La edad no es impedimento para inculcarle buenos valores a tu hijo. Si no sabes cómo, acá te doy mis mejores consejos para tu que bebé colabore en la casa como si fuera un adulto más. Tranquila, que no estarás abusando de ellos… ¡Se sentirán más independientes que nunca!
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Mira, no soy la madre más perfecta del universo pero desde que mi niño aprendió a caminar, le he enseñado a tener deberes en la casa. Soy fiel creyente de que la educación se siembra desde chiquiticos y créeme, aunque sea varón, los bebés necesitan entender que sus manos también están para ayudar. Lo que menos quieres es criar a futuros hombres flojos, aunque sea bien aceptado en nuestra cultura.
No tengo una fórmula mágica. Sólo te pido que tengas toneladas de paciencia. A sus 2 años, mi hijo recoge sus platos de la mesa y los lleva a la cocina, le da de comer al gato, limpia si algo se le derrama y hasta me ayuda a trapear el piso. Nunca lo obligo pero al ver que él disfruta de esas "responsabilidades", siento que estoy criando un mejor ser humano. Verás que es más sencillo de lo que imaginas.
1. Cada uno hace su parte. Desde el principio crea reglas que sean fáciles de seguir y delega trabajos en el hogar. Si tienes varios niños, divide las tareas de manera justa o escoge un día específico para que saquen la basura o recojan sus juguetes. La idea es mantener la disciplina y que no sea cuestión de un par de veces.
2. Apláudelos. No se trata de celebrarles todo lo que hagan porque al fin y al cabo es responsabilidad, sino de dejarles saber que están haciendo un buen trabajo (aunque el piso quede medio sucio) y agradéceles siempre con una sonrisa.
3. Hazlo divertido. Cuando mi hijo derrama jugo en el suelo o en el mueble, cantamos la famosa canción de "Clean Up", nos convertimos en un "tren" para buscar las servilletas y limpiamos mientras bailamos. Eso lo motiva a seguir ayudándome.
4. Conoce sus límites. Los pequeños se frustran fácilmente, es normal. Si tu hijo no puede o no sabe hacer algo, no lo obligues. Enfócate en explicarle cómo se hace o dale otra responsabilidad. Poco a poco ellos mismos se pondrán nuevos "retos".
5. Invítalo a ser parte de tu rutina. Pídele que te pase la escoba o que le agregue canela a la avena. Esos mínimos detalles lo hacen sentir independientes a pesar de que no puedan comerse su desayuno solos. ¡Ah, la magia de los niños!
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