La presentadora cubana Cristina Saralegui, quien marcó toda una época al frente de El show de Cristina, se sinceró en entrevista sobre los motivos que detonaron su salida de Univision hace más de una década.
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En una conversación que tuvo con Lourdes del Río, en el marco de su pódcast En Positivo, Cristina compartió su sentir a 14 años de que se diera su adiós de la televisión hispana, a pesar de ser una de las presentadoras más queridas y más exitosas de su época.
Aunque reconoció que en un inicio le costó asimilar la noticia y aceptar que ya no estaría presente en nuestros hogares, con el tiempo comprendió el por qué de la decisión. Asegura que supo entender que no fue por falta de talento, sino por las necesidades financieras de la cadena y que ella fue la primera de tantos talentos que fueron despedidos por esa misma razón.
Recordó que tras ella se fueron los grandes rostros de la cadena.
Si bien es cierto en su momento le dolió saber que ya no estaría de lunes a viernes en la televisión, con el pasar del tiempo encontró las respuestas a todas sus dudas y a sus preguntas, pues tras ella se fueron Don Francisco, María Celeste Arrarás, Bárbara Bermudo y más recientemente Jorge Ramos, con lo que entendió que ella solo había sido la pionera de los cambios que se avecinaban en la industria.
“Yo no pienso ahora, a estas alturas del partido, que lo que me pasó a mí fue extraño porque, después de mí, botaron al resto. Ahí no quedó nadie, pregúntale a María Celeste, pregúntale a Bárbara Bermudo, pregúntale a Don Francisco, lo botaron a él igual”, comenzó contando sobre la salida de los rostros emblema de la señal.
Detalló que sus salidas fueron más por cuestiones monetarias.
Aunque reconoció que le afectó dejar la señal cuando aún le quedaba mucho por dar, hoy entiende que no fue por ella, ni porque ya no estuviera funcionando, sino porque la forma de hacer y de pagar en la televisión habían cambiado y ya no se podían dar el lujo de sostener los grandes sueldos que cada uno de ellos percibía.
“Sencillamente no es que te saquen cuando te está yendo bien. Mira que le hemos dado millones de dólares a esa cadena, todos nosotros. Todos estaban bien, es que, sencillamente, quitan a la gente para poner a otra gente, porque son más baratos los que vienen, que los que se van”, se sinceró sobre lo que les tocó vivir tras cerrar su ciclo con la cadena.
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Univision optó por depositar su confianza en los nuevos talentos.
En otro fragmento de la conversación, Cristina se pronunció sobre el cambio generacional que hubo en Univision, en donde los sueldos de los talentos se redujeron dramáticamente ante la necesidad de los nuevos rostros de aprovechar una plataforma tan importante, como la televisión, para darse a conocer, por lo que para ellos el tema de la paga pasó a un segundo término.
“Cuando tú llevas muchos años en una compañía, no solo en televisión, ni en los medios, tú cuestas un billetal. Entonces hay una jovencita o un jovencito que están locos por estar en televisión, que va a cobrar 15 kilos por lo que haces tú, lo va a hacer mal, no va a pegar con el público, pero cuestan 15 kilos y están esperando en la puerta, así como unos perritos para que los dejen entrar, y entran”, se sinceró sobre la actualidad de los medios convencionales.
Admite que todo mundo quiere estar en televisión.
A pesar de que en la actualidad existen otras plataformas en las que te puedes desarrollar, sin necesidad de ser empleado o de depender de una cadena, para Cristina la televisión sigue siendo un imán para aquellos que buscan ser famosos o percibir buenos sueldos.
“Todo el mundo quiere estar en televisión, todo el mundo quiere ser rico y famoso, todo el mundo quiere las cámaras, todo el mundo quiere la limusina. No todo el mundo quiere ser periodista, ni estudiar la universidad”, compartió.
Intentaron cambiarle su acento al inicio de su carrera.
Además de hablar de los difíciles que fueron sus últimos años en la industria, Cristina, quien aún no tiene fecha de regreso en mente, recordó todo lo que tuvo que hacer al comienzo de su carrera en Estados Unidos cuando un ejecutivo le pidió que cambiara su forma de hablar, al argumentar que nadie le iba a entender, pero ella se negó y hoy es recordada, en gran medida, por ese acento y esas expresiones tan cubanas que solía realizar en sus shows.
“Cuando yo empecé en Univision, al principio, el presidente de esa época mía era chileno, se llamaba Joaquin Blaya. Me dijo: ‘Tienes que coger lecciones de dicción, porque tú hablas tan cubano, que nadie te va a entender. Además, la gente piensa que cuando tú hablas caribeño, es que no fuiste al colegio y eres bruto’.
Le dije: ‘Mira Joaquín, si yo me tengo que empujar el chileno tuyo y el de Don Francisco, me tengo que empujar a los mexicanos, me tengo que empujar a Julio Iglesias, hablando con la z. Tú te tienes que empujar a mí hablando cubano o no te firmo el contrato’ y me dijo: ‘Mis respetos, perdón señora no me di cuenta’ y le dije: ‘Esto es un acento, no es una forma de hablar errónea’”, se sinceró sobre la manera en que defendió su forma de hablar y de la isla que la vio nacer hace 77 años, pero de la que se fue hace 65 años tras la Revolución Cubana.
