Sólo aquí usar una cuchara de palo para disciplinar a tus hijos es abuso infantil

Acabo de leer una noticia que me dejó con la boca abierta, no por mala, sino porque jamás me imaginé que algo así pasaría en este país. Resulta que una corte en California ha decretado que usar una cuchara de palo para disciplinar a un niño no es abuso infantil. A menos en el caso de Verónica González, una mamá acusada de abusar de su hija de 12 años al darle una paliza con una cuchara de palo que la dejó con moretones en el trasero. En un país donde hay una evidente falta de disciplina por parte de padres que prefieren criar a niños groseros y desobedientes antes de ponerles un dedo encima, es una decisión bastante sorprendente. 

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El incidente ocurrió hace tres años cuando hartos de castigar a su hija de diferentes maneras sin éxito, González y su esposo decidieron recurrir a la famosa cuchara de palo  que muchos de nosotros recordamos perfectamente bien de nuestra niñez. González le pegó a su hija unas 5 ó 6 veces con la cuchara, pero jamás se imaginó que la dejaría con moretones ni que su hija compartiría el castigo con sus amigas. 

Fue así como el Departamento de Servicios Sociales del condado de Santa Clara entabló una investigación cuya conclusión fue que González era una abusadora infantil. El martes, una corte estatal de apelaciones, decretó que esto no era cierto ya que la intención de la madre al propinar la paliza no había sido herir a su hija sino castigarla para que dejara de portarse mal. Cabe mencionar que los problemas de discpilina de la niña eran severos ya que le iba pésimo en la escuela y estaba en riesgo de unirse a una pandilla. 

Siempre me ha llamado la atención la gran diferencia que existe entre Estados Unidos y Latinoamérica en cuanto a la disciplina de los hijos. Ojo, no estoy diciendo que apoyo el abuso infantil de ninguna manera. Sólo que a muchas de nosotras nos dieron nuestras buenas nalgadas con cucharas de palo, chancletas y hasta correas y, por lo menos a mí, no me marcaron para el resto de la vida. 

Es ridículo que los empleados de servicios sociales pierdan tiempo metiéndose en la vida de los padres que de vez en cuando usan una cuchara de palo para disciplinar a sus hijos cuando es evidente que hay muchos padres que realmente están abusando física y mentalmente de sus hijos. En vez de perder el tiempo con casos como el de González, debería dedicarse a prevenir casos verdaderamente severos que se suelen descubrir cuando ya es demasiado tarde. 

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