Jennifer López está pasando por la mejor etapa de su vida. Su película Hustlers en la que no solo actúa –y se roba el show— sino que produjo, ha sido aplaudida a todo nivel, su relación con Alex Rodríguez va viento en popa y, a los 50 años está más bella que nunca. Sin embargo, nada de eso le da tanta satisfacción como ser mamá y ver crecer a sus hijos, Emme y Max.
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Así lo contó nuestra querida boricua a MamásLatinas durante una entrevista para hablar de Hustlers, en la que interpreta a otra mamá, pero mucho más controvertida. Ramona es una stripper, que está obsesionada con ganar dinero para darle una vida a su hija mucho mejor de la que ella tuvo. Aunque se trata de un personaje secundario, J.Lo lo convierte en el centro del film y su actuación ya ha despertado llamados a una nominación a un Oscar.
Aunque no la están promoviendo así, Hustlers es en parte una película sobre abuelas, madres e hijas. Habla sobre cómo las mujeres muchas veces usamos nuestro cuerpo para llenar el vacío que nos deja el abandono o desamor de nuestras madres, y sobre la inseguridad que muchas llevamos dentro. Por eso le quisimos preguntar a Jennifer cómo ha hecho para criar a su hija Emme como la niña segura de sí misma que es.
Jennifer López evitó dar consejos, sino que nos habló de su experiencia.
"Para mí ser mamá es la cosa más grande de mi vida", dijo la estrella al pensar en sus hijos, los gemelos Emme y Max.
Sin embargo, sí nos contó su filosofía como mamá.
"Los niños se sienten fuertes cuando trabajan por alcanzar una meta y lo logran", indicó Jennifer López al hablar de cómo ha logrado inspirar confianza en sí mismos a sus hijos.
Específicamente hablamos de la seguridad en sí misma que exhibió su hija Emme sobre el escenario al cantar con ella.
"Ella fue la que quiso hacerlo", indicó. "Fue uno de los momentos más felices de mi vida".
Sin embargo, siguiendo con su filosofía de vida, J.Lo no le hizo las cosas fáciles a su hija.
"Le dije que sí, pero que tenía que trabajar como todos los demás. Que tenía que prepararse, estudiar, ensayar", reveló Jennifer López. "Ella tuvo que hacer su calentamiento, estar lista". Fue su manera de que la pequeña no solo recibiera una buena dosis de esa ética laboral legendaria de su mamá, sino de que justamente se sintiera segura de sí misma al cantar.
Emme trabajó durísimo antes de subir al escenario con Jennifer López.
La magia que crearon madre e hija no fue algo espontáneo. El esfuerzo rindió sus frutos para el público, pero más para la pequeña. La Diva del Bronx está haciendo un gran trabajo con su hija. Es algo que les aplica a los dos, Max también recibe la misma atención.
Jennifer López le da la misma fuerza a las hijas de Alex Rodríguez.
Y con su ejemplo nos enseña cómo ayudar a los nuestros, en especial a nuestras niñas, a ser mujeres poderosas que creen en sí mismas. Obviamente, nada de eso es posible sin rodearlos del amor incondicional que tiene que ofrecer la mamá. Es algo infalible.
