¿Sabías que a los 14 años muchas niñas abandonan el deporte a una tasa dos veces mayor que la de los niños? ¿Y que 4 de cada 10 niñas adolescentes, en Estados Unidos, no practican activamente ningún deporte? Hoy, en el Día Nacional de las Niñas y las Mujeres en el Deporte, hablamos de este tema que nos preocupa muchísimo: ¿Cuáles son los motivos para que las niñas abandonen los deportes y qué podemos hacer como mamás para revertirlo?
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Para entender mejor qué lleva a las niñas a abandonar el deporte, recurrimos a una fuente experta en el tema, la Women’s Sports Foundation. Esta organización menciona, en su sitio web, que las niñas tienen 1.13 millones de oportunidades menos que los niños de practicar deportes en high school. Esta falta de acceso hace que muchas jóvenes tengan que buscar otros lugares donde hacer deporte y, la mayoría de las veces, es a un costo mayor. Surgen también otras dificultades asociadas a la falta de transportes seguros para trasladarse a los campos de entrenamiento. ¿Qué otros obstáculos enfrentan las jóvenes? Aquí te las contamos.
En este episodio de nuestro pódcast 'Mamá Dice' explicamos por qué las niñas tienden a abandonar los deportes en la adolescencia y qué podemos hacer para evtarlo:
Son víctimas de bullying.
A los obstáculos ya mencionados se suman los factores sociales que ya conocemos, como el bullying o los prejuicios por parte de los mismos entrenadores. Por si fuera poco, la menstruación y el desarrollo de los senos, durante la pubertad, pueden causar incomodidad, vergüenza y pueden llevarlas a retirarse de la participación deportiva.
No hay instalaciones y equipamientos para ellas.
Otro aspecto clave que menciona la Women’s Sports Foundation es que, a medida que crecen, la calidad de la experiencia deportiva de las niñas se reduce. Las instalaciones no suelen ser tan buenas como las de los niños y los horarios de juego tampoco son los mejores.
También sucede que, para la rama femenil, hay menos entrenadores capacitados y de calidad, contrario a lo que sucede con los que se especializan en los varones. El equipamiento e, incluso, los uniformes, no están financiados para muchos programas de niñas, al mismo nivel que los de los niños. Todo esto hace que avanzar y disfrutar del deporte ya no sea tan fácil, ni tan divertido para ellas, pues se topan con decenas de obstáculos.
Hay que mantenerlas motivadas.
Te estarás preguntando por qué es tan importante todo esto, qué tiene que ver con tu vida y por qué es fundamental que hagamos algo al respecto. Pues, a través del deporte, debes saber que ganamos mucho más que salud. Aprendemos habilidades blandas esenciales, como trabajar en equipo o liderar. Al igual mejora nuestra autoestima, nuestra imagen corporal y, por si fuera poco, el deporte potencia la confianza y la comunicación entre padres e hijos.
¿Cómo hacemos, entonces, para motivar a nuestras niñas a adoptar el deporte como un estilo de vida a largo plazo?
Busca lugares que fomenten el deporte en mujeres.
El sitio web Active for Life propone preguntar, en la escuela o en la comunidad, si hay clases o equipos solo para niñas, especialmente si tu hija es tímida y se siente más cómoda en un ambiente de pares.
Busca un coach que les dé a todos la posibilidad de jugar y que no se enfoque solo en el aspecto competitivo. Cerciórate que le dé más peso al lado divertido del deporte y la importancia de esforzarse, más allá del resultado.
Sé una inspiración y una motivación para ellas.
Algunas investigaciones señalan, también, la importancia de que las madres, y no solo los padres, sean modelos a seguir para sus hijas. Si tu niña te ve entusiasmada con un deporte, es más probable que se anime a hacerlo. Otro consejo útil es contarle sobre grandes mujeres deportistas de su país o su comunidad.
Además, ayúdala a encontrar su media naranja deportiva. Las actividades competitivas no son para cualquiera. Busquen más allá de los deportes tradicionales. Bailar, escalar, hacer trekking o yoga son todas opciones válidas.
Elijan algo que a ella le guste.
Lo más importante es que encuentre una actividad que le guste, con entrenadores y compañeros que la alienten, donde no se sienta juzgada ni mirada de otra forma, y, sobre todo, donde pueda divertirse, porque pasarla bien debería ser siempre la meta, más allá de ganar o acumular premios.
Para terminar, aprovecha tú también para reencontrarte con el deporte, si es que lo tienes abandonado. Puede ser una excelente oportunidad para cuidar tu salud y compartir más tiempo con tu niña.