Llegaron las fiestas de fin de año, fechas en las que es muy común reunirse con la familia para comer y celebrar. Para algunos, son los momentos más lindos del año porque pasan tiempo con sus seres queridos. Pero, para otros, estas fiestas pueden convertirse en una verdadera pesadilla. Y, a veces, por más que queramos a nuestra familia, no sabemos cómo evitar los conflictos en las festividades.
Más en MamásLatinas: Razones por las que debes llevarte bien con tu suegra y cómo lograrlo
Ya sea porque se tocó un tema que explotó la furia de algún familiar, porque comenzaron a atacar a la “oveja negra” de la familia o porque alguien hizo un comentario fuera de lugar, son muchas las razones por las que algunos se sienten ansiosos por ir a las fiestas familiares. Así que hoy te traemos algunos tips para no terminar discutiendo con tus seres queridos en cada reunión familiar.
Escucha estos consejos en este episodio de nuestro pódcast ‘Mamá Dice’:
Ajusta tus expectativas.
A veces pretendemos que las fiestas familiares sean como en las películas, llenas de adornos, risas y canciones entonadas a la perfección. Pero debemos recordar que la perfección no existe y solo provoca estrés. En la medida en que ajustas tus expectativas, permites que todo fluya y aceptas la realidad como es.
Prepárate para aceptar a tu familia como es.
De nada te sirve rogar porque tus familiares sean completamente distintos de lo que son. Quizás el novio de tu hermana es insoportable, pero no hace falta resaltar esos detalles que detestas a la hora de cenar. Intenta no criticar, sino aceptar y comprender, vivir el momento presente y disfrutar, aunque sea por unas horas, de momentos libres de drama.
Si hay un problema familiar, quizás es momento de que se declare una tregua.
Si eres tú quien organiza la fiesta, podrías intentar resolver este lío antes de la reunión familiar. O, al menos, podrían acordar no tocar el tema durante la comida. Mejor aún, ¿has pensado que es momento de perdonar? Estos reencuentros podrían ayudarles a sanar esas heridas del pasado.
Planifiquen una actividad en conjunto, como cantar o bailar.
Estudios demuestran que cantar ayuda a liberar el estrés y puede hacer que las personas se conecten mejor. Ya sea cantar villancicos o poner un karaoke, estas son actividades que mantendrán las discusiones familiares al límite y podrían sacarle sonrisas a más de uno.
Recuerda que muchas de las festividades tienen como prioridad a los niños.
Así que, quizá, sea positivo controlar la cantidad de bebidas alcohólicas que los adultos toman en estos eventos. Busquen actividades que incluyan a los niños y piensen, en la posibilidad, de tener un espacio para que ellos jueguen y compartan, sin molestar a otros.
Contempla invitar a un amigo que te ayude a mantener la fiesta en paz.
Muchas familias se comportan mejor cuando hay alguien extraño en casa. Esta podría ser una forma de que tus familiares sean más cuidadosos. Además, tendrías a alguien que te acompañaría en el evento.
Ten cuidado con los temas que deciden abordar.
No incluimos en esta lista la recomendación de evitar temas polémicos, como de política, religión o derechos humanos, porque hay estudios que demuestran que, cuando se tocan estos temas con la familia, podría haber cambios en la forma de pensar. En cambio, te damos algunos consejos para que estas conversaciones no sean tan incómodas.
Aprender a escuchar es realmente importante.
Elizabeth Dorrence Hall, directora del Laboratorio de Comunicación y Relaciones Familiares, dice que lo más importante en las reuniones familiares es que aprendamos a escuchar. Y con esto se refiere a que hagamos contacto visual y mostremos interés por lo que nos dicen. Muestra empatía en las conversaciones y busca temas en común que no sean controversiales. Pregúntale a tus familiares por lo que han estado haciendo, a fin de cuentas, mucha gente ama hablar de sí misma. Y si la conversación se pone difícil, tómate unos minutos para relajarte.
Ante todo prioriza tu salud mental.
Por último, si reencontrarte con tus familiares te trae demasiada ansiedad, dale prioridad a tu salud mental y considera pasar las fiestas alejada de ellos. O, quizás, debas rodearte de personas que realmente te hagan sentir querida y especial. Nunca es tarde para comenzar una nueva tradición familiar.