Es indignante ver que, una vez más, el fanatismo religioso de un hombre, acabó de manera injusta e inhumana, con la vida de un inocente. Basta ver la foto del pequeño Jadon Higganbothan, de 4 años, para sentir inmediatamente ternura por él. Pero está visto que en este mundo, hay seres humanos a los que nada ni nadie les conmueve, especialmente, si esa persona cree que va en contra de sus "principios ideológicos". Me refiero a Peter Lucas Moses, un hombre que mató a un niño, solo porque creía que era gay.
Según las declaraciones de este asesino—quien afortunadamente ya está tras las rejas–él temía que Jadon fuera gay, porque su papá biológico había abandonado a su mamá, Vania Sisk, quien era una de las "esposas" del sujeto. Y es que, supuestamente, Lucas Moses, era el líder de una secta religiosa radical conformada por varias mujeres y niños. Por lo menos, a tres de ellas, las llamaba "esposas" y los nueve niños que vivían con él, en un cuarto en la ciudad de Durham en Carolina del Norte, eran sus hijos excepto por el pequeño Jadon. La secta que este tipo lideraba se hacía llamar "Los Hebreos Negros" cuya creencia es que han descendido de las tribus ancestrales de Israel y que los hebreos negros dominarán el mundo, como dice un reporte del Huffington Post.
Pero además, dentro de esta fanática forma de pensar, no está bien vista la homosexualidad. Así que, cuando Lucas Moses "fue testigo" –como lo dijo durante el juicio–de algunas acciones que lo hicieron dudar de la orientación sexual del pequeño (como que una vez lo vio pegándole a otro niño en la parte trasera) pues simplemente decidió matarlo de un disparo en la cabeza, para después envolverlo despiadadamente en un plástico y enterrarlo en una especie de tumba que había habilitado en la casa de su madre, en la que por cierto, las autoridades también hallaron el cuerpo de otra mujer de 28 años.
Tras este cruel e irracional asesinato, la fiscalía está buscando que se le aplique la pena de muerte a este homicida, pero sinceramente, no creo que ésta sea la solución ¡Este monstruo merece pagar, cada día, la muerte de este chiquito! Y estoy segura que en la cárcel, otros presos le harán pagar sin piedad, lo que le hizo a esta inocente criatura.
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Imágenes vía Durham County Sheriffs Office, Handout