Tras días de silencio, los otros dos hijos de Rob Reiner y Michele Singer Reiner hablaron por primera vez luego del asesinato de sus padres en su residencia de Los Ángeles. En medio de un proceso judicial que involucra a su propio hermano Nick, Jake y Romy Reiner emitieron un mensaje en el que pidieron respeto y solicitaron que la memoria de sus padres no quede marcada solo por la tragedia. Estas fueron sus palabras y lo que se conoce de la tragedia.
Así es el sentido mensaje de Jake y Romy Reiner.
Jake y Romy Reiner emitieron un comunicado conjunto en el que describieron el momento que viven como un "dolor inimaginable". En el texto, compartido por People, señalaron que la pérdida de sus padres ha sido "horrible y devastadora". "La horrible y devastadora pérdida de nuestros padres, Rob y Michele Reiner, es algo que nadie debería experimentar jamás", expresaron. "No eran solo nuestros padres, eran nuestros mejores amigos".
Los hermanos agradecieron públicamente las muestras de apoyo que han recibido desde que se dio a conocer el crimen, tanto de personas cercanas como del público en general. "Agradecemos las numerosas condolencias, muestras de amabilidad y apoyo que hemos recibido no solo de familiares y amigos, sino también de personas de todos los ámbitos", añadieron.
En el mismo comunicado, Jake y Romy Reiner solicitaron respeto y privacidad para enfrentar el duelo. También pidieron que las especulaciones en torno al caso se manejen con sensibilidad, que "las especulaciones se moderen con compasión y humanidad", sin hacer referencia directa a la implicación legal de su hermano Nick Reiner en el caso. Asimismo, solicitaron que Rob y Michele Reiner sean recordados por la vida que construyeron juntos y el legado personal que dejaron. "Pedimos que nuestros padres sean recordados por las increíbles vidas que vivieron y el amor que dieron", señalaron.
El asesinato de Rob y Michele Reiner
Rob Reiner y su esposa Michele Singer Reiner fueron encontrados sin vida en su residencia, ubicada en un exclusivo vecindario del oeste de Los Ángeles. Las autoridades confirmaron que ambos fueron víctimas de un homicidio. Pocas horas después del hallazgo, la policía detuvo a Nick Reiner, de 32 años, quien fue acusado formalmente de dos cargos de asesinato en primer grado por la muerte de sus padres.
Nick Reiner compareció este miércoles por primera vez ante un tribunal del centro de Los Ángeles. Durante la audiencia, renunció a declararse culpable o inocente de los cargos que enfrenta. La fiscalía y la defensa acordaron aplazar la siguiente comparecencia hasta el próximo 7 de enero, fecha en la que el acusado podrá formalizar su declaración. Durante la audiencia, Reiner únicamente respondió "Sí, señoría" cuando la jueza Theresa McGonigle le preguntó si comprendía su derecho a un juicio rápido.
Previo a la audiencia, la jueza McGonigle ordenó que los medios de comunicación no grabaran imágenes del acusado. Nick Reiner vestía un uniforme de prevención de suicidios de la cárcel y permaneció apartado del resto de la sala. Los periodistas presentes no pudieron observarlo directamente durante la sesión, aunque imágenes posteriores mostraron que se encontraba esposado. Inicialmente, la audiencia estaba prevista para el martes, pero fue pospuesta debido a que el acusado no había recibido el alta médica necesaria para comparecer.
Todo lo que se sabe sobre su evaluación psiquiátrica y proceso judicial.
De acuerdo con expertos legales consultados por la BBC, el retraso en la declaración de culpabilidad o inocencia podría estar relacionado con una evaluación psiquiátrica previa al juicio. "La evaluación psiquiátrica se suele realizar antes de la lectura de cargos para determinar si es apto para ser juzgado", explicó el abogado penalista Seth Zuckerman.
Hasta la próxima audiencia, Nick Reiner permanecerá detenido en el centro penitenciario Twin Towers Correctional Facility, en Los Ángeles. Las autoridades no han confirmado si la fiscalía buscará la pena de muerte en este caso. El jefe del Departamento de Policía de Los Ángeles, Jim McDonnell, señaló que se trata de un proceso "desgarrador y profundamente personal" para la familia y para la ciudad.