¿Qué es el ‘body shaming’ y cómo podría afectarnos?

¿Te la pasas criticando tu propia apariencia o comparándote con los demás? ¿Te pones a corregir la forma en que otros se visten, se ven o se alimentan cuando están contigo? ¿Hablas mal de cómo otra gente se ve o se viste cuando ellos no están? ¿Te gusta dejar comentarios de odio en las publicaciones de redes sociales donde la gente no se ve como a ti te gustaría?

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Todas estas acciones son distintas formas de body shaming, que consiste en criticar o avergonzar a alguien por la apariencia de su cuerpo. El body shaming es más común de lo que pensamos. No solo se da en las relaciones interpersonales, sino también en las revistas, la televisión, la difusión de lo que debería ser un “cuerpo perfecto” y en internet. Lo peor de todo es que en las redes sociales la gente se esconde detrás de una pantalla y escribe frases de odio sobre los cuerpos de otros sin pensar en el efecto que tendrán o, sin siquiera, tener en cuenta que a veces se trata de adolescentes y hasta niños.

“No se habla del cuerpo de los otros”, es una frase que escuchamos cada vez más y que deberíamos comenzar a interiorizar. Porque lo que decimos del cuerpo de otros, o lo que nos dicen de nuestro cuerpo, puede hacer un gran daño. Un estudio de la Coalición de Acción Contra la Obesidad encontró que, entre los adolescentes con sobrepeso diagnosticado, el 58% de los niños y el 63% de las niñas en escuela secundaria sufrían situaciones diarias de bullying por el tamaño o la forma de sus cuerpos.

Escucha este episodio de nuestro pódcast Mamá Dice, con todo lo que debes saber sobre los peligros del body shaming.

¿Qué es y por qué debemos evitarlo?

Stop Body Shaming, Shyness And Depression
AndreyPopov/iStock

El body shaming no solo se refiere a las críticas negativas, con frases como: “Deberías bajar un poco de peso” o “No comas más de eso que engordarás”. También incluye los aparentes “cumplidos” sobre la dieta que estemos haciendo o el efecto del ejercicio. Para bien o para mal, la cuestión es que no deberíamos opinar sobre el cuerpo de otras personas.

Magnifica los defectos.

Recibir comentarios avergonzantes sobre nuestro cuerpo puede interferir con la imagen que tenemos de nosotros mismos y hacernos sentir extremadamente cohibidos, advierten desde el portal HelpGuide.org. Esto puede derivar en un trastorno dismórfico corporal, donde nos obsesionamos con un defecto percibido.

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Nos vuelve antisociales.

Si alguien se avergüenza constantemente de su cuerpo, también su desempeño en la escuela y sus relaciones personales pueden verse afectados. Los temores de ser juzgados por otros pueden llevarnos a limitar o evitar toda actividad social.

Nos lleva a creer en el cuerpo perfecto.

Woman with fat abdomen
bymuratdeniz/iStock

El peligroso mensaje de fondo del body shaming es que deberíamos esforzarnos por tener un cuerpo perfecto y encontrar la forma de ocultar tus defectos. Se instala la idea de que existe un cuerpo hegemónico que todos deberíamos tener y no es así.

Impulsa la discriminación.

Mercedes Estuch, representante en Argentina de la Organización Internacional AnyBody, explica en el periódico La Nación que “detrás del body shaming hay una cultura de la delgadez obligatoria, gordofóbica, racista, sexista y gerontofóbica”. Dice que esta actitud está fundamentada bajo el estereotipo de que hay un solo tipo de cuerpo validado y debe ser delgado.

¿Cómo erradica esta práctica de nuestras vidas?

Para combatirlo, el primer paso es desnaturalizar los comentarios sobre cuerpos ajenos, ya sean positivos o negativos. Y también interpelarnos, no solo por lo que decimos, sino por cómo miramos el cuerpo de otros y el nuestro.