Muchos en Estados Unidos confunden Halloween y el Día de Muertos, pero aunque estas fiestas tienen mucho en común, como el hecho de que son tradiciones y festividades milenarias, no solo se celebran en días diferentes, sino que están inspiradas en cosas totalmente distintas. Una en el miedo, la otra en el amor. ¡Así de sencillo!
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Como suele suceder cuando una cultura se fusiona con otra, mucha gente hoy en día se disfraza en Halloween de La Catrina, el símbolo del Día de Muertos por más de un siglo en México. Pero esto no significa que esta pertenezca a esa celebración. Los símbolos y los colores de la fiesta de la noche de brujas son otros.
El hecho de que ambas fiestas caigan en fechas muy cercanas, también confunde a muchos, pero seas mexicana o de algún país donde se celebra el Día de Muertos o no, es importante que como latina sepas las diferencias y puedas explicarlas a quienes creen que es lo mismo. Además, qué mejor excusa para tener tres días de fantasía que celebrar ambas.
Los orígenes de Halloween y el Día de los Muertos vienen de mitologías totalmente diferentes.
Al terminar la época de las cosechas en la cultura Celta, presente principalmente en el norte de España, Irlanda y Escocia, se realizaba un festival llamado Samaín. Esa noche, los celtas pensaban que se borraba la línea entre vivos y muertos. La gente decoraba las casas con símbolos de la muerte, para hacer creer a los espíritus malignos que no había almas buenas allí y evitar que se los llevaran. También se disfrazaban para evitar ser reconocidos por ellos. De allí nació la costumbre, que la gran inmigración irlandesa trajo a Estados Unidos y se convirtió en el Halloween que celebramos hoy en día.
El Día de Muertos lo celebraban las culturas prehispánicas mucho antes de que llegaran los españoles. La idea, como hoy en día, era recibir la visita de los seres que habían fallecido.
Halloween y el Día de los Muertos se celebran en días diferentes.
Mientras que Halloween es el 31 de octubre, el Día de los Muertos es el 2 de noviembre, que coincide en el santoral de la iglesia católica con el Día de Todos los Santos.
El espíritu de Halloween y el Día de los Muertos son muy diferentes.
Halloween es una fiesta anclada en el temor a los espíritus malignos. Por eso se habla de terror (en películas o juegos) y los disfraces de muchos van hacia lo terrorífico. El Día de los Muertos está centrado en torno al amor por los seres queridos que han partido. Por eso se incluyen sus comidas favoritas, música y colores vibrantes en las decoraciones.
El uso de las calaveras es totalmente opuesto.
En Halloween, las calaveras buscan asustar, en el Día de los Muertos son un símbolo de celebración. Esto refleja claramente la relación tan diferente de ambas culturas con la muerte, que en la mexicana ancestral no es algo que hay que temer.
En el Día de los Muertos no hay disfraces.
Desde principios del siglo XX se incorporaron las Catrinas, inspiradas en una caricatura que se volvió viral —en los estándares de la época— sobre el espíritu inhumano de los ricos mexicanos que explotaban a los más pobres. Con el paso del tiempo se fue convirtiendo en un símbolo de celebración de los espíritus que supuestamente nos visitan el Día de los Muertos.
Las ofrendas del Día de los Muertos son de bienvenida.
En los altares de muertos se ponen las cosas favoritas de los fallecidos amados. En Halloween, no hay ofrendas, sino que se piden dulces.
Halloween es hoy identificada por los colores naranja y negro.
Algunas personas también han sumado el morado. Los colores del Día de los Muertos suelen ser tonos joya, como el magenta, el azul aguamarina, el verde esmeralda, el fuscia, todos brillantes y alegres.
El anaranjado está presente en ambas.
Los celtas celebraban Samhaín en otoño, cuando las hojas de muchos árboles estaban teñidas de naranja. Cuando la celebración llegó a Estados Unidos se incorporaron las calabazas. Para el Día de los Muertos los altares se decoran con la vibrante y muy anaranjada cempasúchil, la flor de los 20 pétalos en nahualt o marygold en inglés.
La muerte es parte de ambas celebraciones.
Pero mientras que en Halloween se busca espantar los espíritus de los muertos, en el Día de los Muertos se celebran y se les da la bienvenida.
Tanto en Halloween como en el Día de los Muertos hay un animal protagonista.
Los gatos negros, asociados con figuras malignas, son los reyes de Halloween. El animal representativo del Día de Muertos es el perro, por lo general de la raza mexicana Xoloitzcuintle. Este canino que representa "al dios de la mitología mexicana y tolteca del ocaso Xólotl, ayudará a cruzar a las almas el río Itzcuintlán para llegar al Mictlán, la tierra de los muertos".
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