Las abuelitas tenían razón. Uno de los remedios más poderosos es la leche de magnesia. Aunque el uso común de este producto es para reducir la acidez en el estómago y problemas de estreñimiento, sus bondades van más allá. Tanto así que es perfecto para la piel, controlar la sudoración y es capaz hasta de reducir el tamaño de tus senos. Sí, así como lees. ¡Ya mismo te lo cuento!
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La magia de esta leche se encuentra en su principal ingrediente, el magnesio, un mineral importante para nuestro organismo, especialmente para los músculos y los nervios. Este producto, además de utilizarse para tratamientos internos del cuerpo, también es usado para el cuidado de la piel y algunos truquitos de belleza.
Otra cosa que me llama la atención es su costo de aproximadamente cinco dólares, lo cual hace que sea una buena idea adquirir esta leche milagrosa, pues la mayoría de los tratamientos para el rostro y el cuerpo, son bastante costosos. Es importante aclarar que no es una leche habitual, es decir, no debe formar parte de tu dieta diaria, ya que no es un suplemento dietético.
Ahora sí, sin más, te presento diez motivos que te convencerán de utilizar la leche de magnesia.
Las axilas perfectas que siempre has soñado tener puedes hacerlas realidad.
Mata dos pájaros de un solo tiro: moja un algodón y pásalo en tus axilas para eliminar el mal olor y blanquear la zona al máximo.
Despídete de la piel grasa y dale la bienvenida a un rostro saludable.
La leche de magnesia combate el sebo que se origina en tu piel y ayuda a tenerla más sana. Solo aplícala dos veces a la semana a manera de mascarilla y enjuaga con agua fresca. ¡Santo remedio!
Combate los puntitos negros del rostro y verás como tu maquillaje lucirá mejor.
Aplica una capa de leche de magnesia, deja secar y retira con bastante agua. Puedes agregar este paso a tu rutina de limpieza en las noches una vez por semana para ver resultados más de prisa.
No será de la noche a la mañana, pero con paciencia, puedes reducir el tamaño de tus senos.
Mezcla la leche de magnesia con agua de alumbre para reducir el tamaño de tus senos. Eso sí, ¡paciencia! Aplícalo dos veces al día con un trapito para acelerar resultados.
Elimina el bronceado y bríndale a tu piel oxigenación e hidratación profunda.
Basta con varias aplicaciones de leche de magnesia pura para eliminar los rastros del autobronceador. Si por el contrario te has quemado de más, úntalo en tu piel para calmar los dolores.
Elimina la grasa de tu cabello y luce una textura saludable y bonita.
Si sufres de caspa o tu cabello es muy graso, este es el remedio ideal. Se aplica junto con sal o azúcar y aceite de oliva. La idea es resecar un poco el área, así que el aceite es perfecto para contrarrestar el efecto. Úntalo con el pelo húmedo y limpio, deja actuar por veinte minutos, retira y lava como de costumbre.
Después de la tortura por depilarte, sentirás alivio con algunas capitas de leche de magnesia.
Justo después de depilar, aplica leche de magnesia para evitar la irritación. ¡Funciona de inmediato!
Utilízalo como tratamiento para el herpes simple en tu rostro.
Aplica la leche de magnesia en las áreas donde tengas herpes (como en tus labios o nariz) para calmar la picazón y reducir la molestia.
Trata las manchas ocasionadas por el sol de la manera más económica y eficaz.
Nutre y elimina las pecas o manchas solares del rostro utilizando una mascarilla semana a base de limón y leche de magnesia. ¡Es infalible! Recuerda ponerte protector en las mañanas.
Controla la sudoración, los malos olores y las manchas en las camisas con este remedio.
Combatir los peores olores de tu cuerpo es pan comido. Aplica la leche de magnesia con un algodón en zonas como axilas y entrepiernas y espera que seque. Repite cuantas veces sea necesario.