Consejos para pasar a tu hijo de la cuna a la cama exitosamente

La maternidad es una vivencia maravillosa que suele estar acompañada de múltiples preguntas, en especial cuando se trata del primer hijo. En mi caso, por ejemplo, recuerdo que me generaba muchas dudas todo lo relacionado con la transición de la cuna a la cama, pues lo consideraba un cambio muy importante para mi hija.

Si te haces la misma pregunta, y estás interesada en informarte al respecto, te invito a conocer algunas recomendaciones de los expertos. ¡Espero que te sean de mucha utilidad!

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Para empezar, es importante resaltar que no existe un período de tiempo específico para hacer el cambio de la cuna a la cama, tal y como lo explica la pediatra y experta en desórdenes del sueño, Debora Lin-Dyken al portal Babycenter.

Aunque la especialista aclara que "la mayoría de los niños hacen el cambio en algún momento entre el año y medio y los 3 años y medio de edad", también sugiere hacerlo cuando el pequeño esté cerca de los 3 años, pues para hacer dicha transición se necesita cierto grado de desarrollo cognitivo, y en ese sentido, "algunos niños simplemente no están preparados para una cama", explica la experta.

Por eso, recalca Lin-Dyken que no debemos tener miedo a devolverlo a la cuna, en caso de que nuestro pequeño se muestre completamente renuente al cambio.

¿Y qué más debemos considerar? Aquí algunas recomendaciones de Mark Widome, profesor de pediatría del Hospital Penn State Children, en Pensilvania, a la revista Parents:

Seguridad. Tal vez sea el momento correcto para hacer la transición a la cama cuando se haga evidente la capacidad del pequeño de saltar sobre la baranda de la cuna, lo cual suele suceder entre los 18 y 24 meses de edad.

Un nuevo hermano. En dicho caso es mejor hacer el cambio de cuna a cama, al menos uno o dos meses antes de la llegada del bebé.

Un cambio a la vez. Dado que la transición de cuna a cama es un hito en la vida del niño, es mejor hacerlo cuando no se estén llevando a cabo cambios significativos como el control de esfínteres o el renunciar al chupo o chupete.

Finalmente, te sugiero que pongas en práctica la siguiente estrategia que a mí me resultó muy útil: involucra a tu pequeño en procesos como elegir su nueva cama, un divertido juego de sábanas, o unos lindos cojines para su habitación. Ellos sentirán que son partícipes en el cambio y se mostrarán más dispuestos a hacerlo.

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