5 Trucos para reducir las peleas entre hermanos

Mis hijos son maravillosos. Son dulces, casi siempre obedientes y de buen corazón. Me encanta estar con ellos casi todo el tiempo. Ese casi existe porque no soporto cuando se pelean. No me refiero a empujones y mordidas. Esa etapa ya la pasaron. Estoy hablando de esas peleas de horas, las de:  Tú dijiste — él me dijo — no fui yo –fue él –por tu culpa…y así van. ¡Me desesperan!

Ahora no suceden mucho, pero hace unos meses eran el pan nuestro de cada día y te juro que si hubiesen sido mayores los habría mandado a un internado. Han bajado en intensidad porque el mayor ha madurado, pero también porque una amiga psicóloga me dio unas técnicas que parecen mágicas.

Lee más en ¿Qué más?: 5 Actividades simples para divertirte con tus hijos

1. No intervengas a menos, obviamente, que se estén matando. Es importante que los hermanos aprendan a dirimir sus conflictos. Muchas veces los grandes empeoramos las cosas cuando tratamos de arreglarlas.

2.Háblales lo más bajito que puedas. Si te oyen susurrando bajarán el tono ellos para ver qué es lo que estás diciendo. Es posible hasta que se les olvide el pleito.

3. Escucha atentamente lo que se están diciendo. A menudo los conflictos son por una causa muy distinta a la anécdota del momento. ¿Se siente desplazado el grande? ¿Está demasiado apabullado el pequeño?

4. No los trates igual a los dos. Es un error. Cada niño tiene necesidades diferentes y formas de aprender diferentes. Hay que conocer qué mueve a cada quien.

5. Dales un castigo que los una. Yo los pongo a hacer alguna tarea del hogar para la que sea necesario el trabajo en equipo, como doblar medias, o sacar las cosas del lavaplatos. Tampoco se han escapado de recoger la caca del perro, o de limpiar inodoros. Yo les digo que "hermanos que pelean juntos, sufren juntos". Al final están unidos en llamarme injusta y se asocian para terminar lo más pronto posible.

Imagen vía Thinkstock