María Celeste Arrarás es una periodista que ha tenido una carrera sumamente prolífica y llena de éxitos. Su talento periodístico la ha llevado a trabajar para grandes y reconocidas televisoras de habla hispana como Univision, Telemundo y CNN en Español. Su público la ha visto crecer y transformarse ante la pantalla chica con el paso de los años.
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Sin embargo, la vida de María Celeste también ha tenido altibajos, tanto en el mundo profesional como en el familiar y de pareja, aunque ella ha logrado sortear las situaciones que se le presentan día a día para dar lo mejor de sí misma en cada una de las actividades que realiza.
El profesionalismo de la presentadora de origen puertorriqueño la ha llevado a mantener su vida privada alejada de los reflectores; no obstante, durante una entrevista con Rodner Figueroa, la comunicadora habló abiertamente de un tema que anteriormente no había tocado: cómo ha sido su relación con el padre de sus hijos y cómo vivió su divorcio.
Sigue leyendo y no te pierdas todos los detalles que María Celeste compartió al respecto.
Habló de la relación con su exesposo Manny Arvesu.
María Celeste Arrarás estuvo como invitada en el programa Cara a cara con Rodner, el pódcast del fashionista venezolano Rodner Figueroa, donde habló de diversos temas. Cabe notar que varios de estos temas eran desconocidos para el público por la decisión de ella de separar su vida profesional de la personal.
En total confianza hacia su excompañero de Telemundo, así como hacia su público, la también escritora abordó un tema que no había compartido anteriormente y que tiene que ver con el padre de sus hijos, Manny Arvesu. Arrarás y Arvesu estuvieron casados durante ocho años y tuvieron dos hijos, Julián y Lara, además de que adoptaron a Adrián.
Un padre cercano a sus hijos.
En dicha entrevista, María Celeste recalcó que ella siempre ha estado a favor de que sus hijos y su exesposo continúen en contacto: “Yo siempre he sido promotora de que mis hijos estén con su papá, porque él es un papá muy querido y es un buen papá”.
Además, la periodista, de 62 años de edad, consideró que el hecho de que sus hijos sean cercanos a su papá “los enriquece a ellos, enriquece su vida sentimental y hace que ellos sean mejores en comprender las relaciones, la naturaleza de las relaciones”, aseguró.
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Hijos de padres divorciados también cuentan.
“Hoy en día hay que entender que unos hijos de padres divorciados no son menos que los que se han quedado casados los padres; al contrario”, reflexionó la autora de libros como The Magic Cane (El bastón mágico).
Incluso, María Celeste comentó que ser hijos de padres divorciados les permite obtener ciertas herramientas para la vida: “Yo me leí un artículo del New York Times, hace un tiempo atrás, que decía que los hijos de padres divorciados tienen y desarrollan instrumentos emocionales mejores para lidiar con sus propias relaciones porque, ya de pequeños, han tenido que lidiar con pérdidas, con altas y bajas, con personas que llegan al entorno familiar por añadidura o porque el papá se casa de nuevo”, puntualizó.
Su trabajo no fue causante del divorcio.
Al ser cuestionada si su empleo la hizo fracasar en su matrimonio con Manny Arvesu, Arrarás se sinceró y respondió: “No creo que fue el trabajo porque el trabajo también fue un atractivo muy grande cuando empezamos la relación. Él sabía en lo que yo me estaba metiendo”.
Bajo todo este contexto, María Celeste consideró que su inminente divorcio del padre de sus hijos se debió a diversos factores: “Yo creo que en el momento en que eso pasó, pasó porque yo estaba en una transición en que estaba entrando en un trabajo nuevo que requería casi 16-18 horas diarias mías durante varios meses, aunque eso no lo justifica. Estábamos construyendo una casa, acababa de dar a luz a mi hija Lara, acabábamos de adoptar a mi hijo Adrián; estaban los tres en pañales", explicó.
Quería ser como todas las mamás, aún sabiendo que no es lo ideal.
María Celeste dejó claro que ella quiso ser la mejor mamá para sus hijos: “Yo quería ser como todas las mamás en ese momento, ya yo sé que eso, pues no es lo ideal; la mamá perfecta que manda tarjetitas de Navidad y tarjetitas de gracias a las mamás del cumpleaños. Hoy en día, yo te digo: Agarro esta tarjeta y la tiro por la cabeza y digo: ¡Olvídate de eso! Déjame usar mi tiempo de mejor manera”.
Sin embargo, Arrarás confesó que, antes de su divorcio, quiso abarcar diversas actividades de su vida personal y profesional, pero inevitablemente alguna de ellas tenía que fallar: “Y, claro, estuve muy ocupada tratando de ser la mamá, esposa y profesional perfecta, que siempre hay una parte por donde falla la cosa”.
Sintió que el mundo se acababa tras su divorcio.
Al hablar de cómo vivió su divorcio estando con sus tres hijos pequeños, la periodista confesó: “Por un momento dado, yo me sentí que el mundo se me acababa. Me acuerdo como si fuera hoy, porque ese dolor es un dolor que a ti se te queda en el cerebro”.
“Y me acuerdo yo ir a trabajar a Telemundo, con aquella situación, con aquellos tres niños en pañales, con mi marido que se fue y se casó con otra a los dos o tres meses, con mi trabajo a tiempo completo. Y yo me acuerdo que tenía un dolor todavía de la pérdida de la relación, más la responsabilidad”, admitió María Celeste ante Rodner.
"En una cama, tirada, no se recompone nada”.
A pesar del dolor que sentía ante el duelo que vivió al divorciarse, Arrarás compartió que hacer televisión fue un gran aliciente para lidiar emocionalmente con la difícil situación: “Cuando faltaban 15 minutos para ir para el show, me iba, cambiaba el canal y, durante esa hora, era la hora donde yo no sentía dolor porque entraba en la dimensión del programa. Pero tan pronto se acababa, era como: Ahora vuelvo al dolor”, puntualizó.
Consideró que tenía un trabajo que la inspiraba “y algo con lo que tenía que cumplir, o sea, cuando tú estás en televisión, faltar no es fácil. No tienes muchas veces quién te reemplace, hay más responsabilidad, hay un equipo completo que depende de ti, unos niños en la casa que dependen de ti y el tú empujarte a hacer eso, te ayuda a tú poder echar para adelante, porque tienes que superarlo de alguna forma. En una cama tirada, no se recompone nada”, enfatizó.