La maternidad le cambia la vida a las mujeres de todas las maneras que uno pueda imaginarse. Puede ser un tremendo reto tener que adaptarse a todos los cambios, aunque la recompensa hace que obviamente merezca la pena. Muchos podrían pensar que todas las mamás son felices porque todo mundo así hace que parezca. Sin embargo, la realidad no siempre es esa porque la felicidad no está garantizada. Mamá, tienes que encargarte tú de encontrar la felicidad que te mereces porque nadie lo hará por ti. En el fondo, en casa nadie puede ser feliz si la mamá no lo es.
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¿Tú cómo le haces para ser una mamá feliz? No queremos que te preocupes porque tenemos un montón de consejos para ti. Son de lo más simples, pero no siempre es sencillo ponerlos en práctica. La razón no es tan difícil de entender porque como mamá seguro que estás bien enfocada en cuidar a tus hijos y tu familia olvidándote de ti misma.
Seguro que lo has escuchado más de una vez pero esto es como lo que nos dicen en los aviones al explicarnos las medidas de seguridad. En caso de emergencia, primero debes ponerte tú la mascarilla de oxígeno antes de ayudar a los demás. Pues eso es precisamente lo que hay que hacer como mamá para garantizar tu felicidad y la de tu familia.
Ahora puedes escuchar el contenido de MamásLatinas donde quiera que estés, a través de nuestro pódcast Mamá Dice. Cada episodio contiene tips prácticos para la mujer y consejos enfocados en la crianza positiva y saludable. Escúchanos en tu plataforma de pódcast favorita.
Revísate a ti misma de manera regular.
¿Estás enfadada? ¿Te sientes cansada? ¿Necesitas un descanso? En ocasiones estamos tan ocupadas que nos olvidamos de vernos a nosotras mismas para comprobar si necesitamos algo. No hay ningún problema si dejas para otro momento lavar la ropa y te dedicas un rato a ti misma.
Duerme siempre que puedas.
¿Qué pasa si es a mitad de mañana cuando estás cansada y tienes que hacer otras cosas? Entonces no estás durmiendo lo suficiente por las noches y necesitas descansar cuando puedas. El insomnio puede desembocar en accidentes o incluso en graves problemas de salud.
No te olvides de comer bien.
No, no tienes que comer ensaladas saludables todo el día. Tienes que darle a tu cuerpo los nutrientes que necesita. En muchas ocasiones las mamás no comemos balanceado y a veces solo tomamos los restos de lo que comen los niños y esto está mal. El cuerpo necesita energía.
Encuentra fórmulas para que tu vida sea más fácil.
No tienes que convertirte en una mártir. Vivimos en un tiempo en el que la tecnología puede hacer que las cosas sean mucho más sencillas. Aprovéchala para que te traigan a la puerta de tu casa los pañales, la compra que necesitas y esos pesados productos de limpieza.
Pide ayuda cuando la necesites y acéptala.
Las mamás felices saben bien que educar y criar a un hijo es una tarea titánica, así que pide ayuda cuando la necesites. Seguro que habrá alguien en la familia a quien también le encante bañar a los chicos o prepararles su cena favorita.
Elige tus batallas de forma inteligente.
Hay algunas cosas que es mejor dejarlas pasar por tu salud mental. Fíate de tu instinto para decidir lo que es realmente importante y si un día tus hijos quieren ponerse los calcetines desparejos no pasa nada. ¿A quién le importa lo que piensen los demás? Son simples calcetines.
No te compares con otras mamás.
Creemos que Theodore Roosevelt estaba en lo correcto cuando dijo: "La comparación es una forma de robar la alegría". Deja de compararte con otras mamás, esto no es una competición. Hay más de una manera de ser una buena mamá igual que cada niño necesita algo diferente.
Acepta que cometerás errores, porque los cometerás.
Y el que lo niega está equivocado. Todos cometemos errores y no pasa nada. Asume los tuyos, pide disculpas cuando sea necesario, aprende de ellos y pasa la página. La maternidad es un proceso de aprendizaje constante y cometer errores es lo más normal del mundo.
No importa si de vez en cuando tu casa es un desastre.
