¡Cómo nos divertíamos de niños practicando trabalenguas con nuestros padres y familiares! Decir bien esas oraciones o frases tan difíciles de pronunciar —ya que usan palabras similares o de igual conjugación— era un verdadero logro. Los trabalenguas se originaron en la antigua Grecia. Las personas sabias los inventaron como enigmas o paradojas con la idea de educar. Además, se decía que las personas que podían pronunciarlos correctamente, debían dedicarse a la oratoria. La buena dicción era motivo de admiración en la cultura griega. Nosotros, los latinos, crecimos disfrutando en familia de esos trabalenguas que aprendimos de nuestros padres, familiares o amigos.
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Pero, más allá de ser divertidos, los trabalenguas podrían tener beneficios en la salud de tus hijos, sobre todo si crías niños bilingües. Y es que los trabalenguas son perfectos para que tus hijos practiquen su español y, de hecho, hay algunos que son buenos para los niños que no pueden pronunciar bien las erres. A continuación, hablamos de algunos beneficios de practicar trabaluenguas con tus hijos y compartimos algunos para que pongas manos a la obra y te diviertas con tu familia familia.
Escucha este episodo de nuestro pódcast 'Mamá Dice', donde hablamos de algunos beneficios de practicar trabalenguas con tus hijos: