¡Cómo nos divertíamos de niños practicando trabalenguas con nuestros padres y familiares! Decir bien esas oraciones o frases tan difíciles de pronunciar —ya que usan palabras similares o de igual conjugación— era un verdadero logro. Los trabalenguas se originaron en la antigua Grecia. Las personas sabias los inventaron como enigmas o paradojas con la idea de educar. Además, se decía que las personas que podían pronunciarlos correctamente, debían dedicarse a la oratoria. La buena dicción era motivo de admiración en la cultura griega. Nosotros, los latinos, crecimos disfrutando en familia de esos trabalenguas que aprendimos de nuestros padres, familiares o amigos.
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Pero, más allá de ser divertidos, los trabalenguas podrían tener beneficios en la salud de tus hijos, sobre todo si crías niños bilingües. Y es que los trabalenguas son perfectos para que tus hijos practiquen su español y, de hecho, hay algunos que son buenos para los niños que no pueden pronunciar bien las erres. A continuación, hablamos de algunos beneficios de practicar trabaluenguas con tus hijos y compartimos algunos para que pongas manos a la obra y te diviertas con tu familia familia.
Escucha este episodo de nuestro pódcast 'Mamá Dice', donde hablamos de algunos beneficios de practicar trabalenguas con tus hijos:
Son un buen ejercicio de vocalización.
Como son difíciles de pronunciar, los niños tendrán que esforzarse por vocalizar correctamente cada fonema. Sin embargo, lo hacen de una forma divertida, así que son como una terapia de lenguaje entre risas. Si crías hijos bilingües, los trabalenguas son un ejercicio entretenido para introducirlos a un idioma.
Ayudan a ejercitar la memoria y estimulan la imaginación.
Para poder decir un trabalenguas, lo mejor es aprendérselo de memoria, así que son una buena forma de ejercitar el cerebro y la lengua. Además, los trabalenguas son tan divertidos, que tus hijos también querrán inventarse algunos para practicar.
Los trabalenguas aumentan el vocabulario de los niños y promueven el interés por la lengua y la lectura.
Muchas veces, los trabalenguas tienen palabras nuevas, por lo que ayudan a ampliar su vocabulario. Por ora parte, la primera vez que intentamos decir un trabalenguas, debemos leerlo con atención. Esto es una buena práctica de lectura que también podría hacer que tus hijos se interesen por conocer más del origen del texto que leen.
Ayudan a mejorar el ambiente familiar.
Practicar los trabalenguas es una forma de compartir en familia sin importar la edad. Además, es muy divertido pasar un rato repitiendo un trabalenguas hasta que te salga bien.
Los trabalenguas son una excelente forma de practicar el español.
Criar hijos bilingües en Estados Unidos puede resultar un verdadero reto, pues nos vemos en la necesidad de encontrar maneras creativas de que nuestros pequeños se interesen y quieran hablar español. Por eso, siempre es bueno buscar diferentes maneras de que practiquen el idioma. El tema es que debe ser algo divertido para que no sientan que es una tarea difícil o aburrida. ¿Sabes qué resulta súper divertido y tanto tú como tus hijos terminarán a las carcajadas? ¡El practicar trabalenguas!
A continuación, te dejamos unos cuantos trabalendugas para que los practiques con tus hijos…
El de las plachas de Pancha es un favorito.
Pancha plancha con cuatro planchas, ¿con cuántas planchas Pancha plancha?
Es te del cielo es un clásico con el que crecimos los latinos.
El cielo está encancaranublado, ¿quién lo encancaranublaría?
El que lo encancaranubló, buen encacaranublador sería.
Este siempre hace reír a mis hijos.
¿Usted no nada nada?
No, no traje traje.
Seguro te acuerdas de este de tu niñez.
En tres tristes trastos de trigo,
tres tristes tigres comían trigo.
Comían trigo, tres tristes tigres,
en tres tristes trastos de trigo.
El de Pablito es bastante común.
Pablito clavó un clavito,
un clavito clavó Pablito.
¿Qué clase de clavito clavó Pablito?
Y no podía faltar el del tren.
Erre con erre cigarro
erre con erre barril
Rápido ruedan los carros cargados de azúcar al ferrocarril.
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