Claro que como mamá quieres que tu hogar esté siempre limpio y bien ordenado, pero a los hijos les encanta ponerlo todo patas arriba y no pasa nada si en ocasiones no se ordena inmediatamente. Y recuerda que si tus hijos ya son lo suficientemente grandes como para recoger, les tienes que enseñar a hacerlo, incluso aunque no lo hagan perfectamente.
Date algún caprichito de vez en cuando.
No olvides de hacer algo lindo para ti misma cada día. No tiene que ser nada del otro mundo, puede ser ese pedacito de chocolate delicioso que te encanta cuando se derrite en tu boca, o darte un relajante baño cuando los chiquitines duermen la siesta. Lo importante es que hagas algo que te guste porque te lo mereces.
Sal de casa a dar un paseo.
No hay nada mejor que salir a pasear y respirar aire fresco y que te den los rayos del sol, con los beneficios que trae la vitamina D para tu salud. Es importante no quedarse encerrada todo el día en casa, aunque solo sea un breve paseo con la carriola si tu bebé aún es chiquito.
No olvides nunca de hacer ejercicio.
Es una excelente manera no solo de cuidar su cuerpo físico sino tu salud mental, además de ser un buen ejemplo para los niños. Puedes hacerlo en tu propia casa, yendo al gimnasio mientras están en la escuela o simplemente quedando con otras mamás para salir a pasear.
Es importante que pases tiempo a solas.
Cuando tienes hijos es muy saludable hacer cosas sola, aunque sea para ir al supermercado para hacer la compra del día. Te parecerá una locura, pero descansar un rato de los hijitos es como si te regalaras unas mini vacaciones. Que te ayude tu esposo, otro familiar o incluso una nanny por un par de horas.
Sonríe a carcajadas frecuentemente.
Es bien importante sonreír a menudo, incluso si el ataque de risa hace que te den ganas de ir al baño. La sonrisa es el comienzo de una serie de reacciones físicas que son muy positivas ya que hay estudios que aseguran que ayuda incluso a fortalecer el sistema inmunológico.
Atrévete a decir no cuando tengas que hacerlo.
"No" es una de las palabras más subestimadas de nuestro vocabulario. Es importante sentirse cómoda diciendo "no" cuando alguien te pide algo que no puedes o no quieres hacer. Con un "no" es más que suficiente, no tienes que darle explicaciones a nadie.
Deja de estar todo el tiempo con veinte cosas a la vez.
Lo sabemos, a veces la única manera de resolver las cosas es haciendo mil cosas a la vez. Pero recuerda que hacerlo constantemente puede ser agotador para tu cerebro y para tu alma, así que al menos una vez al día deja de hacer tres cosas a la vez y concéntrate en solo una.
Recuerda quién eres y lo que te gusta hacer.
Antes de convertirte en mamá, ¿qué cosas te gustaban hacer? ¿de qué manera te gustaba vestirte? ¿cuál era tu disco de música preferida? Tienes que buscar maneras de reconectar con la mujer que disfrutaba de otras cosas que no fueran exclusivamente ser mamá.
Encuentra a otras mamás que están en tu misma situación.
La maternidad, especialmente cuando los bebitos son muy pequeños, puede ser un periodo en que sientas una gran soledad. Lucha contra ella y hazte amiga de otras mamás que estén en tu misma situación porque te ayudará a compartir lo que estás viviendo y entender que no eres la única.
No te avergüences de pedir un 'time-out'.
No solo son para los niños, a veces las mamás también necesitan una breve pausa para no terminar explotando. Si empiezas a notar que estás a punto de perder el control, date cinco minutos para respirar y relajarte. Verás que cuando retomes lo que estabas haciendo te sentirás mucho mejor.
No olvides dar las gracias cada día.
Hazlo a diario, se agradecida y recuerda las cosas buenas que tienes en la vida. En el caos de la maternidad es fácil arrancar el día y no parar ni un instante para dar las gracias. Puedes hacerlo a través de un diario en el que anotes todas las cosas lindas que te pasan, desde ese beso inesperado de tu hijo hasta las galletitas que te trajo tu amiga del alma.
Escucha qué actitudes te encaminan en tu camino hacia la felicidad en nuestro pódcast.
Mamá Dice es el pódcast de consejitos de maternidad de MamásLatinas. Escúchanos de lunes a viernes en tu plataforma de pódcasts favorita. Son cortos y se adaptan al estilo de vida de cualquier mamá.