¿Le dirías a tu hijo que tiene una enfermedad terminal?

No cabe duda que los niños de hoy, pueden llegar a ser más listos que los padres. Definitivamente ya no estamos en la época en la que podías decirle a un niño "no te portes mal porque viene el coco". Ya que  ahora un infante puede fácilmente corroborar la información que le estás dando en cualquier buscador de Internet de manera inmediata. Esta fue la lección que nos dio el pequeño Dominic, de 8 años, quien según informó el Daily Mail, descubrió que tenía una enfermedad terminal al investigar sus síntomas en Google.

Así es, el pequeñito no se quiso conformar con las explicaciones que sus padres le habían dado desde que estaba más pequeño. Él se veía en una silla de ruedas e intuía que algo no andaba bien. Sólo sabía que padecía de una enfermedad llamada distrofia muscular de Duchenne, pero estos datos le fueron suficientes para llegar a descubrir que dicho padecimiento lo llevaría a la muerte.

"¿Por qué me mentiste papá?" Fue lo que el pequeño Dominique preguntó cuando descubrió por sí mismo la verdad. ¡Ya te imaginarás la cara de los padres, cuando su hijo los enfrentó con esa sorpresiva pregunta! Y es que los progenitores -como era de imaginarse- habían preferido ocultarle la trágica noticia desde que recibieron el diagnóstico. ¡Y no los culpo! porque en realidad ¿quién tendría el valor de decirle a su propio hijo que se va a morir?

¿Cómo le explicas a un hijo que padece una enfermedad terminal que probablemente sólo viva hasta los 25 años? ¿Cómo le dices que sus músculos se irán debilitando hasta que ya no puedan más y que probablemente su muerte se deba al deterioro de sus pulmones? En verdad, que no me quiero ni imaginar viviendo una situación como ésta… Que un hijo se vaya de este mundo antes que un padre ¡es algo que simplemente va en contra de la naturaleza!

Y aunque esta historia es bastante triste, hay algo que invita a la reflexión: ¿será mejor hablarles a los hijos con la verdad sobre las cosas que sabemos que les harán mucho daño? o ¿es mejor evitarles un sufrimiento tan grande como éste, aún cuando sabemos que se pueden enterar por otros medios? Creo que tomar una decisión así no es nada fácil, pero a mí me parece que deberíamos dirigirnos siempre con la verdad, si queremos que nuestros hijos sigan confiando en nosotros o ¿tú qué opinas?

Imagen vía Dominic Stacey/google+