¿Haz escuchado hablar sobre el concepto “los mil días de oro”? Pues bien, este hace referencia a los primero años de vida de los bebés, el tiempo que transcurre entre su concepción hasta que cumple los dos años. Es una etapa sumamente importante en la que el acompañamiento de los padres de una manera correcta tiene un papel decisivo para su desarrollo armónico, para que crezca de forma sana y equilibrada y para que desarrolle al máximo sus capacidades.
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Todo lo que pasa en este periodo es crucial y valioso para su crecimiento, es en esta fase en la que empiezan a caminar, a desarrollar sus capacidades físicas, entre ellas la motricidad gruesa que incluye el control y el movimiento de los grupos de músculos grandes como los del torso, la cabeza, las piernas y los brazos.
Los primeros pasos
Lo habitual es que los bebés empiecen a caminar entre los 9 y los 18 meses, y para un crecimiento armónico es fundamental no saltarse ninguna de las etapas, realizar algunas actividades para incentivarlos a caminar, y acudir a un pediatra en caso de dudas en su proceso. Generalmente, para cuando alcanzan los 2 años de edad, casi todos los niños pueden pararse, caminar, correr y subir escaleras.
Para que le brindes un acompañamiento seguro y los incentives en su proceso, a continuación te sugerimos varios consejos, actividades y juguetes que te serán útiles para ayudarles a fortalecer los músculos de sus piernas y a caminar.
Un proceso natural en un ambiente seguro
El neuropediatra Manuel Antonio Fernández, en el portal Webconsultas, explica que en general no es necesario realizar ninguna actividad específica para fomentar el desarrollo de la marcha y señala: “Empezar a andar es un proceso natural e innato en la especie humana que, si no existe ningún problema en el desarrollo, se hace de forma espontánea y progresiva”. Además explica: “Es normal que el niño comience a sostenerse con todo lo que encuentre a su alrededor para ayudarse a caminar. El papel de los padres es procurar que el entorno sea seguro para el pequeño”. Para ello es muy buena idea acomodarles un espacio libre de objetos en el que se puedan mover libremente y que también estén protegidos. Un corral es una magnifica opción; Target tiene varios estilos muy seguros y funcionales para este propósito.
No adelantes su proceso
No te empeñes en adelantar su proceso para caminar, no tiene ningún sentido que tu bebé se levante si aún no tiene desarrollada la fuerza en sus piernas. Lo recomienda el estudio realizado por la pediatra Emmi Pickler que ha concluido en un método conocido como “El Movimiento en libertad del bebé”, y que consiste en que no debes forzar ni ayudarle a aprender a caminar. Sostener al bebé por los dedos para que dé pequeños pasitos cuando no tiene fuerza en las piernas, o ponerlo en posiciones forzadas, como sentado y apoyado en una almohada, impidiendo su libre movimiento, son actividades perjudiciales para su desarrollo motriz, ya que al ponerlo en una postura que no podría adoptar por sí mismo le obligamos a estar en posiciones forzadas y no naturales que hacen que sus músculos se tensen o que estén en malas posiciones.
¿Cómo puedo incentivar a mi bebé para que camine?
El tiempo que el bebé pasa en las sillas del auto, cochecitos, cunas u otros equipos restringen sus movimientos, aunque muchas veces no seamos consientes de esto porque son de gran ayuda en nuestro día a día, es una realidad. Así que para incentivar el desarrollo de la motricidad gruesa de tu bebé que incluye el control y el movimiento de los grupos de músculos del torso, la cabeza, las piernas y los brazos, limita el tiempo en el que el bebé pasa en estos aparatos; destina un buen de tiempo para jugar con él/ella y que se mueva libremente, cuando menos te lo imagines ya estará caminando.
¡A jugar!
Hay dos excelentes juegos para que tu bebé desarrolle su marcha. Uno de ellos es ponerle su juguete favorito fuera de su alcance; pídele que trate de agarrarlo animándole a que se ponga de pie y que camine, déjalo que se desplace apoyándose en los muebles mientras practica.
