Agradecer es un hábito que si prácticas de manera constante y con una intención genuina puede traer mucho crecimiento a tu vida, además de que con ello fomentas tu salud y la de los tuyos. Y es que cuando enfocas tu mente en el lado luminoso de cada experiencia, aún en los momentos más oscuros, te aseguro que desde la gratitud encontrarás una pequeña lucecita que te guiará a la plenitud, ya que todo aquello a lo que le pones atención crecerá. La gratitud es mucho más que decir gracias, es una experiencia que se practica con consciencia, voluntad y disposición. Incluso puede transformar totalmente tu visión de la vida. Es por ello que aquí te platico de todos los beneficios que puedes experimentar cuando la adoptas como un hábito. Mira y te sorprenderás.
Mas en MamásLatinas: Afirmaciones para renacer y renovarte después de haber tocado fondo.
Cuando aprecias lo que tienes y hasta lo que no tienes, es porque has entendido que cada experiencia en tu vida tiene un sentido. Sé que por momentos a los seres humanos nos es difícil comprender la presencia de los obstáculos hasta que logramos descifrar los regalos ocultos.
Sentir gratitud te ayuda a encontrarle un sentido a tu vida. Te ayuda a colocar los reflectores en los logros, a vivir la vida de una manera más plena. De hecho, hay muchos estudios que confirman que la gratitud es parte de la felicidad. Así que toma nota y ábrele la puerta a este hábito maravilloso.
Ahora puedes escuchar el contenido de MamásLatinas donde quiera que estés, a través de nuestro podcast Mamá Dice. Cada episodio contiene tips prácticos para la mujer y consejos enfocados en la crianza positiva y saludable. Escúchanos en tu plataforma de podcast favorita.
La gratitud fortalece tu sistema inmunológico y reduce los niveles de ansiedad y depresión.
Al ser un hábito que moldea nuestra forma de ver la vida hace que el estrés disminuya y por lo tanto también el cortisol. Esto da oportunidad al organismo de fortalecer sus defensas. La gratitud tendrá impactos muy positivos en tu salud física y mental. Existen numerosos estudios de universidades muy prestigiosas que han revelado cómo el estado de bienestar que produce la gratitud fortalece el sistema inmunológico, haciendo al organismo mucho más resistente a cualquier tipo de virus o bacteria. Además, cuando tu mente está enfocada en ver y sentir lo mejor de la vida, las quejas disminuyen por lo que la ansiedad e incluso la depresión ni siquiera caben en el concepto de la buena vida.
La gratitud hace que tu cerebro se transforme y enriquezca.
Como la gratitud tiene el gran poder de llevarte a apreciar todo lo que está a tu alrededor, te mete en un estado de paz infinita y según el Centro de Investigación de conciencia de la Atención Integral de la UCLA, expresar gratitud cambia la estructura molecular del cerebro. Esto es así porque el sistema nervioso central estimula la experiencia de la felicidad, por lo que el cerebro mantiene su materia gris en plena funcionalidad y a su máximo potencial creativo.
La práctica continua de la gratitud puede estimular tu rendimiento físico e intelectual.
Como podrás notar es un efecto en cadena. Si al practicar la gratitud tu cerebro se encuentra en buenas condiciones y desarrollas mecanismos de afrontamiento saludables ante el estrés, el cauce natural se dirige a potenciar determinadas habilidades como la concentración, la capacidad de atención y sobre todo la de estar alerta en un estado de disfrute debido al enfoque que se le da a la vida. Se vive como un reto y los problemas u obstáculos se consideran desafíos interesantes, por lo tanto se asimilan mucho mejor los nuevos conocimientos.
Te ayuda a vivir la vida sintiendo el vaso medio lleno con lo cual encuentras el lado óptimo de cada experiencia.
La metáfora del vaso medio lleno o medio vacío está relacionada con la tendencia que tiene cada ser humano de afrontar las adversidades. El optimismo no tiene nada que ver con verlo todo lindo, sino con encontrar desde el lado resiliente ese crecimiento a pesar del dolor o sufrimiento. Y no quiere decir que todo en la vida deba partir de aprendizajes basados en el dolor, es sólo que el lado de confort en el que a veces solemos estancarnos, nos impide ver el regalo oculto de cada vivencia.
La práctica de la gratitud puede convertirte en una mujer muy exitosa y visionaria.
Cuando logras tomar conciencia de aquellos obsequios de la vida, cuando te conectas con el entorno y logras diferenciar lo que obtienes en lugar de lo que pierdes, cuando te concentras en la ganancia y no en la renuncia, estás desarrollando habilidades de visión de éxito, aprendes del fracaso y no te das por vencida los cambios. Esto es porque la gratitud te ayuda a enfocar la vida desde lo que puedes obtener de cada experiencia.
La gratitud mejora mucho la calidad del sueño.
Existen investigaciones que sustentan el hecho de que la práctica continua de la gratitud puede favorecer el sueño reparador. Un estudio reciente comprobó la eficacia del diario de la gratitud y como este produce pensamientos agradables que conducen a un estado de relajación que favorece el sueño profundo y la salud, ya que la calidad de sueño determina en gran medida el estado de ánimo y el rendimiento que la persona tendrá al día siguiente.
