Lamentablemente, el mito de la suegra tóxica y malvada que le hará la vida imposible a su nuera por robarle el amor de su hijo es algo que parece de telenovela. Pero, al mismo tiempo, puede llevar a la distorsión de la realidad, ya que muchas mujeres pueden predisponerse a esta creencia y esperar una relación hostil, como un hecho inminente que las pone a ambas a la defensiva.
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No caigas en la trampa de este estigma y date la oportunidad de propiciar -en la medida de lo posible- una relación armónica con ella, ya que el el beneficio principal de dicha armonía será para toda la familia. Aquí te cuento algunos beneficios que aporta el mantener una relación sana con tu suegra y unos consejitos para que puedas lograrlo, así que toma nota.
La relación entre nuera y suegra es un tema tan importante en la vida de toda familia que ha sido muy investigado en el campo de la psicología. Incluso, la Dra. Terri Apter, escritora de varios libros de temas de familia y psicóloga de la Universidad de Cambridge, dedicó 20 años de investigación y descubrió que 3 de 4 parejas tienen un conflicto significativo con sus suegras. Así que mejor lleva la fiesta en paz y pon en práctica esto que te comparto.
Busca armonía ya que será una relación a largo plazo.
Una de las razones principales es la realidad a la que te enfrentas: "La relación con la madre de tu pareja es algo inevitable" ya que habrá momentos de convivencia, de interacción y de conversación en las que no te puedes ausentar. Por ello, intenta encontrar el equilibrio en las dinámicas de comunicación con ella y evita estar a la defensiva, sobretodo, si algo no te gusta. Puedes descubrir una gran amiga y aliada en ella, no te cierres a esta posibilidad. Y, aunque es un hecho que la relación de madre será lo primero para ella, tu debes tener la madurez de mantener la paz en momentos de tensión.
Una sana relación hará que confíes en ella para el cuidado de tus hijos.
Si tu pareja y tu tienen hijos o planean tenerlos, ella puede ser un soporte emocional y de acompañamiento importante para ti, ya que puede apoyarte en los momentos que requieras y lo hará por el amor a sus nietos, por el amor a su hijo, pero también lo hará por amor a ti, ya que si han fomentado una relación de armonía y principalmente “sin rivalidades”, la ayuda que te brinde será de corazón.
Una relación de armonía propiciará que te dé consejos y que no te los imponga.
Tu suegra puede aportarte mucha de su sabiduría por la experiencia de los años, pero debes estar dispuesta a recibir sus aportaciones como consejos y no como intromisiones. Esto depende de que los límites sean sanos y todo parte de la buena comunicación que propicies.
Si tienes una actitud de escucha y tomas lo mejor de sus consejos, verás que muchos de ellos te pueden funcionar. Tu tienes el filtro para elegir qué se adapta a tus necesidades y qué no, así que no es necesario percibirla como suegra metiche, sino como la persona que trata de orientarte y darte lo mejor, al final tú escogeras que te funciona y qué no, el secreto está en “escuchar”.
Una relación de armonía hace que cada una tome el lugar que le corresponde en la familia.
La rivalidad entre suegra y nuera se puede evitar si ninguna cae en el juego de competir por tener la razón, por imponer sus costumbres o por competir por la atención. No hay peligro que afrontar, ya que si te mantienes en calma y serenidad, podrás comprender que cualquier invitación sutil por parte de ella, a rivalizar o competir, forma parte de su negación a aceptar que su hijo ha crecido y que es independiente. Tú, como esposa de su hijo, no vienes a suplir el rol de madre, no eres madre de tu pareja, ese rol lo tiene ella. Si te recuerdas esto de manera constante, podrás relajarte y asumir que no hay nada por qué competir, ya que tú eres la pareja y ella es la madre, son cosas distintas.
Consejo: Mírala como abuela de tus hijos y no como suegra.
Aunque la persona es la misma, si la miras desde la perspectiva de abuela, bajarás la tensión que provoca la palabra “suegra” . Este enfoque te será de gran ayuda para entender la importancia de su presencia en la vida de tus hijos y dejarás de lado cualquier desavenencia que tengan, por incompatibilidad, y así tendrás mejor disposición para resolverlos. Si te acostumbras a verla como abuela, a darle prioridad a ese rol, más que al de suegra, te ayudará a bajar la guardia y guardarás la calma. Es lo mismo, pero visto desde diferentes lugares.
Consejo: Sé compasiva con ella y trata de ponerte en sus zapatos.
Mientras tú no te prestes a ninguna competencia o rivalidad, tendrás la capacidad de ser empática y comprender sus celos y su negación al paso del tiempo. Debido a su etapa de vida, es posible que esté pasando por lo que psicológicamene denominamos el “nido vacío” que, como su nombre lo dice, representa un momento de cambios radicales en su vida donde necesita despedirse de sus hijos y encontrarle un sentido propio a su vida. Y, aunque tiene que vivir su proceso en esta etapa, toma en cuenta que su temor a la soledad y su miedo a los cambios la pueden poner a la defensiva. Lo mejor es que te acerques, de forma comprensiva y afectiva, viendo la situación desde afuera.
Consejo: Elige bien tus batallas y pon límites sanos de forma asertiva.
Cuando sientas que está siendo entrometida o intrusiva, valora su preocupación, haciéndole saber que aprecias mucho sus consejos. Empieza por reconocer una virtud en ella para que puedas amortiguar los límites que pongas. Después, puedes hacerle saber que tomarás en cuenta lo que te dice, pero que tú y tu pareja son los que decidirán cómo proceder ante la situación. No es necesaria la guerra, solo se asertiva y evita la pelea, te repito, como te lo dije en un consejo anterior, de cualquier forma tú decides si llevar a cabo la sugerencia o no.
Consejo: No le pidas intervención a tu pareja, tú eres adulta y lo puedes resolver.
Cuando pides la intervención de tu pareja ante un desacuerdo con su madre, lo pones a elegir y no es justo ni para ti, ni para él, ni para tu suegra, recuerda que sus roles son distintos. En el fondo, cuando le pides que hable por ti, es posible que, inconscientemente, lo estés poniendo a prueba, ya que quieres saber del lado de quién está y podrías convertir todo en una guerra de bandos. Lo mejor es que si estás en desacuerdo con algo, le invites un café y lo platiquen como dos adultas que saben escucharse y llegar a un acuerdo.
Consejo: Jamás trates tus problemas de pareja con ella, no es algo que le corresponda saber.
Aunque confíes en ella y sea una buena escucha, los temas, con respecto a los problemas de pareja que tienes con su hijo, están prohibidos para abordarlos con ella. Por más objetiva que pueda ser, siempre estará del lado de su hijo, esto es algo de sentido común. Así que no lo acuses con ella, no provoques que ella intervenga, como si fuera la solución al conflicto que tienes con su hijo. Esto es muy riesgoso para toda la relación familiar. Mejor, habla de estos temas con tus amigas o con una consejera matrimonial.
Karina Suárez Fernández es Psicóloga clínica, psicoterapeuta humanista de profesión y mamá de dos adolescentes.
