lo cocinen juntos. Impúlsalos a que ese día preparen su lunch escolar, hagan roles de cocineros, meseros e incluso enséñales orden y limpieza a través del juego.
¡Quiero que me leas un cuento!
Un deseo que quizá te parezca muy común pero que es uno de los más importantes por todo lo que puedes nutrir en cuanto a su desarrollo cognitivo e inteligencia emocional. Un cuento pone a volar la imaginación y ayuda a encontrar soluciones ante los retos de la vida en situaciones ficticias.
Inventa un cuento haciendo sombras en la pared, esto será muy divertido y le dará un toque distinto.
Puedes hacer uso de un tutorial de YouTube. Preparar el escenario cerrando cortinas y apagando las luces, es algo que entusiasmará mucho a tus pequeños. Es una idea que los llenará de asombro y que los alentará a hacer uso de su propia coordinación motriz fina y gruesa.
¡Quiero mojarme en la lluvia!
No hay nada que les guste más que ensuciarse, mojarse bajo la lluvia y sentir que tienen tu permiso. Si tu te integras al juego, te aseguro que es algo que llevarán eternamente en su corazón.
Organiza una tarde de campamento y aprovecha los días de lluvia para hacer un divertido juego.
Sin poner en riesgo su salud, ya sea que brinquen en los charcos, o que incluso hagan pastelitos de lodo, haz una tarde de camping muy divertida. Hasta puede poner una tienda para acampar y quemar bombones para hacer la experiencia inolvidable.
¡Quiero pintar la pared y hacer grafitis!
No te espantes, sé que suena terrorífico que tus pequeños manchen las paredes de tu casa. Para evitar esto, lo mejor es que coloques carteles blancos en una de tus paredes y la cubras totalmente para evitar accidentes. En realidad, una tarde de colores y de futuros artistas será algo inigualable.
Haz ejercicios de dactilopintura y permite que embarren las paredes haciendo las formas que quieran.
Te cuento que hoy en día hay paredes que son lavables y que pueden resultar muy útiles de tener para este tipo de juegos. Hagan una pintura de múltiples colores entre toda la familia, un trabajo en equipo que les ayudará a integrarse maravillosamente.
¡Quiero escalar un árbol y llegar muy alto!
Esto es algo que a las madres nos provoca un poco de terror y el miedo a que se lastimen, puede ser un claro reflejo de cierto nivel de sobreprotección. Ir a un bosque y no escalar un árbol, es tanto como ir a un parque de diversiones y no subir a ningún juego.
Elige un árbol de talla mediana y que tenga ramaje grueso con un tronco fácil de escalar.
Antes del pegar el grito que dice: ¡Te vas a caer!, mejor dales la oportunidad de hacer un ensayo que se asemeja a escalar un reto para llegar a la cima. Esto tiene mucho simbolismo en cuanto a la vida misma. Escálalo primero tú para que siga tus pasos y se sienta seguro con tu guía.
Cuando sea grande quiero ser….
Este deseo debe esperar, pero puedes hacer un juego divertido con ello. Si tu hijo quiere ser astronauta, policía, bombero, salvavidas, doctor, arquitecto o aquello que él elija y te comparta. Es importante que fomentes su motivación, aunque todavía sea en un futuro lejano.
Llévalo a lugares que lo aproximen a la realidad de cómo se ve de aquí a que sea adulto.
Si quiere ser piloto de carreras llévalo a una carrera, si quiere ser astronauta, den un paseo por la NASA, si quiere ser bombero, llévalo a la estación. Para que se adentre en la experiencia, usa la imaginación.
Quiero tener una mascota para jugar con ella.
Esta es una decisión difícil. Las madres sabemos que tener una mascota implica una gran responsabilidad. Sin embargo, diversos estudios sugieren que múltiples beneficios para el desarrollo emocional y de sentido de responsabilidad en tus pequeños.
Dales la oportunidad de tener una mascota que se adapte a los espacios y al tiempo de la familia.
La elección de mascota depende mucho de la adaptación de todos y eligiendo lo que aporte beneficios a todos. No puedes elegir una mascota de gran tamaño si tu espacio es pequeño, esto no sería justo para ella.
¡Quiero sembrar una plantita!
Sembrar una planta, es una actividad que además de fomentar la convivencia, también le enseña la paciencia ante los procesos de crecimiento en la vida. Nada más maravilloso para tu pequeño que notar como día con día, su plantita va tomando formas distintas.
Busca un espacio especial para que tu pequeño pueda tener un fácil acceso a su planta y la pueda cuidar.
Sembrar una plantita requiere que tu pequeño la riegue, la fertilice e incluso que le cante o le hable bonito. Es una manera de fomentar su sentido de responsabilidad y también de dar y brindar amor.
¡Quiero jugar a los super héroes contigo!
Algo que ayuda a fortalecer las capacidades de seguridad y autoconfianza, es la imaginación y la representación del personaje al que admiran. Es un juego en el que desarrollan su capacidad para resolver problemas y tomar decisiones
Hagan una tarde de comics, pueden ver una película y después recrear la escena que más les gustó.
Imaginar que están en el cine comiendo palomitas y viendo una película, es algo muy acogedor y cálido. Y si después, juegan un poco represesntado al super héroe , eso le dará el toque final al momento y la experiencia de tu pequeño.
