Cuando hablamos de “trauma” usualmente pensamos en abusos, problemas médicos, infancia, violencia e incluso bullying, pero pocas veces se nos viene a la mente un asunto racial. Sin embargo, el trauma racial existe y también se conoce como estrés traumático basado en la raza. La organización Mental Health America lo define como el “daño mental y emocional causado por enfrentamientos con prejuicios raciales, discriminación étnica, racismo y crímenes de odio”.
Más en MamásLatinas: Cómo hablar con nuestros hijos sobre el racismo y la importancia de la igualdad
Toda persona que haya tenido un encuentro racista emocionalmente doloroso, repentino e incontrolable podría sufrir un trauma racial y los niños no están exentos. En Estados Unidos las personas más vulnerables son las negras, indígenas y de color, lo que en inglés se conoce como BIPOC.), las siglas de black, indigenous and people of color.
Por más que queramos proteger a nuestros niños, hay situaciones que no podemos controlar. Los incidentes racistas pueden afectar la calidad de vida de las personas, dice la psicoterapeuta Michelle Felder, especialista en desarrollo infantil y parental en la entidad Parenting Pathfinders. Felder explica que los niños son especialmente susceptibles porque suelen tener “pocas habilidades para manejar los eventos estresantes”. Además, su cerebro aún está en desarrollo, por lo que todavía no entienden las complejidades del racismo y podrían internalizar que tienen un problema, cuando es un asunto social más profundo.
¿Quieres saber si tus hijos sufren algún trauma racial? Te compartimos a continuación varios de los síntomas que podrían sugerir que tu hijo o hijos padecen estrés traumático basado en la raza.
Síntomas que podrían indicar un estrés traumático basado en la raza.
• Alteraciones en los patrones de sueño
• Cambios en el apetito
• Aumento en la ira de forma generalizada o dirigida
• Sentir un vacío o no querer sentir las emociones
• Tener ansiedad o sentimientos de miedo, duda y preocupación
• Estar hipervigilante
• Aumento de la reactividad
• Disociación, que es sentirse desconectado
• Tener pensamientos intrusivos o recurrentes
• Dolores físicos, de cabeza, pecho o estómago, entre otros
¿Cómo sanar un trauma racial?
Hay niños que pueden sentir uno o varios de estos síntomas. El problema es que muchas veces no se catalogan como un trauma racial, sino como problemas de carácter u hormonales, explica la psicoterapeuta. Por eso debemos estar alertas, en caso de que sepamos que nuestros hijos sufren de racismo en algún entorno.
Sanar un trauma racial requiere de tiempo y esfuerzo. Y hay cosas que los padres y madres pueden hacer para ayudar a sus hijos en ese proceso de sanación.
Más en MamásLatinas: Famosos latinos que han sido discriminados en Estados Unidos
Recomendaciones para ayudar a nuestros hijos a sanar.
-
Crea espacios para que expresen lo que sienten. Que los niños compartan lo que atraviesan en un espacio seguro.
-
Permite que hablen de lo que les duele. Para superar los efectos del racismo, hay que explicar qué es y las distintas formas en que se manifiesta. Cuanto más abiertos y honestos seamos, es más probable que los niños recurran a nosotros.
-
Compárteles historias de alegría, resiliencia y esperanza de personas y comunidades que han luchado contra el racismo. Pueden ser historias de tu propia familia para que sepan que también pueden tener experiencias enriquecedoras.
-
Vayan a terapia. Un profesional de salud mental, especializado en trauma, podría ayudarles a encontrar formas de afrontar el racismo.
Mas recomendaciones que te serán de mucha ayuda.
-
Hagan ejercicios de mindfulness. El yoga, la meditación, las respiraciones profundas y otras terapias de atención plena ayudan a relajarse y a concentrarse en el momento presente.
-
Tengan prácticas de autocuidado o un espacio seguro. Actividades como escribir en un diario, dibujar o caminar pueden ser excelentes formas de autocuidado. Además, pueden identificar un espacio seguro donde sepan que pueden pasar tiempo para calmarse y sentirse protegidos.
-
Tengan tiempo de desconexión. A veces las noticias, la televisión, la radio y las redes sociales están llenas de información violenta o de actos racistas. Ten en cuenta que esto afecta nuestro bienestar, así que considera desconectarte de vez en cuando.
Por más difícil que sea este tema, es importante hablarlo con tus hijos. Este es el primer paso para afrontar y ponerle un freno al racismo.