La gratitud te ayuda a ser mucho más tolerante a la frustración y por lo tanto te vuelves más paciente ante las vicisitudes.
La gratitud es un ejercicio de concentración continua en el presente y en todo aquello que puede ser una suma a tu vida. Desde el hecho de agradecer los amaneceres, el aire que respiras y los sentidos que te permiten apreciar todo lo que te rodea hasta agradecer los logros diarios, la salud y principalmente la vida. Esto te lleva a concentrarte en el buen vivir y por lo tanto la intolerancia ante los pequeños obstáculos pasa a un segundo plano ya que al vivir en actitud apreciativa te permite ser más paciente.
La gratitud te ayuda a que tus hijos aprecien la vida desde que son pequeños.
En muchas notas he sido enfática en la importancia del ejemplo, ya que nuestros hijos aprenden por imitación y no por lo que les dices. Así que si lo que dices es congruente con lo que haces, como en el caso de la gratitud, ellos lo aprenderán de ti como una manera de vivir. Esto los ayuda a conectarse al presente, a ver el lado bueno de las cosas y a aprender de sus errores. Sobre todo, los enseñas a que la gratitud es mucho mejor que la queja.
La gratitud como práctica te enseña a vivir la magia de la felicidad intangible.
La felicidad es subjetiva, cada quien puede tener un concepto diferente de felicidad y por lo tanto puede creer erróneamente que la felicidad te la da la fama, los lujos, el dinero o todo lo que es considerado como un factor de falso éxito. Está comprobado que muchas personas que se ganan la lotería tardan poco tiempo en perder toda su fortuna y en gran medida es porque se dieron cuenta que ese no era el camino de la felicidad. Puedes ser feliz sin necesidad de vivir persiguiendo el reconocimiento desde el espejismo del éxito.
Si expresas gratitud estarás fortaleciendo el amor propio.
Cuando haces un recuento de tus logros y agradeces los obstáculos que te enseñaron habilidades que ni siquiera sabías que tenías, estás notando tus capacidades, fortaleciéndolas, valorándolas, validándolas y por lo tanto prestándoles atención para hacerlas crecer. El amor propio está relacionado con reconocer en ti tu potencial, ayudarte a ti misma a detonarlo y sobre todo a valorar los talentos que seguramente pondrás al servicio de otros. Es parte de ser agradecida con la vida.
La gratitud te convierte en una mujer mucho más resiliente y creativa.
La capacidad de ver más allá de lo aparente y reconocer que detrás de toda experiencia hay ventajas ocultas, es lo que te da la capacidad de afrontar cualquier adversidad con fortaleza y con visión de crecimiento. Esto te impide darte por vencida y te genera capacidades creativas ante la búsqueda de soluciones por cualquier situación de la vida. La fe y la convicción proveniente del pensamiento de que de todo se aprende, te ayudan a vivir con la confianza de que todo estará bien.
Ser agradecida te convierte en una mujer empática, comprensiva y con ganas de tender la mano a otros.
Cuando vives tu vida desde la gratitud entiendes el camino de los otros, dejas de juzgar sus acciones y comprendes el dolor que hay detrás de quien vive en la queja o en la amargura. El probar la otra cara de la moneda te lleva a la necesidad de brindar ayuda sin juzgar y poniéndote en el lugar de otros con la intención de sacarlos de la visión que tienen del vaso medio vacío.
Cuando practicas la gratitud valoras mucho más a tus amigos y a tu familia.
Al ser un hábito emocional la gratitud te permite apreciar cada encuentro y cada momento único compartido. Al vivir el presente sabes que esa vivencia no se repetirá porque un día no es igual a otro. Esto te ayuda a disfrutar al máximo la compañía de los tuyos y nubla los hechos irrelevantes que en la cotidianidad los podrían llevar a discusiones sin sentido o a distanciamientos innecesarios. Aprendes a descartar batallas por unión.
La gratitud impide que te vuelvas una mujer amargada y egoísta.
Esto es debido a que la percepción de la vida tiende al hecho de disfrutar y de degustar cada momento, por ello, te enfocas en vivir plena con lo que tienes y con quien eres. Esto lo logras cuando sustituyes la queja por una validación. Por lo tanto cuando aprecias quien eres y lo que tienes o haces, dejas de voltear a ver a otros, se acaban las comparaciones y la única competencia que tienes es contigo misma para lograr ser una mejor versión de ti.
Aprendes a reconocer y a validar las puertas cerradas que te convirtieron en una mujer independiente y autónoma.
Se dice que Einstein agradecía a todos aquellos que le habían dicho que “no” en algún momento de su vida porque gracias a ese rechazo ante sus peticiones, él había descubierto habilidades que no sabía que tenía y había hecho todo para conseguir por sí mismo lo que necesitaba. Este es uno de los regalos ocultos que a veces no alcanzamos a ver hasta que reconocemos los logros obtenidos por las puertas cerradas.
Escucha cómo aprender a mirar el lado bueno de las cosas en nuestro podcast 'Mamá Dice'.
Mamá Dice es el podcast de consejitos de maternidad de MamásLatinas. Escúchanos de lunes a viernes en tu plataforma de podcasts favorita. Son cortos y se adaptan al estilo de vida de cualquier mamá.