Las relaciones sexuales forman parte de la rutina de toda pareja, sin embargo, hay ocasiones en que estas pasan a un segundo plano por la falta de tiempo, el desinterés o también porque las sufrimos, más de lo que las gozamos.
En MamásLatinas, conscientes de este último punto, nos dimos a la tarea de compartir una serie de posiciones sexuales que no solo te ayudarán a reavivar la llama de la pasión, sino que también a sentir más placer y menos dolor.
Misionero modificado
El famoso misionero, que es una de las posiciones más comunes, se puede convertir en una auténtica pesadilla de dolor para algunas de nosotras, por lo que te recomendamos probar con una de sus múltiples variantes.
Para reducir el dolor, te recomendamos colocar una almohada bajo tu pelvis, lo que te ayudará a levantar la cadera y a tener un ángulo mucho más cómodo. Con esta acción no solo reducirás de manera considerable el dolor, sino que también incrementarás el placer.
Doggy modificado
Tal y como sucede con el misionero modificado, en el doggy modificado te puedes apoyar de almohadas con el fin de controlar la profundidad del acto.
Para llevarla a cabo, debes ponerte en el borde de la cama o apoyarte en almohadas, las cuales te ayudarán a darte una leve, pero muy necesaria y placentera inclinación.
Vaquera
Esta postura, que se realiza estando la mujer arriba de su pareja y viéndolo a la cara, es ideal para aquellas que sufrimos molestias pélvicas o vaginales.
La vaquera, también conocida como cowgirl, nos ayuda a que nosotras seamos las que llevemos el ritmo y que tengamos el control total de la situación.
Vaquera invertida
Además de la postura tradicional de la vaquera, tú y tu pareja también podrían intentar la de la vaquera invertida, la cual, como su nombre lo dice, es hacer los mismos movimientos de la vaquera tradicional, solo que tú de espaldas a tu pareja.
Esta versión de la vaquera te ayudará a sentir menor presión en la zona del abdomen y la pelvis.
Cucharita
Esta postura, como su nombre en diminutivo lo dice, es de baja intensidad y sumamente suave, lo que la convierte en la mejor opción para aquellas mujeres que no solo tienen dolor pélvico, sino que también fatiga y hasta dolor de espalda.
Para llevarla a cabo basta que los dos se acuesten de lado, con tu pareja detrás de ti. Esto les permitirá tener un encuentro relajado, lento, tierno y lleno de placer.
Loto
Esta posición, que es una de nuestras favoritas por la manera en que conectas con tu pareja, consiste en sentarse en el regazo de él y rodear su cintura con ambas piernas.
Una de las ventajas de esta postura es que el contacto visual entre ustedes será constante, lo que les permitirá comunicarse y entenderse de mucha mejor manera que lo que ocurre con otras posiciones. También destaca por lo que el control es dividido, por lo que tanto tú, como él, podrán decidir el ritmo y la manera en que la ejecutan.
De lado con pierna elevada
Esta posición, quizá, requiera un poco más de flexibilidad que el resto de nuestras sugerencias, pero al igual que el resto sentirás menos dolor de lo habitual debido a la postura de tu cuerpo y de que tienes capacidad de controlar en ángulo.
Para llevarla a cabo necesitas acostarte de lado y elevar tu pierna lo más que puedas, de preferencia a la altura del hombro de tu pareja.
Sentados en una silla
Esta posición es parecida a la de loto, pero lo que la hace diferente es que no se lleva a cabo en una cama, sino en una silla. Puedes hacerle de frente a tu pareja o dándole la espalda.
Te sugerimos, para evitar un posible susto, que te cerciores de hacerlo en una silla resistente, pues lo que menos queremos es que acaben en el hospital. Esta postura les permite abrazarse y controlar el movimiento.
Sobre el borde de la cama
La cama es el medio ideal para llevar a cabo los encuentros sexuales con nuestras parejas, pero en muchas ocasiones no le sacamos el máximo provecho posible, por lo que te invitamos a explorar el borde de su cama y entregarse el uno al otro.
El colocarse en el borde de la cama les permitirá explorar diversos escenarios, pues lo puedes hacer sentada o semirecostada, mientras que tu pareja puede estar de rodillas o de pie.
La fusión
Por último, pero no por ello menos importante, te invitamos a probar la fusión, una postura que permite que el encuentro sea sumamente suave y que se relajen los músculos de la zona, lo que se traducirá en mucho mayor placer y menos dolor.
Para llevarla a cabo tu pareja debe estar sentada y tu sentarte sobre de él lo que te permitirá tener el control de la situación, pero también de cederlo si eres a las que no les gusta tener la iniciativa.
