
Preparase para la universidad puede ser un proceso largo y abrumador –uno que comienza años antes de que tu hijo entre en su primer auditorio–. La necesidad de hacerlo es también algo que puede surgir de repente. Para mantenerte en línea, hemos recopilado una lista de recursos que debes comenzar a revisar cuando tu hijo esté en segundo año de la escuela secundaria.
Lee más en ¿Qué más?: 3 Cosas que tu hijo debe hacer para sobresalir durante el proceso de admisión universitaria
Consejero. Yo diría que uno de los pasos más importantes, aunque, a menudo uno de los más descuidados por los estudiantes de secundaria que se preparan para la universidad, es el de la planificación de cursos. La mayoría de las universidades tienen exigencias estrictas sobre los prerrequisitos académicos de los estudiantes potenciales y entrantes, y estos cursos se deben finalizar antes de graduarse en la escuela secundaria. Sin la ayuda de un consejero desde el primer año en adelante puede ser fácil encontrarse en un aprieto al llegar al último año. Un consejero puede ayudar a que los estudiantes se aseguren de estar tomando todas los cursos necesarios, así como los que les van a dar una buena impresión a los funcionarios de admisión.
Orientación vocacional. Algunas escuelas secundarias hacen que los estudiantes reciban una evaluación vocacional completa, pero otras no. Si bien estas evaluaciones no son la última palabra cuando se trata del futuro de tu hijo, pueden darle una idea de dónde le conviene enfocar sus estudios ahora, y cuando empiece la universidad, eso debería darle una ventaja al decidir sobre la especialización y, posteriormente, lo ayudará a conseguir su título en menos tiempo. Así que si tu hijo no va a recibir una en la escuela puede hacer la prueba por su cuenta en diversos sitios web, incluyendo yourfreecareertest.com, así como en las páginas web de las diferentes universidades, escuelas técnicas y colegios.
Guías de preparación para el SAT/ACT. No importa qué universidad escoja tu hija, va a tener que presentar el examen SAT o el ACT para ser admitida. Mientras más competitiva sea la universidad más importantes serán sus calificaciones. Hay muchos recursos para prepararse para estas pruebas estandarizadas, pero la Official SAT Study Guide y la Real ACT Prep Guide son los mejores lugares para empezar. Las dos pruebas tienen también exámenes de práctica y guías en línea con algunos materiales gratis y otros que hay que comprar. Revísalos en sat.collegeboard.org y en actstudent.org. Para obtener una preparación más intensiva, puedes buscar también una agencia de tutoría tradicional donde le enseñen a tu hija estrategias específicas para presentar estas pruebas. Pero esos cursos te costarán varios cientos de dólares.
Mentores. Ya sea alguien que estudia o que ya estudió en la escuela soñada de tu hijo o alguien que trabaja en el campo escogido por tu hijo, los mentores pueden ser muy valiosos para ayudar a que un estudiante se prepare para la universidad y para su subsecuente carrera. Haz que tu hija le pregunte a su consejero guía si tiene alguna conexión o conoce a alguien que ella pueda observar mientras trabaja. Si no, también puede hacer algunas llamadas y ver si alguien la deja pasar algún tiempo observándolo. Pero la relación no debe terminar allí, anima a tu hija a que se mantenga en contacto por correo electrónico o reuniéndose a tomar un café para hacer preguntas y recibir consejos cuando le surjan diferentes preocupaciones y preguntas. Además, un mentor es la persona perfecta para pedirle una recomendación luego, cuando llegue el momento.
Websites de Becas/Subvenciones. Y, por supuesto, vas a necesitar estar preparada financieramente. Ayuda a tu hijo a averiguar dónde buscar becas y subvenciones. Fafsa.ed.gov es un gran lugar para comenzar, pero es en sitios como fastweb.com y bigfuture.collegeboard.com donde vas a encontrar todas esas becas, subvenciones y pasantías independientes especializadas que realmente permiten cubrir las necesidades.
Imagen vía Thinkstock