Por muy difícil que haya sido lo que se queda atrás, todo nuevo comienzo viene con un sentimiento de renovación y ese punto de arranque se convierte en una oportunidad maravillosa para fijarse metas para crecer como mamás y ayudar a nuestras familias a vivir mejor. El secreto está en ir estableciendo nuevas rutas para perfeccionar la comunicación, la formación y la educación emocional en nuestros hijos, algo que servirá a nuestros hijos a lo largo de su existencia. También para desarrollar costumbres y hasta rituales que nos unan más y nos hagan mucho más felices y aunque parecen objetivos complicados, la verdad es que no lo son. Aquí te tenemos resoluciones concretas que te van a ayudar mucho en tu papel de madre.
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Si hay pequeños cambios o estrategias que te puedan ayudar a estar de mejor humor, ser más paciente, más sonriente y más plena en tu vida porque no darte la oportunidad de intentarlas. Además, te ayudarán a relajarte y hasta a bajar de peso. Te va a sorprender cómo pequeñas modificaciones en la rutina pueden hacer milagros.
Aunque no lo creas, también es posible que tengas más tiempo libre y más ganas de hacer cosas. No, no es magia, ni remedios instantáneos. Verás que si te lo propones puedes lograr que el 2024 sea uno de los mejores años de tu vida porque todo lo que hemos aprendimos en estos últimos dos años sobre el amor, la vida y la gratitud nos dará la pauta para valorar hoy más que nunca el amor, la vida y la familia.
Escucha este episodio de nuestro pódcast 'Mamá Dice' con algunas resoluciones para ser una mejor mamá:
Después de todo lo vivido, aprovecha cada segundo que pases con ellos, disfruta de su crecimiento y vive cada momento como irrepetible.
Es una cuestión de actitud y enfoque porque si tú te lo propones puedes ver en cada día el regalo de la convivencia, notarás que cada momento es único y que lo que pudieron vivir hoy, por muy simple que parezca, no se volverá a repetir. Disfruta sus risas, su alegría, su voz, de cómo cantan, de cómo se enfadan de cómo avanzan. Cada día representa crecimiento por lo que puedes vivir cada una de sus etapas de vida totalmente conectada y consciente de que serán irrepetibles.
Enséñalos a valorar la importancia del amor, la gratitud, la solidaridad y sobre todo el valor de la vida.
Todas hemos vivido algunas pérdidas importantes durante este año y al ser un 2020 que sacudió la vida de todos, podemos valorar aún más el amor y la gratitud de vivir. Puedes transmitirle a tus hijos la importancia de la vida con un pequeño ejercicio de gratitud que pueden hacer al despertar o al dormir. Incluso el hecho de comenzar con un: 'Gracias porque puedo ver el sol al despertar, es algo que los conectará con la vida'.
Siéntate a conversar con tus niños.
No importa la edad que tengan, tus hijos por pequeños o adolescentes que sean tienen historias que contarte. No esperes que ellos solos te digan sus intimidades, hazles preguntas concretas y constantes. Verás como poco a poco te van contando sus vidas.
Piensa en cómo funcionan tus hijos.
Los niños tienen su personalidad, al igual que los adultos y hay que respetárselas. Un pequeño tímido no responderá igual a tus lecciones de educación con la familia que uno sin ansiedad social. Un niño muy activo necesita formas de gastar energía. Encontrarles la vuelta te ayudará a bajarle al drama familiar.
Déjalos arriesgarse dentro de lo razonable.
Si les permites a tus hijos experimentar cosas nuevas estarás criando niños más seguros de sí mismos y creando más tiempo para ti. Eso incluye hasta ponerles tareas en la casa. Un niño de dos años es capaz de recoger sus juguetes, por ejemplo.
No uses comparaciones a la hora de educar a tus hijos o pelear con tu esposo.
También es buena idea comenzar un pedido o una llamada de atención diciendo primero algo bueno. Así bajarán la guardia y te escucharán con mejor disposición.
Establece horarios para guardar el teléfono.
Los niños aprenden viendo y te calificarán de hipócrita si los obligas a apagar los artículos electrónicos, cuando tú sigues con el teléfono en la mano. Lo mejor es que hagan juntos actividades que no involucren la tecnología actual. Así lograrás que todos tengan una vida más sana sin grandes peleas.
Dale un descanso a la mamá regañona.
La vida en familia a menudo es pura agitación y estrés. A veces lo mejor es simplemente relajarse y encontrar tiempo para hacer cosas divertidas.
Un ritual nuevo puede ser mágico.
Los niños adoran esos momentos en los que creamos tradiciones únicas para ellos. Puede ser acostarse a leer los sábados en la mañana o apartar una hora a la semana para que les cuentes de tu infancia.
Practica en familia el agradecimiento.
Por muy malas que estén las cosas, siempre habrá algo que las pueda poner peor. Aunque tú misma no tengas ánimo para hablar de algo nuevo, practica con tus hijos la costumbre de agradecer las cosas buenas de la vida. Es un hábito que les durará toda la vida y que, para muchos, es la clave de la felicidad.
Convierte el ejercicio una actividad familiar.
En esta vida apurada que llevamos todos, hay que aprovechar el tiempo en familia para movernos. Dicen que la gente que se ejercita con otros tiene más facilidad en mantener el hábito y obtiene mejores resultados. Si es con tu pareja si la tienes y tus hijos, también podrán reírse juntos y hasta apoyarse en los esfuerzos por vivir más sanamente.
Aparta tiempo para ti.
Las mujeres, en especial las mamás, tenemos la mala costumbre de ponernos en último lugar. La verdad es que debes ponerte en el primero, pues nadie puede dar nada si está fundido. En esto los estadounidenses tienen razón, "si mamá está feliz, todos en la familia están felices".
Valora a tus amistades.
Las personas con amigos viven más felices y tienen más salud, especialmente los que no tienen familia cerca. Si tus hijos te ven rodeada de amigas, ellos también valorarán la amistad.
Enséñales las cosas importantes con diversión.
Eso de enseñar a palos no solo es consejo pasado de moda, sino que lo único que produce es resentimiento y rechazo. Un niño que aprende riéndose valorará todos los consejos y lecciones que le des.
Relájate cuando las cosas salen mal.
Algo importante que podemos darnos y darle a nuestros hijos es la capacidad de mantener la calma ante la adversidad, por pequeña o grande que sea. Una carcajada en momentos de estrés va a aumentar la calidad de vida de todos en casa, comenzando por la tuya.
Ahora puedes escuchar el contenido de MamásLatinas donde quiera que estés, a través de nuestro podcast Mamá Dice. Cada episodio contiene tips prácticos para la mujer y consejos enfocados en la crianza positiva y saludable. Escúchanos en tu plataforma de podcast favorita.