El otro juego le ayudará a fortalecer los músculos de sus piernas; se trata de jugar a la bicicleta o al pedaleo. Cuando le cambies el pañal o después de la hora del baño, toma sus piernas y haz el movimiento como si estuviera pedaleando en una bicicleta. Flexiona sus piernas y llévalas hacia el abdomen; luego, deja que las estire con fuerza.
Andador: ¿Sí o no?
La pediatra Tatiana Estay de Sana Sana Pediatría, no aconseja el uso del andador, y es que en muchas ocasiones resulta ser peligro para la seguridad del bebé; y ¡sí que lo es!. Doy testimonio de que cuando era una bebé, por un descuido de un segundo de mis padres, rodé varias escaleras abajo, montada en uno de estos. La doctora además explica que estos aparatos, “no sirven para ‘estimular’ la marcha, ya que crean posturas inadecuadas para caminar, como lo son la 'marcha sentada' o en 'puntas de pies'. Para resumir, al usar estos aparatos, el bebé no es consciente de su peso e inercia, crea malas posturas y no desarrolla sus reflejos.
Pies hacia adentro o hacia afuera
El portal Kids Health explica que tener los pies hacia adentro o hacia afuera al caminar ocurre muy a menudo en los niños que están aprendiendo a andar. Los niños pueden andar o correr con uno o ambos pies girados hacia adentro o hacia afuera. Esta condición no suele dolerle a los pequeños, pero puede hacer que a veces tropiecen y se caigan. Aunque esta condición en la mayoría de los niños mejora sin recibir ningún tipo de tratamiento, ya que a medida que van creciendo, sus huesos van rotando lentamente y se enderezan, es importante que hables con el pediatra y lo menciones en las consultas de rutina. Si percibes esta condición, es buena idea hacer un video mientras el bebé camina para enseñárselo al pediatra y corregir esta condición de ser necesario.
¿Usar zapatos?
Se aconseja posponer el momento de ponerle el primer par de zapatos a un bebé. Los zapatos sirven mayoritariamente para proteger sobre todo cuando camine en el exterior, y ponerle zapatos a un bebé no hará que aprenda a caminar más rápido ni mejor. De hecho, los zapatos limitan los movimientos naturales de los pies y pueden hacerles más difícil aprender a caminar. Lo mejor es que tu bebé ande descalzo para que sus pies se desarrollen bien. Si hace frio o quieres cubrir sus pies, unas medias antideslizantes son muy buena opción. Target tiene una gran variedad.
Caminador cochecito
El cochecillo con ruedas que se puede empujar es el único tipo de andador que los pediatras no prohíben usar. Los juguetes que se arrastran provistos de una barra que llega hasta la altura del pecho del bebé y que van unidos a una base estable y pesada con ruedas pueden ayudarle a practicar. Los bebés usan la barra como apoyo y empujan el juguete para moverse. La pediatra Laia Asso aseguró para el periódico El País de España, que al usarlo: “Es como arrastrar algo. No es tan malo. Empujan para ayudarse, es como si empujaran una silla, por ejemplo”. Eso sí, no le quites la vista de encima a tu bebé, no permitas que juegue solo mientras use este cochecito. Target tiene varias opciones en las que tu bebé podrá practicar sin inconvenientes.
¿Agarrarle las manos para que camine?
La fisioterapeuta pediátrica Ana Pérez en su cuenta de Instagram Fisiomundopeques, explica que los bebés en sus primeros pasos deben controlar su centro de gravedad y equilibrio, y si le damos las manos al caminar su centro de gravedad se adelanta, y si soltamos sus manos se van hacia delante. Para ayudar a los niños a dar sus pasos se aconseja agacharse para ponerse a su altura y en esa altura al agarrar las manos se puede controlar más fácil el centro de gravedad, y se evitan luxaciones.