Consumo de cafeína en niños y adolescentes: Lo que debes saber para proteger a tus hijos

¿Sabías que la cafeína es el psicoestimulante más consumido en el mundo? Incluso, muchos investigadores se cuestionan si es un nutriente, un fármaco o hasta una droga de abuso. Esta información puede ser impactante, sobre todo si nuestros niños o adolescentes la consumen. Te cuento que el té, el chocolate, los refrescos de cola y las bebidas energéticas la contienen y lo más preocupante de todo esto, son sus efectos nocivos, ya que puede provocar alteraciones del crecimiento y desórdenes en el ciclo del sueño, debido a que interfiere con la secreción de la hormona del sueño. En esta nota te cuento más detalles de porqué los niños y adolescentes NO deben consumir café.

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Debido a que se considera la sustancia estimulante más socialmente aceptada a nivel mundial, las madres y padres podrían normalizar su consumo e, incluso, darles un vaso de leche con café en el desayuno a sus niños o adolescentes como parte de los alimentos del día. Lo mejor es no hacerlo y te invito a seguir leyendo para que conozcas el porqué.

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¿Por qué ninguna edad es buena para el consumo excesivo de cafeína?

Shot of a young woman carrying her daughter and having coffee in the morning at home
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Simple, porque genera adicción. Sé que suena muy radical, sin embargo, me parece importante mencionar que, aunque el consumo de cafeína, en forma de café, se ha relacionado con efectos benéficos a la salud en ADULTOS, lo recomendable son las dosis de bajas a moderadas, ya que su adicción es algo muy probable. Por ello, te sugiero tener en consideración que el café no es como los ocho vasos diarios de agua recomendados por los nutricionistas para el buen funcionamiento del organismo y, en ocasiones, pareciera ser que el consumo diario de café se ha convertido para muchos en algo que forma parte de su consumo básico diario, por lo que los niños podrían normalizarlo.

¿Sabías que el inicio de exposición de los niños a la cafeína puede suceder a través de tu placenta?

Es una información un poco impactante, pero real. Te cuento que, de acuerdo a un estudio publicado en BMJ Open y llevado a cabo por Eleni Papadopoulou, quien es investigadora del Instituto Noruego de Salud Pública, encontró que las madres que consumen café en exceso, durante el embarazo, pueden generar un crecimiento excesivo en el primer año de vida del bebé e, incluso, llevarlo a un alto riesgo de sobrepeso los ocho años posteriores a su nacimiento.

¿Sabías que en los últimos años ha habido un aumento en casos de intoxicación en niños?

Studious teen studying drinking energy beverage
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Muchos papás y mamás de niños y adolescentes podrían pensar que es una bebida inofensiva (sobre todo si practican deporte) debido al desconocimiento sobre lo que contienen. En este caso, el problema que se genera es la dependencia y el síndrome de abstinencia como consecuencia. Es tan relevante que, incluso, la American Academy of Pediatrics Committe on Nutrition and the Council on Sports Medicine and Fitness, emitió un informe donde, resalta, que las bebidas energizantes no tienen lugar en la dieta de los niños, ya que las sustancias que contienen son inapropiadas para los niños.

¿Sabías que su consumo temprano afecta el desarrollo psicomotor de los niños?

De acuerdo a un trabajo de investigación en psicología infantil y psicorehabilitación, hecho en el 2021, en la Universidad Central de Ecuador, se descubrió que el rango de edad más afectado en el consumo de la cafeína, oscila entre los tres y cinco años, teniendo como efecto un notable retraso en el desarrollo psicomotor y esto se ve reflejado en los procesos de movimientos corporales y la escritura. Recordemos que los niños pueden consumir la cafeína de distintas formas, por lo que es recomendable revisar siempre el contenido.

¿Sabías que afecta de forma diferente a niños y niñas después de la pubertad?

Keeping Warm on a Cold Day
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Te cuento que un estudio publicado en la revista Pediatrics en 2014, refiere que después de la pubertad hay sutiles diferencias de afección en las niñas luego de entrada la pubertad, ya que experimentan cambios de ritmo cardiaco y de presión arterial debido al consumo de cafeína e, incluso, sufren algunos cambios durante sus ciclos menstruales. Por lo tanto, es importante evitar que niños y niñas tengan una ingesta desproporcionada de refrescos con cafeína porque, como te darás cuenta, no son nada inofensivos.

Su puede provocar ansiedad y nerviosismo en los niños.

sad boy with worried stressed face expression looking down
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La cafeína, al aumenta el nivel de alerta mental, se convierte en un psicoestimulante del sistema nervioso en niños y adultos. Aquí no interfiere la edad. Su efecto genera una sobreactivación que, a su vez, puede generar síntomas, como el aceleramiento de la frecuencia cardiaca y el aumento de las hormonas del estrés en niños y en adultos. Además, es muy probable que se presenten alteraciones en el ritmo del sueño y dolor de cabeza debido a dicha sobreactivación.

¿Cuáles son las fuentes principales de consumo en niños y adolescentes?

Es importante no ver la cafeína solo en una taza de café. Como te lo comenté en un principio hay muchos productos que la contienen, por lo que debes estar atenta ya que, además de las bebidas energéticas y el chocolate, también lo pueden contener algunas barras energéticas y helados, incluso, los bálsamos labiales. Lo importante es que tus hijos disminuyan el consumo o definitivamente lo eviten.

¿Hay alguna edad recomendada para el inicio en su consumo?

De acuerdo a los expertos y a las investigaciones más recientes, es preferible evitar el consumo de cafeína en la infancia temprana, es decir entre los 4 y 6 años. De ahí en adelante, lo mejor es que no sobrepasen los 45 mg y si una sola taza de café tiene 95 mg, la lógica nos dice que lo mejor es que no lo consuman. A partir de los 12 pueden tomar 85 mg, lo cual implica que el rango aún esta por debajo de una sola taza. Ante ello, lo mejor es contar con supervisión para evitar la adicción a la cafeína en cualquier producto que la contenga.

Karina Suárez Fernández es Psicologa clínica, psicoterapeuta humanista de profesión y mamá de dos adolescentes.

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