Lo que debes y no debes decirle a tu hija sobre ganar y perder

En un mundo en el que tal parece que ganar es lo único que importa, como padres, muchas veces podríamos sentirnos presionados a inculcar en nuestras hijas una mentalidad y una actitud ganadoras, y empujarlas a ser las mejores en todo lo que emprendan. Sin embargo, es de suma importancia enseñarles que de los fracasos también se aprende y que, más que ganar o perder, lo importante es el proceso de aprendizaje y crecimiento que experimentamos cuando trabajamos para lograr algo. "Elogiar el esfuerzo de los niños es imprescindible para que aprendan que es más importante que el resultado mismo", asegura la psicopedagoga y maestra de educación especial María José Roldán.

Algo muy importante que hay que tener siempre presente es que debemos permitirles a nuestras hijas sentirse mal cuando pierden, además de darles el tiempo y el espacio que necesitan para lidiar con esas emociones que vienen con perder. "Aunque nosotros, como adultos, entendemos a la perfección que el fracaso es parte del éxito, necesitamos tomar en cuenta que dicho entendimiento es el resultado de las experiencias vividas a través de los años", nos explica la psicóloga Karina Suárez Fernández. Según ella, decirle a tu pequeña que debe entender el fracaso, es como impedirle las emociones que ello conlleva y el mensaje real termina siendo: "No sientas lo que estás sintiendo".

Como nos dice Johanna Torres, madre y editora en jefe de MamásLatinas, "el tema de ganar y perder es delicado, pero es de suma importancia tratarlo en las conversaciones con nuestras hijas". Entonces, ¿qué debemos y no debemos decirles a nuestras hijas en cuanto a ganar y perder? Les preguntamos a padres, expertos y entrenadores deportivos, y aquí te presentamos lo que nos dijeron.

Enséñales que lo más importante es que den lo mejor de sí.

Ya sea que nuestras hijas practiquen algun deporte o realicen otra actividad extracurricular, el objetivo, según explica el entrenador de tenis José Manuel García, del Doral Tennis Center de Miami, "no es ganar o perder, o que se conviertan en las mejores del mundo, sino mantenerlas lejos de cosas negativas y crear disciplina en ellas. Si se da la oportunidad de que desarrollen un buen nivel en el deporte y den buenos resultados, mucho mejor todavía; pero siempre y cuando ellas sepan que ganar y perder siempre será lo mismo mientras den lo mejor de sí mismas". La experta en entrenamiento físico Idalis Velázquez está de acuerdo: "A mis niñas les enseño a dar lo mejor de sí", asegura Velázquez, quien tiene dos hijas, una de 11 años y otra de 7. "Les digo que es la única manera en la que siempre ganamos en la vida; sea que aprendamos algo nuevo en el proceso o consigamos más disciplina, perseverancia y carácter".

Evita los reproches y no les des a entender que lo único que importa es ganar.

Frances Hogsten se asegura de decirle a su hija de 13 años —quien practica fútbol, voleibol y pista y campo desde los 6— que "ganar significa que lograste lo trabajado, lo deseado y, a la misma vez, mejoraste como jugadora, pero no es lo más importante". Mayna Nevárez, cuya hija de 11 años juega tenis desde los 5, aconseja evitar utilizar frases como: "¿Por qué perdiste?" o "No estabas pendiente", cuando nuestras niñas pierden en algun deporte, y en lugar de reprocharles, "debemos buscar la manera de ayudarlas a mejorar". Por su parte, Velázquez asegura que evita "ponerles presión en tener que ganar, ya que lo importante es continuar aprendiendo y creciendo en lo personal, académico, deportivo y profesional". 

Habla con ellas sobre el proceso, en lugar de solo enfocarte en los resultados.

"Evita cometer el error de motivar únicamente el resultado final sobre lo esperado", aconseja la doctora Suárez Fernández. "A veces, los padres tenemos dificultad para comprender que los progresos, es decir, los pasos para llegar al resultado final, también forman parte del ganar. No solo reconoce la meta, sino también los pasos para llegar a ella".

Evita a toda costa mencionar frases como "no exageres" o "no te sientas mal".

"Hablarles a nuestros hijas sobre la importancia de saber perder en un juego, en una tarea cotidiana o en una situación de la vida, implica hablar primero sobre sus emociones, sobre lo que siente al perder y, en este caso, evitar a toda costa mencionarles frases como 'no exageres', 'no te sientas mal' o 'no pasa nada, después lo volverás a intentar'", asegura la doctora Suárez Fernández. "Entendamos como madres que ellas necesitan asimilar las emociones y para ello lo primero es comprender lo que sienten y establecer empatía. Frases como: 'entiendo que estés enojada', 'comprendo que en este momento prefieras estar sola', o 'entiendo tu tristeza por haber perdido', son las primeras que nuestros hijos deben escuchar, ya que se convierten en un permiso para sentir, sabiendo que no hay nada de malo en ello". 

Anímalas a seguir adelante, pero con dulzura y buscando una forma de mejorar.

"Cuando a una niña no le va bien en alguna competencia, lo puede llegar a sentir como una derrota personal", dice Torres, cuya hija llegó a competir en varios campeonatos nacionales de gimnasia. "Mis abrazos de consuelo cuando las puntuaciones de mi hija no reflejaban su esfuerzo eran tan importantes o más que mis aplausos cuando sus puntuaciones eran brillantes. Siempre vi esos momentos como buenas oportunidades para mantener las líneas de comunicación con ella abiertas y para recordarle todo lo que ella ganaba con su participación en la gimnasia, incluso cuando no llegaba en primer lugar". 

Nevárez agrega: "[Cuando mi hija pierde], dejo que lo interiorice, espero que pasen unas horas y luego nos sentamos, cuando veo que está lista a analizar el juego, vemos qué pasó, qué podría mejorar…"

No les enseñes a medir su valor de acuerdo con sus logros.

"Es importante enseñarles y recordarles que ellas no son solo sus logros, sino mucho más de lo que alcanzan lograr en la vida o no", dice Velázquez. "No quiero [que mis hijas] sean mujeres que midan o determinen su 'valor' a base de sus logros. Esto puede crear otros problemas, como [la obsesión con el] perfeccionismo y hasta pueden sentirse que no son 'suficientes' en momentos que no sea así. Es importante enseñarles que perder es parte esencial de la vida y a pesar de lo que otros puedan decir, ganar no es siempre lo más importante.

Enséñales a disfrutar los momentos cuando ganen y celebren sus logros, pero que igual se sientan orgullosas del esfuerzo y el trabajo realizado cuando no sea así.

Señala Velázquez que hay que enseñarles desde pequeñas lo lindo e importante que también es apoyar a otras niñas y niños y celebrar sus logros, ya que la vida no es una competencia con otras personas. Asimismo, que todo el que trabaje fuerte, persevere y sea honrado, al igual merece ganar y, de hecho, ya de por sí es un ganador.