Confieso que este es el tipo de historias que me encanta comentar. Me devuelven la esperanza. Me hablan de la fuerza del amor y de que los milagros de amor existen. Connor Rabinowitz, tenía 17 años cuando le trasplantaron el corazón de Kellen Roberts, un hombre que acababa de morir trágicamente a los 22 años. Con el corazón que le salvó la vida llegó además el amor de su vida porque ahora Connor, a los 25 años, es la pareja de Erin, de 32 quien es hermana de Kellen.
Después del exitoso trasplante de corazón, Connor quiso conocer a la familia de su donante y cuando fue a visitarlos de inmediato sintió una conexión especial con Erin. Comenzaron una relación a distancia, en 2011 anunciaron que estaban enamorados y el año pasado Connor se mudó a Seattle para estar más cerca de su amor, ¿no te parece increíble?
Connor es técnico de ultrasonidos del corazón y no hace sino agradecer a la vida y a la familia Roberts por haberle salvado la vida. "Sé que estoy conectado para siempre con este hombre que sacrificó su vida para así salvar la mía", dijo en una reciente entrevista en la que agregó refiriéndose a Kellen: "él es mi héroe, mi ángel de la guarda y siempre le estaré agradecido por haber donado sus órganos".
Por su parte Erin dice que no hay palabras para describir lo que siente al saber que su hermano sigue vivo en su novio, y agrega que no sólo vive, sino que es la fuerza que le da vida al amor de su vida. Y cada vez que extraña al hermano que tanto quiso, recuesta su cabeza del pecho de su novio.
Connor y Erin creen que Kellen los unió, primero en la tristeza de su partida pero también en esta celebración de la vida. Y Erin cree que su hermano escogió a Connor como su último regalo para ella…
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